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Después de aquella confesión, ninguno dijo más, Namjoon abrazó con fuerza a SeokJin y este escondió la cabeza en su cuello, aspirando su aroma dulce que se quedaba impregnado en su cuerpo  cada que estaban juntos, como un recordatorio de su presencia, no sabía qué decir, simplemente estaba ahí, abrazandolo y negándose a soltarlo.

—Hace frío—susurró contra su cabello.

—¿Qué estabas haciendo antes de que te llegara mi mensaje?

—Me preparaba—dijo riendo—. Estaba a punto de ir a tu palacio.

SeokJin rio contagiado, se levantó ligeramente y recargó en su pecho, le miró profundamente. Namjoon acaricio su mejilla con los nudillos.

—¿Ibas a verme? Pensé que estabas con una de ellas.

—No, no he podido verlas desde que desperté o incluso antes, no puedo—chasqueo la lengua—. Quería verte, estaba ansioso.

—Me verías por la mañana—sacó el tema a colación.

—Lo sé—tragó en seco—. ¿Estás listo?

—Supongo que sí, en realidad no lo sé, no lo he pensado. Namjoon yo...

—¿Si?

—No te cases con Jisoo—susurró—. No con ella, hazlo con alguna de las demás chicas, pero no con ella.

—¿Por qué no? —preguntó entrecerrando los ojos—. Dime tus razones.

—No confío en ella—suspiró sentándose, llevando la sábana sobre su cuerpo—. Y porque no quiero verte con ella. No puedo aceptarlo, no con ella Namjoon.

Namjoon se sentó frente a él y le observó a los ojos. —¿Entonces quien? ¿A quién aceptarías para ser mi esposo?

—A cualquier otra persona—desvió la mirada.

—Bien, ayúdame a elegir, tomaré como esposa a quien tu me digas, hay una de ellas, Rose es la menor, hace poco comencé a salir con ella, es divertida, pero demasiado inocente, no está hecha para la vida en el castillo pero su sonrisa siempre alegra los días, Dahyun, bueno, es una fiera cuando lo quiere, no le importa hablar, nunca se queda callada, la más seria LeeHi, no son afín, siempre que estamos juntos el silencio nos calla, pocas veces la he llevado a mi lecho, sin embargo, es amable y servicial, su hermana por el contrario Ailee, ella es lo que una reina debería ser, amable, carismática, hermosa, servicial, siempre esta al pendiente de mi y es quien era mi favorita, disfruto de sus platicas, creo que ella podría ser la indicada ¿No lo crees?

SeokJin mantenía la mirada baja con las manos empuñadas, su corazón latía con fuerza, quería golpearlo, hacer que callara.

—No lo sé—se levantó y caminó a la ventana, tomando con fuerza la sábana.

—O mejor aún, hace tiempo conocí a un muchacho—dijo al tiempo que se ponía de pie y caminaba hacia él—. Desde que lo conocí no puedo sacarlo de mi mente—SeokJin cerró los ojos con fuerza, sintiendo aquello como una puñalada, una humillación—. Es hermoso, puedes ver el universo en sus ojos, amable, tierno, pero tiene una lengua filosa, su cuerpo, es el mejor amante que he tenido, no puedo dejar de pensarle, ni puedo sacarme de la mente el aroma de su piel, me gusta, porque estoy seguro de que portará la corona con elegancia...

—Basta—susurró con un nudo en la garganta.

Namjoon se posicionó detrás de él, pasó su nariz por su cuello y rio. —¿Quieres saber quién es?

—No—negó—. No tienes que ser cruel.

Lo abrazó con fuerza. —Se llama Kim SeokJin—susurró en su oreja—. Eres tú, no puedo Jin, no puedo casarme con nadie más, porque tú eres mi esposo. Si nos separamos, no desposare a nadie.

SeokJin soltó el aire que sin saber había retenido, se volvió y lo miró, sin importarle que este viera sus ojos cristalinos, Namjoon tomó sus mejillas.

—Sé que te dije que te dejaría ir, lo prometí y no pienso cambiar de opinión, pero, SeokJin, no podría tener a alguien reinando a mi lado sabiendo que ese es tu lugar, pensé que sí, hace dos meses estaba dispuesto a hacerlo, pero ahora entiendo que no puedo.

—Namjoon—murmuró—. ¿Por qué me dices esto?

—Por la misma razón que me llamaste a venir aquí, porque ambos sabemos que no podemos estar alejados del otro, entonces dime ¿Qué haremos?

—No lo sé—chasqueo la lengua—. No es como si pudiéramos dejar todo de lado y simplemente volver,  sabes que no podemos hacer eso, no cuando han pasado tantas cosas, no cuando las tienes a ellas, estoy confundido porque una parte de mi queire ese divorcio, pero otra, quiere creer que podemos estar juntos.

—Entonces, esto es una despedida ¿Verdad? Por eso lo hiciste—suspiró—. Mañana cuando hablemos ante el consejo todo habrá terminado, y nosotros...dejaremos de estar juntos, no habrá nada que nos ate.

—Siempre nos ataran los recuerdos y nuestra hija.

—¿Me dejarías conocerla antes de que te vayas?

SeokJin mordió su labio inferior. —Lo haría, pero, no lo sé, es muy...repentino.

—Entiendo, no quieres que este cerca de ella—asintió—. Sólo dame esta noche, pasa estar a tu lado, como si no fuera el rey, como si fuéramos los mismos chicos que se amaban con pasión, eso es lo que deseo.

—En la mañana todo acabará, tomemos esta noche Namjoon.

Se acercó y besó sus labios, comenzando con el mismo ritual, con las mismas caricias que le llevaban al cielo o le hacían quemarse en el infierno, SeokJin suspiró satisfecho, porque por esa noche lo que deseaba era sentirlo en todo su cuerpo aún si eso traía como consecuencia que se impregnara en su alma.
















—Se habré la sesión con el consejo—dijo JiYong—. Mi señor, su alteza ¿Por qué nos han convocado?






 Mi señor, su alteza ¿Por qué nos han convocado?

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El Rey Del Recuerdo *Namjin* حيث تعيش القصص. اكتشف الآن