22 (twenty-two)

864 95 37
                                    

¿Y ahora qué hacemos después de lo que se dijo en el capítulo anterior? Yo soy la primera sorprendida, cuando me puse a escribir no tenía ni idea de que iba a acabar así. La magia de la escritura, supongo. A veces la historia se escribe sola, aunque ésta en particular lleva escribiéndose sola desde el capítulo 1. Todas las posibles conexiones entre capítulos son fruto de la más absoluta casualidad. Esto está muy bien cuando te pones a leer, pero es un marrón para mí yo del futuro que es la que tiene que desarrollar luego todo. Pensad que son demasiados detalles y hay que tenerlos todos en cuenta para luego conectarlos con tramas futuras (que vas creando sobre la marcha) y no llegar a caer en contradicciones. No es nada fácil esto de improvisar, pero bueno, haré lo que pueda.

Dije que Mateo iba a ser nuestro caballo de Troya y que podría desempeñar su rol sin levantar sospechas. Pero claro, para facilitarle el camino tenemos que resolver algo antes. Y es que Luisita ha dicho que se conocían de haber ido juntos al instituto, así que hay que dejar claro que su relación se basó estrictamente en pedirse el típex en medio de un examen. ¿Por qué ocultaría Luisita que fue amiga de Mateo? Pues teniendo en cuenta que su amistad se acabó porque se comportó como una gilipollas, quizá es más fácil pretender que se conocen de vista a tener que decir que llevan años sin hablarse por su culpa o inventarse una excusa para justificar la pelea (cuya veracidad Sebastián podría comprobar en cuanto hablara con su novio). Luisita conoce bien a Mateo y es bastante discreto (en lo que a su intimidad se refiere) y viendo que Sebastián parece no tener ni idea de nada, puede asumir que ni le ha hablado de ella. Y en el caso de que llegaran a coincidir, son muchos años de amistad como para hacerle la cerdada de ir aireando por ahí sus trapos sucios, ¿no? Yo me atrevo a aventurar que estos dos acabarán por hacer las paces. Bueno, retomamos la conversación por donde la dejamos.

- Como siempre, se pasa el día trabajando, ¿verdad? – suelta sin pensar.

- Pues sí, yo creo que ya no hay quien le cambie. ¿Os conocíais mucho?

Amelia preparada para salir corriendo si dice que sí porque ya tiene bastante encima como para añadirle otra cosa más.

- ¿Eh? No, no hablábamos mucho. Lo que pasa es que en clase siempre le veía muy centrado en lo suyo.

Amelia suspira aliviada, pero que no cante victoria.

- Ah, ya...

- Me alegro de que le vaya bien, cuando nos cambiaron de clase ya no supe mucho más de él.

Bien, fijando el concepto.

Atado este cabo suelto, pasamos al postre. No os preocupéis, no les dio tiempo a hablar mucho más, no nos perdemos nada interesante. Si miramos la agenda del capítulo 19 podemos comprobar que Luisita tiene la tarde libre hasta las 7, que entra a trabajar al King's y Amelia aparentemente no tiene nada que hacer. Marina había dicho de ir de compras para hacer tiempo. Veamos.

- ¿Tenéis algo que hacer esta tarde? – pregunta Marina, acabándose el postre.

- Pues... no, ¿verdad? – contesta Amelia mirando a su mejor amigo.

- Yo he quedado con Mateo para ir al cine.

Qué oportuno.

- ¿Y no me habías dicho nada?

- Es que me ha mandado un mensaje hace un rato porque ha visto la cartelera y hay una que le gusta.

- Si te apetece te puedes venir con nosotras, que vamos a dar una vuelta por el centro comercial – propone Marina.

Marina va a tope, eh. Ha dicho: ya que estamos, full experience, como en los parques de atracciones.

- Eh... sí, claro, si no molesto.

7Where stories live. Discover now