12- Lovely.

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Antes de llegar a la zona de baile ambas se detuvieron. Alba no le había soltado la mano, y Natalia no había soltado la suya pues el segundo vaso de licor estaba circulando por su mente, y tenía miedo de caerse.

- Alba, no creo que pongan ninguna canción lenta esta noche -le dijo acercándose a su oído para que pudiera escucharla-.

- Espera, ¿estarás bien? –le preguntó ella mientras la soltaba y se aseguraba de que lo tenía todo controlado-.

- Si, ve -le dijo Natalia y sintió un extraño vació en su mano cuando subió una pequeña escalera para hablar con la DJ-.

Mientras la esperaba, notó como los colores y sombras de la pista se movían más de la cuenta. Aquel licor era más fuerte de lo que se había imaginado, sin embargo aún mantenía su cordura casi intacta. A pesar de que no se demoró, la morena sintió al verla de nuevo a su lado que la había echado de menos.

- ¡Todo arreglado! –le dijo sonriendo- ¿Preparada?

Ella dudó, no tenía claro si aquello funcionaría, pero lo cierto era que su cuerpo parecía estar bastante anestesiado.

- No lo sé -dijo con cierto temor-.
- Iré despacio, lo prometo –le dijo Alba y le tendió una mano-.

Natalia se quedó mirando apenas un segundo aquella mano, la cogió con suavidad pero también con firmeza, tenía la impresión de que sería el mástil que la sacaría a flote si se hundía.

La música empezó a sonar: "Lovely" (de Billie Eilish)

Alba se puso frente a ella y le tendió su otra mano, ella también se la cogió, respiró profundamente y la siguió una par de pasos hasta la pista. La música era muy dulce, apenas una caricia y Natalia cerró los ojos por un momento tratando de encontrar la calma. Alba la miraba, era tan hermosa, y estaba tan perdida. Quería ayudarla, pero la verdad es que no sabía si podría. La morena abrió los ojos, Alba había dado un par de pasos hacia ella atraída por sus manos que habían tirado de su cuerpo sin soltarla.

- ¿Todo bien? –le preguntó antes de avanzar-.
- Si –le dijo Nat-.

Alba pegó su cuerpo más al suyo, que al sentirla junto a ella contuvo un instante la respiración. Ya estaban juntas, sólo faltaba que le dejara abrazarla.

- ¿Puedo? –le preguntó soltándose con cuidado de sus manos-.

Natalia no se vio capaz de decir nada, sólo podía mirar aquellos ojos que la observaban y respirar. La rubia fue todo lo suave que pudo, deslizó sus brazos por su cintura y la atrajo hacia sí, abrazándola. Su cuerpo tiritó, y ella no quiso decir nada, la miró y luego se apoyó en ella. El cuerpo de Alba era cálido, muy cálido, cerró los ojos respirando la fragancia que salía del cabello de aquella mujer.  "Diosss... cuánto deseo hacerlo"... pensaba, todo a su alrededor daba vueltas y lo único que la mantenía de pie era aquella mujer que la anclaba al suelo controlando su calor. Alba alzó la mirada, y le sonrió, la morena decidió pasar sus brazos alrededor de ella y dejó que sus cuerpos se movieran con cuidado, balanceándose estrechamente unidos. ¡Lo habían conseguido!

Nat la estrechó con fuerza, y ella respondió reposando la cabeza en su hombro.

"Por favor, deja de temblar..." suplicaba Alba en silencio, pues notaba como su cuerpo tiritaba mientras se movían.

Cuando la había conocido, su despotismo, seguridad y dominación, le habían parecido de lo más estimulantes. Aquel tipo de mujer, se le daba bien, la divertían, podía jugar con ellas sin que nadie saliera perdiendo, pero esa fragilidad que ahora contenía entre sus brazos... ese derretirse, ese escalofrío supremo que manifestaba sólo con que la rozara, estaban traspasándole el corazón.

Sex education. //Albalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora