Capítulo 37

782 63 0
                                    

Luego de la aburrida ceremonia, todos los invitados conducimos hasta el salón donde sería la fiesta. Lo único bueno de todo esto era que, finalmente, Mike y Olivia estaban casados. Y bueno, tenía la posibilidad de ver a todos mis amigos.

Estábamos comiendo una exótica comida que seguramente había elegido Mike, todos sentados en la misma mesa. Y cuando digo todos, me refiero a todos. Difícilmente levantaba la mirada de mi plato. Entre Vic y Miranda se esforzaban para hacerme hablar, pero ni ellos ni Aaron lograron hacerlo.

Eso fue todo lo que hice durante la fiesta, quedarme sentada y ver mi plato. Ni siquiera comí mucho que digamos, tenía un nudo en el estómago. Vic se quedó conmigo hablándome, contándome cosas y haciéndome reír. Cuando todos se levantaban para ir a bailar o lo que fuera, el peso que sentía sobre mí desaparecía.

-Vic, no pases toda la noche junto a mí. Ve a bailar o hablar con los demás, estaré bien.

Tuve que insistirle hasta que logré que fuera a bailar un rato. Me quedé en la mesa, jugando con mis pulseras y tarareando algunas canciones. Olivia y Mike vinieron a sentarse conmigo un rato, pero luego un señor con una cámara los llamó.

Estábamos a la mitad de la noche, cuando alguien volvió a acercarse a mi mesa. Subí la mirada y me encontré con la de Tony. Tony. Hacía tanto tiempo que ese nombre no pasaba por mi mente. Aún con nuestras miradas unidas, se me escapó una sonrisa. Por un momento, podría jurar que me la devolvió. Pero no dijo nada. Jean apareció y le rodeó la cintura.

-¿Qué haces aquí solo? Vamos con los demás… - notó mi presencia y se dirigió a mí. – Lo mismo va para ti, ___, ven con nosotros.

-Me siento un poco mal, tal vez luego.

Su rostro me mostró desilusión, o supongo que eso fue. Me quedé pensando. Tantos años, y ellos seguían juntos. Debían quererse mucho. ¿Tony seguiría enfadado conmigo?

Aaron interrumpió mis pensamientos y me ofreció llevarme a casa. Acepté, agradecida. Saludé a mis amigos y nos marchamos. Creo que durante el camino de regreso hablamos más de lo que hablé en toda la noche.

-¿Cómo se llama ese chico de orejas expandidas? – preguntó cuando estábamos por llegar.

-Tony, Tony Perry.

-Cierto que me lo había dicho. Es muy divertido, deberías haberlo oído hablar, realmente es bueno haciendo reír a las personas. Deberías haber estado con nosotros, mi amor.

Mordí mi labio. Había decidido omitirle toda la parte de Tony y nuestro desastroso final. Se bajó del auto conmigo y me acompañó hasta la puerta del edificio. Me besó y me sentí un poco mejor. Lo abracé antes de irme y una sensación de tranquilidad recorrió mi cuerpo.

-Extrañaba esa sonrisa – murmuró antes de volver a besarme. Reí levemente y luego me marché. Necesitaba dormir y olvidarme de esa noche y de todos los pensamientos que había devuelto a mi mente.

Permanently yoursTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang