79- Dura como el diamante

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El corazón de Marisa sangró tras aquella información que jamás había conocido. En su cabeza, fragmentos del pasado tomaron sentido como si de piezas de rompecabezas se trataran, vislumbrándose una figura que hasta entonces había permanecido oculta. Sin pensarlo, cogió su móvil y empezó a realizar llamadas... las respuestas que recibió solo sirvieron para romperle más el corazón por el daño que había causado a su hija estando tan ciega. Las llamadas que debió realizar en su día, llegaban demasiado tarde y lo sabía.

- Hola Marisa, menudo mal trago. Me hubiera acercado antes pero pensé que era mejor no hacerlo, ya sabes cómo es Natalia cuando se encapricha de algo... De todos modos no te preocupes, se qué pronto entrará en razón y se dará cuenta que lo hemos hecho por su bien. Ya te dije que Alba era todo un carácter, de hecho, de qué otro modo habría podido engatusarla –interrumpió sus pensamientos Virginia apareciendo de la nada como serpiente viperina que era-.

La mujer se giró, mirándola como si por primera vez pudiera verla tal cual era, y las ganas de vomitar se le arremolinaron en el vientre.

- Sí, todo un carácter... -repitió a punto de estallar en cualquier momento-. Virginia, ¿puedo pedirte algo?
- Sí, claro... lo que quieras –le dijo ella con fingida predisposición-.
- He llamado al hotel Rihalto porque estando Natalia tan afectada, ni Mikel ni yo vamos a irnos de vuelta a Pamplona como estaba previsto, pero me dicen que está todo lleno y ya sabes que ese hotel es el único en que me gusta hospedarme... -empezó a tejer la telaraña-.
- Sin problemas, déjame que haga una llamada... -la atajó la mujer que con tan solo una llamada consiguió lo que su ex suegra le pedía-. Solucionado, ya tenéis habitación para esta noche.
- Oh, estupendo, gracias... No sé porqué me dijeron que no quedaban habitaciones –se hizo la tonta la madre de Natalia-.
- Bueno es que no quedaban, pero precisamente tengo una habitación propia en ese hotel. Trabajé para ellos el año que estuvieron a punto de quebrar y en forma de abono, me quedé una especie de acción que conlleva el uso exclusivo de la habitación –se pavoneó Virginia delante de su ex suegra-.
- Ah, que bien... no lo sabía. ¿Y qué habitación es, así mandaré a Capde con el equipaje? –le preguntó mamá Lacunza-.
- La 609, ya veréis os encantará hay unas vistas impresionantes –le dijo-.
- Entiendo, la 609... Es curioso, porque acabo de realizar una llamada al investigador que contraté para el asunto del chantaje con fotos que le hicieron a mi hija, y es la misma habitación que aparece en sumario y que por temas jurídicos y debido a que no quise que saliera a la luz, no pude obtener el nombre del propietario que el hotel se negó a facilitarme en su día –le escupió Marisa, cuya ira ya rebosaba en sus ojos-.

Virginia dio un tras pies, acababa de ser enjaulada en su propia celda sin darse cuenta. Sin saber que decir, escuchó a sus pensamientos tejer una trama de salida...

- Marisa, bueno... es que.... –empezó a balbucear-.

Esta atajó los escasos tres pasos que las separaban, y con los dientes apretados le dijo...

- No quiero volver a verte nunca cerca de mi hija, o te aseguro que me encargaré personalmente de que parezca un accidente ¿lo has entendido? –le susurró, su dureza rayaba el dolor-. Ah, y será mejor que te busques un abogado, un buenísimo abogado, porque te garantizo que te voy a destrozar la vida, al igual que tú has pretendido hacerlo con la de mi familia.
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3:00 a.m
Por fin, el móvil de Natalia obtuvo respuesta...

- María... dime dónde está, necesito hablar con ella –le pidió la chica desesperada nada más escuchar su voz al otro lado de la línea-.
- Natalia tranquilízate, ella no quiere verte ahora mismo –le dijo la Mari de forma cordial-.
- ¿Qué no quiere verme? Pues yo si quiero verla, dime dónde está....  Por favor –le volvió a pedir tratando de calmarse-. Mari, por favor... te juro que me voy a volver loca de un momento a otro, ni siquiera sé lo que ha pasado esta noche, sólo quiero que hablemos... no quiero escuchar a nadie más, sólo quiero su versión, ¿vale? Lo necesito.

Sex education. //Albalia.Where stories live. Discover now