Sex education. //Albalia.

46- Sin escapatoria.

Mientras Natalia trataba de borrar toda huella de aquel error nocturno, ella trataba de apagar su propio incendio en la cocina con una cerveza bien fría.

Alba: ¿y si entro con cualquier excusa? –planeaba mordiéndose el labio inferior, mientras una lata le refrescaba la mejilla-.
Conciencia: ¡EYYYYY TU QUIETA PARÁ!
Alba: ¿y a ti que se te ha perdido ahora, coño?
Conciencia: a mí nada, pero a ti hace rato que se te escapó la última neurona que te quedaba y yo se a dónde fue a parar

Ella instintivamente junto las piernas.

Alba: ¿Bueno y qué? ¡Me pone vale, me pone mucho! Que yo sepa eso no es ningún delito –se quejaba pasándose la lata fría por la nuca mientras empezaba a andar a un lado y otro de la cocina-.
Conciencia: No, si que te pone está claro.... Te pone como una BURRA, porque ese calentón que tienes no es normal... ¡Joder, mueve la puta lata más pa arriba que me achicharro! –le gritó su conciencia y obedeció-.
Alba: Ay mi madre, estoy perdiendo el juicio... me paseo como una quinceañera de lado a lado, tengo las hormonas a punto de reventar por culpa de una mujer en bolas en la bañera, bajo la temperatura con latas y encima escucho voces absurdas en mi cabeza –se desesperó ante la situación-.
Conciencia: oyeeee bonita, que de absurda nada de nada... Aquí la única absurda eres tú... de verdad que yo no te entiendo eh, ¿pero a ti quien te manda a meterte en esta camisa de once varas? ¿tú no eres puta? ¡pos a follar!
Alba: oyeeee... sin abusar eh, que una es puta, pero no guarra... bueno... a veces sí, pero con estilo –puntualizó-.
Conciencia: Si no tuvieras esa estúpida manía de fijarte sólo en las tías buenas con traumas o complejos sexuales, no estaríamos aquí aplacándonos a base de cerveza y cháchara.
Alba: eres.. eres... agrrrrrrr –gruñó, pues no podía quitarle la razón a su conciencia en aquello-. Bueno vale, me lo complico sola, pero no pensaba que me lo iba a poner tan difícil coño... Cómo me iba a imaginar que esa tía dura y controladora que me encontré la primera noche, iba a ser en realidad esta... esta... -se derritió ante el pensamiento de Natalia-... Mierda, ¡es una "Diosa"! Una diosa lasciva capaz de ponerte de vuelta y media, y transformarse en un segundo en un ángel tierno y vulnerable que te parte en dos. ¡Cómo iba a imaginarme encontrar alguien así!

Tuvo que sentarse, abatida por la realidad. Su conciencia ya no tenía que decir nada más, ella sola se daba cuenta de lo perdida que estaba, de los extremos por los que sus sentimientos viajaban desde que la conocía. Suspiró, tratando de calmar aquellos instintos y abrió por fin la lata para beber...

-      ¡Estoy loca! Y mi locura lleva nombre... -dijo en voz alta para sí- ¡Genial! ¿Qué más puede suceder?

....

Un toquecito más hacia el lado del agua fría en el control de la ducha y Natalia suspiró al recibir el agua más con alivio que como tortura. Se pasó las manos por el pelo y dejó que el agua cayera en su cara.

Nat: ¿Qué voy a hacer?... ¿qué diablos voy a hacer? –se preguntaba-.
Conciencia: Pues avanzar
Nat: Ya, como si eso fuera así de fácil. Acabo de sentir sólo su mirada sobre mí, y casi no me puedo apagar, ¿qué diablos voy a hacer cuando me suelte de verdad?
Conciencia: Esto ya lo hemos hablado, vas a tenerte que arriesgar y que el chaparrón se lleve lo que se tenga que llevar...
Nat: ya ... -suspiró pensando en todo aquello-.
Conciencia: ¿acaso es mejor esto? ¡Mírate por Dios! ¡Estás hasta las trancas, y esa mujer te vuelve loca! ¿Acaso es mejor no arriesgarse, no dejarte llevar, que intentarlo al menos?
Nat: no, no lo sé... quiero, de veras que quiero, pero ni siquiera sé cómo hacerlo, me paraliza y me quiebra el miedo...
Conciencia: ¿No era a ti a la que le gustaba esa frase? ¿Cómo era?... Ah sí, "más vale morir de pie que vivir siempre arrodillado"

Ella se irguió, era cierto, siempre le había gustado esa frase... es más, siempre le daba fuerzas cuando pensaba que no podía hacer algo o tenía decisiones difíciles que tomar sobre su vida y quien era.

Nat: llevas razón, además ella dijo que me ayudaría ¿no? ¿Qué me lo pondría fácil, no es cierto?
Conciencia: possssss clarooooo.... Anda, termina ya, y al toro... que ésta la ganamos seguro, y si no, al menos tendremos una "buena corrida"