58

10K 1.6K 282
                                    

La sangre de su cuerpo huyó, comenzó a temblar sintiendo el frío en toda su extensión, miraba que la persona frente a él hablaba pero no podía escucharlo.

Sus dientes castañaban mientras sus lágrimas mojaban su rostro contraído en el más impune dolor, sus manos se hicieron puños y buscó estabilidad. Se perdió, en ese momento de crítica respuesta perdió la capacidad de control. Namjoon le observó preocupado

—La recuperaré, lo prometo—susurró al borde del colapso, porque frente a sus ojos SeokJin se estaba desmoronando.

Aquellas palabras fungieron como un catalizador para el tornado que era su interior, sollozó con fuerza sintiendo las piernas débiles, como si de un bebé se tratara, tan desprotegido pero también tan molesto.

—Es tu culpa—sollozo—. ¡¿Dónde esta mi hija?! —gritó casi desgarrando su garganta.

Namjoon de alejó un paso por el grito, boqueó incapaz de responder. SeokJin  siguió temblando lleno de angustia. Estaba seguro de que en el mundo no existía un dolor tan inhumano como el que estaba viviendo, hubiera deseado mil veces otra clase de tortura.

—Jin—dijo Namjoon tratando de acercarse—. Amor escucha.

—¡Ni sé te ocurra tocarme! —sollozo—. Mi bebé, mi niña....por dios, debe estar asustada—pensaba en el rostro de su hija y en lo necesitada que estaba, nadie sabía sus cuidados especiales, gruño furioso—. Mi hija...dios mío por favor devuélveme a mi bebé—suplicó con las manos en el corazón.

Verlo destrozado fue para Namjoon el peor golpe de realidad. A lo largo de su reinado se había hecho de enemigos, estos nunca tuvieron nada para lastimarlo, pero ahora le habían clavado la estaca en donde más le dolía y eso era en SeokJin. Se acercó nuevamente para abrazarlo, para decirle que a pesar de todo el dolor él iba a hacer lo necesario para traer sana y salva a su hija, quería conocer a ese pequeña niña, cuidar de ella, ser el padre que nunca tuvo la oportunidad de ser.

SeokJin se alejó. —¡Esto es tu culpa! —gritó encarandolo—. Nosotros estábamos bien, éramos felices juntos, yo cuidaba de ella y la criaba en silencio ¡Nunca te moleste! Nunca te llamé cuando estaba enferma, cuando se sentía sola, cuando...—callo para no decir algo que era innecesario en ese momento—. ¡¿Por qué me arruinaste la vida de esta manera?! ¿No te bastó con destrozarme? ¡Ellos te quieren a ti...no a mi hija

—Jin, yo no quise ponerlos en peligro—comenzó mortificado—. Es lo que menos quería, te lo juro por la memoria de mi madre.

—¡Pero lo hiciste! Lo has hecho durante años ¿No te das cuenta? Si pierdo a mi hija de mi ya no queda nada ¡Te odio maldita sea! Odio el instante en que nuestras vidas fueron enlazadas ¡Yo quería ser feliz! ¿Y que he obtenido? He sido humillado, abusado, violado, golpeado, destituido, odiado, abandonado, engañado y ahora he perdido lo que más amo en este mundo ¡Lo único que me mantuvo con vida!

Namjoon se acercó aún y cuando sabía que SeokJin no se detendría, le quiso abrazar, pero el pelinegro se puso de inmediato a la defensiva, le alejó las manos con rudeza, pudo separarse pero no lo hizo, siguió insistiendo, SeokJin en un momento de desesperación y enojo le golpeó, le propició una fuerte bofetada en la mejilla derecha, Namjoon hizo una mueca de dolor, pero lo dejo pasar, siguió recibiendo golpes ahora en el pecho y en los brazos, los puños de Jin eran pesados por lo que aseguraba que se ganaría algunos moretones. Le tomó con fuerza las muñecas mirando como se retorcía por liberarse, no aflojó su agarre a sabiendas que este era tan fuerte que podría marcarlo, estaba preocupado por sus movimientos en su estado, le miró fijamente.

—Sé que no puedo pedirte esto, pero debes confiar en mí—suplicó con voz dura.

—¡Vete a la mierda! —gritó tratando en vano de soltar se agarre y seguir golpeándolo.

El Rey Del Recuerdo *Namjin* Where stories live. Discover now