A ver, a ver. ¿Amelia conoce a Luisita? ¿Y Luisita a Amelia no? ¿Qué está pasando? Que yo sepa Luisita no sufre de amnesia ni nada de eso. Lo que necesitamos es que la que sí que se acuerda nos cuente de qué se conocen, porque esta incertidumbre me está matando. En realidad no, porque soy yo la que escribe, pero sé lo que se siente cuando estás leyendo y hay un misterio sin resolver. Lo peor es que la mayoría de las veces se esperan a desvelarlo al final del todo. No os preocupéis, yo no soy así. Lo voy a contar todo en este capítulo. Bueno, todo no... pero voy a despejar la gran duda. No voy a hacer como en el capítulo 3 y me voy a poner a contar cosas sobre la familia de Amelia... aunque a lo mejor ayudaría a entender todo lo que está pasando. Está claro que si hablé de la de Luisita, Amelia es igual de protagonista y se merece que explique su entorno y sus circunstancias. Lo haré, pero lo primero es lo primero.
- Amelia, ¿nos vamos? – dice Natalia entrando al camerino.
- ¿Eh?
Amelia la pobre sigue dándole vueltas al asunto y eso que han pasado 20 minutos desde que la otra se fue.
- Que si nos vamos. Te recuerdo que tenemos un reservado.
- Ah, eso...
- ¿Te pasa algo? Parece que hayas visto un fantasma.
Pues casi. ¿Os imagináis que esto es ahora una adaptación de El sexto sentido? Sería gracioso, pero no, Luisita está viva. Y ninguna lesbiana va a morir en esta historia.
- Luisita ha estado aquí.
- ¿Cómo que Luisita? ¿Luisitaaa...?
Pero acaba la frase, Natalia, que nos enteremos.
- Sí, esa Luisita. No hay otra.
- ¿Y a qué ha venido? ¿A recordar los viejos tiempos?
¿Viejos tiempos? O sea que se conocen desde hace mucho.
- Qué va, si no se acuerda de mí. Ha venido a darme el teléfono de una amiga suya, para ver si nos liamos.
- ¿QUÉ?
Sí, Natalia, yo estoy igual. Es un despropósito.
- Como te lo cuento. Se ha presentado, como si nada, y luego se ha ido.
- A ver, Amelia... ha pasado muchísimo tiempo, quizá es normal que no se acuerde.
- Pero eso quiere decir que no significó nada para ella.
¿Estuvieron saliendo? ¿O qué? Por favor, que alguien vaya a darle un abrazo a esta chica, me está dando muchísima pena ahora mismo.
- Eso no lo puedes saber.
- ¿Entonces cómo explicas que no recuerde nada?
- No sé... pero es que era muy pequeña, Amelia, ¿cuántos años me dijiste que tenía?
- Siete.
El número 7.
Ha llegado el momento: un flashback. Para ponernos en situación, como si tuviéramos una máquina del tiempo. Año 2001. Sonia y Selena han sacado su famoso tema "Yo quiero bailar". Esto no lo he hecho a propósito, ha sido casualidad. Otro hecho destacable es que los Gómez han decidido pasar el verano en el pueblo de Enriqueta, la abuela de Luisita, porque está delicada de salud y quieren animarla. Dicho pueblo está en Zaragoza, casualmente el pueblo donde una Amelia de por aquel entonces 10 años vive con sus padres, Devoción y Tomás. Y ahora, como si estuviéramos allí viéndolo todo a través de la ventana, detrás de las cortinas, como buenas cotillas:
Luisita bajaba a toda prisa con la bicicleta por la cuesta que desembocaba en la plaza, acompañada de Marcelino, que la estaba enseñando a montar.
