17 (seventeen)

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El capítulo anterior ha sido un poco montaña rusa, así que vamos a empezar este con más calma. De relax. Pasaron muchas cosas, aunque al final no la lie demasiado. Las trillizas estuvieron entretenidas entre las historias de Pelayo y sus juegos, así que se comportaron. Bueno, a Aurora se le escapó algo al principio... pero la cosa se quedó ahí (o eso parece). Realmente lo peligroso aquí es que se entere Marcelino, porque es el mayor celestino que he visto en la vida. Y se puede poner muy pesado, no os podéis hacer una idea. Además... que a lo mejor reconoce a Amelia, y ahí sí que ya la hemos liado. Aunque si María y Leonor se lo proponen y se alían... cuidado.

Un capítulo bonito y divertido. A mi parecer, claro. Con anuncio de boda incluido. Ya, no es la boda que nos gustaría... pero bueno, que para la boda quedan meses aún. No descartemos que Amelia asista ya en calidad de novia de la hermana, porque esta espera no va a durar tanto. Una cosa es que esto vaya lento y otra que Amelia se pase años ocultando quién es. Ni es viable, ni nos interesa. Puede que este fanfic llegue a los 100 capítulos y temporalmente hablando haya pasado un mes, de hecho llevamos ya 17 y ha pasado poco más de una semana. Increíble. Aclarado esto, ¿qué podemos sacar del episodio coral? En primer lugar, hay algo que merece la pena comentar y es una parte de la conversación que tienen María y Luisita antes de la comida. ¿Qué es eso de que Luisita no puede tener a la mujer que quiera? ¿Quién es esa mujer? ¿La ex? Pues claro que no, ya dije que lo dejaron de mutuo acuerdo y de buen rollo. ¿Marina? A ver... ya me dejo de bromas. Está claro que se refería a Amelia. Y esto nos sirve para volver a sacar un debate que yo ya planteé en el capítulo 7, hace nada más y nada menos que 10 capítulos. Es más, en ese capítulo dije "Dentro de diez capítulos sacaré una referencia de este y pretenderé que la gente se entere de algo. Cuando llegue al capítulo 17 lo sabremos". Pues ha llegado el momento, toca responder a una de las preguntas que hice al final, ¿sintió Luisita lo mismo que sintió Amelia por ella? Digamos que sí, pero sus procesos fueron distintos. Amelia sintió ese mismo verano que algo le pasaba. Luisita, sin embargo, lo notó cuando ya no la tenía a su lado. A veces pasa, en el momento no eres consciente pero luego, conforme va pasando el tiempo, echas la vista atrás y te das cuenta de todo. Luisita fue creciendo, y a la vez empezó a descubrir que lo que le gustaban eran las mujeres. Y se acordó de Amelia. Y se preguntó qué habría sido de ellas si nunca se hubieran separado. Y pensó en como habría sido tener algo con ella. Pero claro, por mucho que se lo preguntara (y se lo siguiera preguntando) no había manera de encontrar respuestas, porque Amelia ya no estaba. Hasta ahora, que he venido yo dispuesta a resolvérselas todas.

Hay otra cosa del capítulo coral que se va a volver bastante importante, y que me va a permitir liarla, que ya va siendo hora. Me refiero al partido del Atleti. Marcelino y Nacho ya están en las gradas, esto está a punto de empezar.

- Venga, Nachete, que ya empieza – dice Marcelino, metiéndole prisa, mientras avanzan para encontrar su asiento.

- Ya voy, ¿qué número es?

- Sección 104.

- Pero si vamos en sentido contrario, es por allí – le señala la otra punta del campo con la mano.

- ¿Y me lo dices ahora que llevamos 10 minutos dando vueltas?

- Es que no sabía el número, y pensaba que conocías el campo.

- Anda... vamos, que esto se está llenando ya.

- Yo antes tengo que ir al baño...

- ¿En serio? Pues ve rápido, que yo te espero allí. 

Vale, vale, ¿pero esto qué tiene que ver con lo que nos interesa? Creo que algo se puede intuir, pero lo explico. ¿Os acordáis de ese primer encuentro entre Luisita, Amelia y Marcelino? Luisita y Amelia se chocan porque Amelia va detrás de su balón, Marcelino acaba preguntándole que si le gusta el fútbol... toca flashback, que hace tiempo que no metía uno. 

7Where stories live. Discover now