25- Tu olor

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Tras aquella cita del sábado, Natalia no volvió a verla hasta la tarde del martes. Aquello no es que le hubiera gustado especialmente, pero se había conformado sabiendo que cada noche de 23 a 00'30h Alba la llamaba para darle las buenas noches. Le consolaba que aquella mujer también pensara en ella, pero sobretodo lo que verdaderamente le tranquilizaba era saber que no pasaba la noche fuera con alguna otra clienta. Eran las ocho de la tarde cuando Alba llamó a la puerta.

- ¡Voy! –gritó mientras se daba prisa en alcanzar el pomo, tenía tantas ganas de verla-.

Cuando abrió, se encontró con el culo de la rubia, pues estaba agachada de espaldas a ella.

- ¡Joder, échame una mano!  –se quejó esta-.

"¿Qué le eche una manoooo?? ¿en dóndeeee???"... pensaba Natalia mientras no podía evitar mirar hipnotizada aquel culo enfundado en vaqueros que lo hacía parecer prieto y coqueto.

- ¿Me ayudas o...? –Alba giró la cabeza para mirarla, y entonces se dio cuenta de que le estaba mirando el culo-. No te cortes, toca si quieres... total, sólo me estoy desriñonando eh...

- ¿Eiinn??... joder, perdona –se dio cuenta de que la había pillado de pleno, y que lo que le pedía era que la ayudara con una mochila de equipaje que parecía bastante pesada-. ¡Dame... la arrastraremos!

Entre las dos entraron la mochila sin mucho esfuerzo. Alba soltó un soplido y se dejó caer en el sofá.

- uffff... no pensé que pesara tanto, pero cuando he tenido que llevarla desde el coche hasta el portal casi me da, pensé que había cogido la de ruedecitas, pero no...  -relató tomando un poco de aire-.

De pronto miró a Natali que le sonreía divertida, pero que seguía de pie lejos de ella.

- ¿Y a ti que te pasa? –le preguntó levantando una ceja y sonriendo-.
- Nada... -se encogió de hombros, feliz-... es sólo que me alegro mucho de verte.

"Ayyyy Diosssssss que me la comoooo"... a Alba se le dibujó una sonrisa idiota en la cara, ella también se alegraba de ver aquella melena negra, aquellos ojos color café, y aquella cara bella que iba a juego con aquel cuerpo de infarto. La chica se deleitó en la visión de aquella mujer que hoy iba de sport, con unos pantalones de chándal de cintura baja grises y una camiseta de manga corta del mismo color que dejaba ver de vez en cuando aquel vientre plano que le encantaba. El pelo le caía liso y suelto, y Alba pensó que a aquella mujer todo le sentaría bien, se pusiera lo que se pusiera.

Se levantó y se acercó a ella. Natalia no dejó de sonreír aunque su corazón empezó a latir desbocado por su proximidad.

- ¿Me has echado de menos? –le preguntó con un tono sensual que a ella le recordó a el que ponía cuando hablaban por teléfono-.

- Claro que sí –respondió Natali con el mismo tono-

- ¡Pues demuéstramelo!, ¿no? –le provocó dando un pasito más-.

Natalia estiró sus dedos y le apartó el pelo de la cara, luego paseó sus manos por los hombros de la chica y la acercó del todo contra su cuerpo. Alba no esperaba que le dejara acercarse tanto, pero había ansiado demasiado abrazarse a aquella piel durante aquellos tres días, como para andarse con rodeos. La abrazó y le dio un beso en la frente, luego otro en la mejilla y terminó el recorrido deleitándose en aquel cuello.

"Ohhhh Diosss.... ¿así vamos a empezar yaaaaaaaaa?... mmm... creo que no debería haberme traído tanto equipaje... Diosssssss"... pensaba mientras cerraba los ojos, absorta en aquella boca que la adoraba.

- ¿Suficiente? –le susurró la morena rompiendo el contacto-.
- ¿Ehh? –se había olvidado de la pregunta-.

Natalia se sonrió de verla todavía con los ojos entornados.

Sex education. //Albalia.Where stories live. Discover now