35 (thirty-five)

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Podría haber avanzado un poco más en el capítulo anterior pero es que quedaba demasiado bien dejarlo ahí. Además, así os he dado unos días para celebrar la victoria. ¿Qué victoria? La de que Luisita se haya dado cuenta de que Amelia es Amelia, ¿no es lo que queríais? Aunque eso también significa que este fanfic está en las últimas... así que preparaos para que esto vaya concluyendo. Pero bueno, volviendo a lo importante, ¿qué va a hacer Luisita ahora con esta información? Hay dos posibilidades: que se lo cuente a Amelia o que se marque un Amelia y no diga nada. Es evidente que irá a decírselo porque después de tanto tiempo esperando es una tontería alargar esto más así porque sí. ¿Esta noche? No veo yo a Amelia muy católica. ¿Mañana? Si la resaca lo permite. Yo ya aprovecho para ir despidiéndome y decir que muchas gracias por leer, ha sido un placer escribir esta cosa tan rara que surgió de una canción de Taylor Swift. Me da mucha pena que esto se acabe ya, vale que no quería acabar en el capítulo 150 pero... lo voy a echar de menos. Hay que aceptar que todo tiene un fin, yo sé que este fanfic deja huella y que será difícil de superar pero saldréis adelante (y si veis que no pues una cita con Benigna a lo mejor os ayuda, lo mismo hasta coincidimos allí). Dicho esto, veamos lo que pasó después de ese No puede ser... y disfrutemos de estos últimos instantes de lectura (escritura en mi caso) porque no se volverán a repetir NUNCA. Lo podéis releer, claro, pero ya no será lo mismo. Un momento, que me seque las lágrimas... vale, ahora sí.

- Cariño, me voy ya – una rubia sale de lo que podemos suponer que es el despacho y se acerca a Amanda para darle un beso. – Cuando acabe vuelvo y ya nos vamos las dos juntas para casa.

- De acuerdo – sonríe y vuelve a besarla. – En cuanto llegues al sitio...

- Te pongo aunque sea un emoticono para que te quedes tranquila, que sí.

- Anda, ve que luego me echas la culpa de que llegas tarde...

- Ahora que lo dices podrías haber venido un poquitín antes - ríe.

- Encima... - se hace la ofendida y la rubia le da otro beso.

- Pero te quiero así.

- Y yo a ti también – dice con resignación y una pequeña sonrisa.

- Hasta luego.

Un momento... ¿pero la tal Amanda que se parecía mucho a Amelia no tenía un novio viejo (Jesús) que podría ser su padre? ¿Esta Amanda tiene novia?

Falsa alarma, gente, ha habido una confusión. Resulta que nos hemos equivocado de persona, que esta no es el clon de Amelia que coincidió con Marcelino (porque fue la Amelia original) así que parece que no se acaba el fanfic. Ronda de aplausos o todo lo contrario, a lo mejor preferís lanzarme tomates. Hay que ver... qué bromista, narradora, por un momento me lo he creído, eh. Qué susto. Yo ya no estoy para estos trotes, cualquier día me da un infarto, estas cosas no se hacen... ni que fuera el día de los inocentes.

Después de esta performance dramática que me acabo de marcar y ya pasado un rato (en el que me he reído bastante con mi propia "broma" porque es importante que si cuentas algo al menos te haga gracia a ti) seguimos con la historia. ¿Qué es esto de Amanda Cuaresma y una rubia que ha dicho Sara que se parecía a Luisita, trabaja en el café Reyes y ya puedo confirmar que se llama Luisita Gómez (Sánchez)? Digamos que yo quería meter una especie de simil entre Luisita y Amelia (protas) y Luisita y Amanda (clones) y claro, lo del nombre de Luisita ya lo puse sin siquiera haber planeado todo esto y ya no podía cambiarlo pero Amanda me venía genial para cuadrarlo con lo que pasó el día del partido de fútbol y con la iniciativa de Jesús de hacer de novio vete tú a saber por qué (por lo que fuera, gracias Jesús) y ya de paso hacer la broma. Pido perdón.

7Where stories live. Discover now