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El capítulo anterior iba muy bien, aclarando cosas para que este lío del copón se entendiera algo mejor... hasta que tuvo que venir la narradora (yo) a escribir ese último párrafo para después irse como si no pasara nada, pero sí que pasa. Claro que pasa. Es cierto, nadie me pidió mi opinión pero tengo una incontinencia verbal que ha quedado más que probada a lo largo de este fanfic y de la que ya no me puedo desprender. Es parte de mí y así me tendréis que aguantar hasta que esto termine, ya lo siento. Dicho esto, habrá que comentarlo un poco porque con la tontería acabará siendo relevante para la historia y todo.

Es un razonamiento bastante lógico (a mi parecer). ¿Es suficiente con tener a una de las partes controladas? Puede que sí, aunque esto también depende del grado de interés que tengas en ocultar tus mierdas. En el caso de Tomás yo diría que el interés es más bien alto. Aunque no le de vergüenza (porque no la tiene) haber abandonado a su hija, haber maltratado a su exmujer tanto dentro como fuera del matrimonio y muchas cosas más que si me pongo a enumerar me daría para un capítulo entero (una pesadilla que por supuesto que os voy a ahorrar, no hace falta malgastarlo en eso) si alguien se enterara de esto y usara la información quedaría muy mal y perdería el respeto de mucha gente.

Entonces si partimos de la base de que nos podemos esperar cualquier cosa de este ser con tal de ocultar sus chanchullos, vamos a suponer que no se conformó con vigilar a su hija y decidió hacer lo mismo con Luisita. La primera pregunta que deberíamos hacernos es: ¿desde cuándo? Para hacer las cosas bien nos tendríamos que remontar al capítulo 22, a la llamada entre los dos gorrinos. Tomás le dice a Beltrán "parece que no tuvieron suficiente con volver a mi pueblo y preguntarle a todo el mundo por mi familia.". Esto sucedió dos años después de aquel verano en el que se conocieron (2003) así que Luisita tenía 9 años por aquel entonces. ¿Una niña de nueve años puede suponer una amenaza tan grande como para ponerle vigilancia? Yo creo que no, una niña que no puede actuar por su cuenta y encima acaba de comprobar que su amiga ya no vive en el pueblo pocas probabilidades tiene de descubrir la verdad. Además, lo normal sería que pasados unos años, para cuando pudiera realmente intentar averiguar algo, se hubiera olvidado de aquel asunto. Una posible prueba de que Tomás descartó tomar medidas estaría en el capítulo 20, donde Luisita cuenta que estuvo en Galicia (donde vivía Amelia) cuando tenía 12 años. ¿Qué otro suceso podría haber desencadenado que Tomás vigilara a Luisita? Lo más evidente es pensar que a raíz del chivatazo de Beltrán sobre la búsqueda Tomás tomara medidas. Pero... ¿qué me decís de la función de teatro en Mallorca hace dos años? (Ni te acordabas de esto, lo sé, es normal). Opino que estar en el mismo teatro, por mucha máscara que llevara Amelia, es motivo suficiente para que Tomás se pusiera bastante nervioso. Y un señor de esta calaña cuando está nervioso no suele quedarse de brazos cruzados, les hace falta poco para saltar. No tenemos constancia de ninguna represalia así que si no actuó... debió ser porque no sabía lo que se estaba cociendo en aquel teatro entre ensaimadas y líneas de Shakespeare. No se ha comentado tampoco el tiempo en el que estuvieron las dos en la misma isla... podrían haber coincidido perfectamente pero si no lo hicieron fue porque el destino no quiso, al parecer nada que ver con Tomás. Si hacemos memoria, Amelia cuenta en su sesión con Benigna que su padre le dice que tiene a Luisita "localizada", pero una cosa es tenerla localizada y otra tenerla vigilada. ¿Me marqué un farol impresionante en el anterior capítulo y lo acabo de usar para escribir este tocho infumable (aunque no tan infumable como la novela esa de la ballena) que no nos lleva a ningún sitio? (No sería la primera vez) A ver... no necesariamente, una cosa no invalida la otra. Luisita sí que pudo estar vigilada a raíz del chivatazo, pero hace dos años no lo estaba y evidentemente ahora tampoco porque si Tomás estuviera vigilando a alguna de las dos ya estaría en medio de la plaza montado en un tanque. ¿Y eso por qué? ¿Qué sentido tendría eso de vigilarla y luego dejar de hacerlo? ¿Se cansó? ¿O puede ser que Luisita tuviera a alguien vigilándola y que ese alguien, por lo que fuera, en un momento dado decidiera traicionar a Tomás como lo hizo Marta? ¿Por qué motivo? ¿Quién podría ser? ¿Era una vigilancia superficial o esa persona está (o estaba) dentro del círculo de Luisita? Narradora, una pregunta más y dejo de leer porque me estás poniendo la cabeza como un bombo.

7Where stories live. Discover now