Capítulo 43

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Pasaban los días y yo seguía en ese maravilloso lugar. Día a día me llevaba mejor con Tony. Incluso habíamos compartido algunos detalles de nuestras vidas, pero todo seguía siendo muy… vacío. La mitad del tiempo sentía que hablaba con un desconocido y la otra mitad notaba que eso era lo que realmente éramos.

Me encontré a mí misma recordando momentos de aquellos viejos tiempo en donde éramos muchísimo más que eso. Cada vez más seguido, podría jurar que me volvería loca. También me había acercado aún más (si es que eso era posible) a Aaron, me quedaba casi todas las noches en su casa y Miranda comenzó a cuestionarse si no querría irme con él.

Es más, él mismo me sorprendió un día en que me llevó a trabajar, pidiéndome que me mudara con él. Una parte de mí no quería dejar a Miranda, pero de todas formas gran cantidad de mis cosas ya estaba en casa de Aaron, así que, ¿por qué no? De hecho, creí que la era mejor opción, a pesar de estar consciente de que Miranda debería mudarse pues no podría soportar el alquiler de nuestro departamento ella sola.

Sin importar ese aspecto, ella se mostró feliz por mí y yo sabía que lo estaba. Además, era un impulso para que ella se fuera con Alex. De todas formas, realmente extrañaría esas largas noches sin dormir, hablando con ella, y tener la posibilidad de, si me sentía muy mal o muy bien, dormir con ella a mi lado.

La conocía desde que tenía casi seis años y tanto tiempo después, ella aún estaba mi lado, conociendo lo mejor y lo peor de mí.

El día de su cumpleaños, intentaría hacerle entender todo lo que ella significaba para mí. Busqué en su iPod las canciones más reproducidas pero decidí que lo mejor sería simplemente elegir una entre alguna de sus bandas favoritas. Encontré la canción perfecta, su banda favorita. La emoción llenó mis venas y decidí que sería mejor si pedí ayuda.

-Tony – lo llamé, el lunes a primera hora apenas salía del ascensor. Saludó con la mano a algunas personas y se acercó a mí. Hizo un gesto con la cabeza, indicándome que continuara. - ¿Puedes venir hoy a mi casa? Tengo algo de lo que hablar contigo. Sabes dónde queda, es el mismo lugar de Miranda.

-Ella me dijo que te mudarías, pero de acuerdo – sonrió, asintiendo simultáneamente.

-Estoy terminando de guardar algunas cosas, pero sí, me mudaré con Aaron pronto – informé. Le anoté la dirección en un papelito, por las dudas, y se lo entregué. - ¿Estaría bien si vienes conmigo después del trabajo? Necesito que ella no esté y justo hoy se quedará con Alex.

-Saldré con Jean, pero puedo ir cerca de las ocho, ¿te parece?

-Perfecto – le agradecí y comencé a hacer mi trabajo. Preferiría quedarme hablando con él, pero no había tiempo.

-Oye, ___…

-¿Mmh? – respondí sin levantar mi cabeza del mail que John me había enviado.

-Esto no es una cita – esta vez sí lo miré y vi cómo mordía su labio para no reír. Recordé aquella vez que me había invitado al cine, habíamos tenido exactamente el mismo diálogo. Sonreí y como pude aguanté la risa. De todas formas lo miré bien fijo antes de responder.

-Desafortunadamente para ti, no, no lo es.

Hola, vengo a avisar que si me copo subiendo capítulos es porque ya tengo planeado el final y nada, este sería el primer fic que podría terminar y eso me emociona. Nada, espero les guste lo que escribo y eso, gracias por leer c:

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