¿Qué tal? ¿Cómo lleváis esto del drama? Yo creo que con dos capítulos ya es suficiente. Tampoco hace faltar alargar más nuestro sufrimiento innecesariamente. Así que vamos a arreglar esto de una vez. Pasamos del lunes al viernes, porque sí. Que avance un poco esto temporalmente hablando Para situarnos, ha pasado una semana desde el encontronazo en el camerino. Amelia ha tenido sus días para reflexionar, aunque no le ha contestado a Luisita. Con la que sí ha hablado ha sido con Marina, parece que esta relación avanza (hacia una pulcra amistad, claro). Pero tampoco creáis que han hablado demasiado, porque Marina ha estado ocupada. Esta semana casualmente Luisita y ella han tenido muchísimo lío con la universidad. Nada más y nada menos que un trabajo en grupo, que ya sabemos cómo son a veces. Parece que no va a ser para tanto, porque cada uno hace una parte y luego las juntamos... pero luego te toca ir detrás de la gente para conseguir entregarlo a tiempo. Yo personalmente los considero un método de tortura del siglo XXI. Bueno, que me voy del tema. Si Marina no ha tenido tiempo esta semana, podemos asumir que Luisita tampoco lo ha tenido. Vamos, al menos esa es la conclusión a la que ha llegado Amelia. Y por eso, entre otras cosas, es por lo que no le ha contestado. ¿Qué otras cosas? Pues que yo no iba a permitir que esto lo arreglaran por whatsapp, esto es algo que hay que solucionar en persona. Faltaría más.
Total, que Amelia hoy tiene función. Ha estado ensayando por la mañana y luego se ha ido con Sebastián a apuntarse al gimnasio de una vez. Que desde que vinieron de Londres hace ya dos semanas no habían pisado uno. Después se han ido a comer por ahí, con Jesús, que se ha acoplado. Es broma, Jesús, tú nunca molestas. Te queremos. ¿Natalia y Carlos? Han quedado para celebrar su aniversario. Cuatro años juntos ya... qué valor, Natalia. ¿Estas cosas no se suelen celebrar con una cena? Supongo... pero es que esta noche han decidido irse de fiesta. Amelia no quería, pero después de toda la semana insistiéndole, ha accedido con tal de que la dejaran en paz. Su tropa lo ha hecho con la mejor intención, para animarla. Son majísimos. Simplemente me encanta crear personajes que sean buena gente. Sí, Carlos, tú también. En realidad no me cae mal, que conste.
- La noche es joven, Amelia – dice Jesús, chocando sus vasos.
- Bueno, tú ya tienes una edad. – se ríe.
- Eso, ¿cuántos tenías? – bromea Sebastián.
- Sois muy graciosos... pues que sepáis que me conservo estupendamente.
No lo dudamos, Jesús.
- Ya, ya... oye, ¿y Natalia y Carlos? ¿No deberían haber llegado ya?
- Sí, y mira que han sido ellos los que han insistido en venir aquí.
- Ya vendrán, estarán con sus cosas de heteros, ya sabes... - dice Amelia.
- Joder, tía, tampoco hacía falta especificar... qué desagradable – se queja Sebastián.
- Oye, un respeto que yo también lo soy. Existimos.
- Tu no cuentas, Jesús... ¿Cuándo fue la última vez que ligaste? ¿en 2010?
- Te pasas, Amelia... yo creo que fue en los 80.
Ah, que son un dúo cómico estos dos.
- Vosotros seguid, que no voy a entrar en vuestro juego – dice Jesús indignado.
- Andaaa ven aquiiiii – los dos se lanzan a abrazarle, prácticamente haciendo un sándwich con él.
- Te queremos Jesússsss – añade Amelia.
Intuyo que los mojitos que se han pedido ya empiezan a hacer efecto.
- Vale, vale, lo pillo, dejadme respirar – dice entre risas – que no controláis vuestras fuerzas.
