Permanently yours

Capítulo 49

Esa semana de “vacaciones” ayudó a que mi cabeza se relajara. Simplemente me quedé los seis días que quedaban improvisando actividades con Aaron, encerrados dentro de la casa.

Antes de que me diera cuenta, ya había pasado navidad y un nuevo año se acercaba. Eso era bueno, cerca de febrero tendría vacaciones y nosotros ya habíamos planeado un viaje, el cual, debo decir, me emocionaba demasiado.

-Tengo los pasajes – mencionó Aaron, un día que entró a la cocina, mostrándome dos papeles. Sonreí y lo abracé. – Saldremos en cuatro días, tenemos tiempo de hacer las maletas.

Comenzamos a hablar de los planes que teníamos para esas vacaciones. Me alegró saber que no era la única emocionada. Pero al mismo tiempo, estaba un poco nerviosa por el hecho de que fuera la primera vez que nos iríamos de viaje juntos.

Llamé a mis amigas para ver si hablar con ellas me calmaría, acordé juntarme con Oli ese mismo día a la tarde. No la veía desde mi cumpleaños. Cómo odiaba que trabajara tanto.

Nos juntamos en un café, cerca de mi casa, y comenzamos a hablar de nada en particular. Ella era buena para hablar, me tranquilizó escuchar de sus propios labios que todo iría bien y que debía estar feliz. Luego de un rato, cambiamos de tema pero ambas nos aburrimos muy pronto.

-¿Cómo va todo con Tony?

-Como siempre, cada día me siento más cómoda con él. Es más, cenaremos juntos el día anterior a que me vaya. ¿Por qué lo preguntas? – se encogió de hombros levemente antes de responder.

-Estoy calculando cuánto tiempo tardarán en darse cuenta de lo que sienten.

Olivia, la ganadora del premio a “la persona más insistente del mundo”. Negué con la cabeza al mismo tiempo que reía. Debía considerar comprar un trofeo porque sinceramente ese premio sólo podía ser suyo.

-Aaron, mi novio, vacaciones juntos en tres días. ¿Te suena familiar? Además, mi enamoramiento por Tony pasó hace años.

-Mejor amiga, ¿te suena familia? – se burló. – Que estés con Aaron no significa que lo hayas olvidado. Cuando lo veas, haznos un favor a todos y míralo, y pregúntate a ti misma si serás capaz de verlo casarse con una mujer que no seas tú.

La miré por unos segundos y terminé mordiendo mi labio tan fuerte que casi lo hago sangrar. Me despedí, ya se hacía tarde y quería volver a casa.

En los últimos días que quedaban antes del viaje, me las arreglé para preparar las valijas con las cosas más indispensables. Nunca había sido buena en estas cosas. El último día antes de irme, ya tenía todo listo y las ansias me carcomían entera.

Me bañé después de un largo día de preparativos y me vestí tan rápido como pude. Debía ver a Tony en unas dos horas y prefería ir caminando, lo que parecía ser una buena y relajante idea.

Al salir, recordé lo que me había dicho Olivia pero empujé sus palabras al fondo de mi mente. Últimamente cada cosa que tuviera que ver con Tony flotaba por mis pensamientos durante días y no me dejaba en paz. ¿Qué más podía esperarse si todo el mundo me hablaba de él? No entiendo qué es lo difícil de entender que amo a Aaron.

Ni modo, tendría tiempo para pensar en ella más tarde, supongo. Ahora debía llegar al lugar donde él y yo habíamos acordado vernos. Tenía dos horas para llegar así que podía ir tranquila.

Cuando se hizo la hora, yo ya estaba llegando. Lo esperé afuera del negocio pues no sabía qué planes tenía él. Habrían pasado unos cinco minutos cuando lo vi acercarse.

Me saludó para luego abrazarme. Él, a diferencia de mí, debía trabajar toda esta semana antes de poder tener vacaciones, las mías habían empezado la semana anterior. Gracias a eso, tenía puesto su habitual traje negro y una camisa de color claro, que resaltaba sus tatuajes.