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Ya es lunes otra vez. No hago un capítulo sobre el domingo porque realmente no pasó nada demasiado relevante. Los domingos son el día del señor y están para descansar. Amelia y su tropa se pasaron el día en casa, haciendo maratón de Netflix. También se apuntó Sebastián, porque no vive allí pero parece uno de los hermanos de Luisita. Casi siempre ahí metido. Es muy amigo de Amelia. Tan amigo que se consideran prácticamente hermanos. Se conocieron en la escuela de teatro y desde entonces se volvieron inseparables. A todo esto, ¿Amelia tiene hermanos o hermanas? Sí, tiene un hermano. Es mayor que Amelia, y ahora mismo vive en Sevilla. Se llevan bien, una relación normal entre hermanos. Hablan de vez en cuando, se cuentan sus cosas... lo típico. Es lógico preguntarse dónde estaba su hermano cuando pasó toda la movida con su padre. Yo lo explico y así queda claro. Amelia y su hermano se llevan 10 años. No voy a convertir esto en una clase de matemáticas pero si sumamos la edad de Amelia por aquel entonces y la diferencia de edad entre los dos, nos sale que él tenía 20 cuando pasó todo. Alfonso, que es como se llama y así dejo de repetir la palabra hermano constantemente, se independizó en cuanto cumplió los 18. Así que todo el lío no le pilló en casa. ¿Por qué Amelia se fue a vivir con su tía y no con su hermano? Si Amelia no se fue a vivir con Alfonso fue porque estaba estudiando y trabajando a la vez. También compartía un piso bastante pequeño con otros tres chicos más. No era el ambiente más adecuado para una niña de 10 años, la verdad, y tampoco le podría haber dedicado el tiempo suficiente. Pero Alfonso se preocupó por su hermana en todo momento, y por supuesto que no se puso del lado de su padre. Además, al irse Amelia con su tía, Devoción se quedó más tranquila. Del papel de Devoción en todo esto hablaré más adelante, porque esto me está quedando bastante largo ya. Habrá más flashbacks y más oportunidades de explicar las cosas. Aquí se va a acabar sabiendo todo, pero a su debido momento.

Bueno, ya que he dicho lo que hizo Amelia el domingo, tendré que hacer lo mismo con Luisita. Ella se tomó alguna copa, pero no las suficientes como para acabar como Amelia el sábado. Tengamos en cuenta que estaba trabajando, y a pesar de tener la fama que tiene, también puede llegar a ser una persona responsable cuando se lo propone. Marina fue a hacerle compañía, como le había dicho. Y estuvieron hablando de la vida... y de Amelia. ¿Es normal esta insistencia? Yo creo que no.

Mentiría si dijera que no estoy deseando juntarlas ya a las dos. El proceso se me va a hacer eterno. A ver, que se puede estar muy bien sola, sin pareja, pero estamos aquí para lo que estamos, ¿o no? Y teniendo a la candidata perfecta... aunque en realidad Luisita no lleva mucho tiempo soltera. ¿No lo había mencionado? Un despiste. Ya que he sacado el tema, aprovecho para hablar un poco de aquella relación que ya dije que no salió muy bien. Intenté hacer el lío insinuando que podía ser Amelia y que a lo mejor ya se conocían de antes. No era Amelia, pero al final resulta que sí que se conocían. Parece que no pero voy dejando pistas por ahí. Por eso dije que no venía mal apuntar las cosas. Dentro de diez capítulos sacaré una referencia de este y pretenderé que la gente se entere de algo. Cuando llegue al capítulo 17 lo sabremos. A lo mejor vuelve la antigua novia para arreglar las cosas, teniendo en cuenta que la cosa está aún reciente. Oye, pues a lo mejor no es mala idea. Ya dije que soy muy de soltar spoilers. Puede que sea uno, o puede que no. Sinceramente no lo sé porque voy escribiendo sobre la marcha y tengo una ligera idea de a dónde llevar esto, pero tampoco creáis que lo tengo muy claro. Todo esto es improvisado. Tan improvisado como que yo he empezado diciendo que ya era lunes y una vez más me he puesto a hablar de otra cosa. No tengo remedio.

Ahora sí, ya es lunes. Luisita y Marina están en clase. Aburridas. El profesor sigue hablando de Moby Dick. Es que todo lo que tiene de tostón lo tiene de larga, así que da para varias clases la dichosa novela. Lo único bueno que le veo es que la ballena mata al protagonista, porque en mi opinión se lo tiene bien merecido. Y hay que salvar a las ballenas. Si alguien tenía pensado leérsela (me sorprendería, pero tiene que haber de todo) no era mi intención chafarte el final. Aunque yo creo que te he hecho un favor, así puedes emplear el tiempo en algo más entretenido. Como leer este fanfic, por ejemplo. Es tal la cantidad de aburrimiento que Marina decide ir al baño sólo para librarse un rato de ese infierno. No la culpo.

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