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—¿Está seguro que quiere hacer esto? —preguntó por tercera vez, manteniendo esa mueca de angustia y la mirada triste—. No vas a morir.

SeokJin suspiró y asintió. —Dámelo—extendió la mano por las rejas.

Mark chasqueo la lengua, estaba preocupado por lo que su señor deseaba hacer, sin embargo le tendió unas hojas de pergamino y un tintero. SeokJin tomó entre sus manos aquellos objetos sintiendo un nudo en la garganta.

—Jin ¿De verdad quieres hacerlo? ¿Crees que es la forma correcta de decirle la verdad? 

—E...es lo mejor—susurró afligido—. No es momento para esto, no me hagas dudar, si algo me pasa, si Namjoon no despierta a tiempo y tengo que pagar, quiero que le des esto, si sobrevive tiene derecho a saber la verdad. Aunque no sé lo que está causará.

—¿Qué hay sobre el bebé? — murmuró dolido al ver los ojos de su viejo amigo que reflejaban mortificación.

—Aún no sabemos si hay bebé Mark, esto es sólo para asegurarme de que mi muerte no será en vano, seguiremos pensando que no hay forma de que este esperando al hijo del rey, porque si eso pasa, no moriré, pero estaré prisionero, y no pienso tener un embarazo estando encerrado. Así que no puedes decir nada.

—Esto podría considerarse como un acto de traición Jin—dijo muy bajo, lo suficiente como para no ser escuchado por los guardias—. No puedes ocultar algo tan importante.

—Pero sólo lo sabemos nosotros dos—le sonrió ladino alargando la mano y tomando la suya—. No me juzgues, sabes bien que esto para mí es difícil, vivo con el miedo de no ver a mis hijos, no quiero pensar que la semilla de Namjoon ha germinado en mí, y que él leerá está carta, sabiendo que no es el único hijo que hemos perdido.

—No lo hago, recuerda que siempre te apoyaré—suspiró para después regalarle una sonrisa amable.

—¡La visita terminó! —dijo uno de los guardias en voz alta.

Mark gruñó y apretó la mano de SeokJin. —Te veré mañana por la mañana, todo estará bien, yo cuidaré esa carta hasta el momento...que espero no llegue.

SeokJin asintió no muy convencido. Mark se alejó dejándolo solo. Se levantó con seriedad, teniendo las manos llenas, en la celda sentado en la cama observó con temor el tintero y las hojas, tenía que ser cuidadoso sino quería que alguien viera lo que estaba a punto de escribir. Las palabras de Mark le daban vueltas en la cabeza, porque tenía otro problema, no estaba seguro si las noches que había pasado con Namjoon sirvieron para engendrar un nuevo bebé, pero no quería arriesgarse a decir en voz alta sus dudas, no cuando sus emociones estaban divididas y su vida dependía del despertar de Namjoon.

Esa noche tendría que escribir dos cartas, una relatando la verdad que celosamente había intentado esconder durante años, y la orden para que Ken buscara a sus hijos y los llevará lejos, no podría confiar en nadie. Todos parecían traidores a sus ojos.

Había pasado una semana en ese lugar y estaba por volverse loco, lo habían tratado como un prisionero con ciertos "beneficios" como obtener la comida de Mark o ver a JiYong quien le aseguraba que sus pequeños estaban bien, aunque en sus ojos podía ver la preocupación marcada, estaba seguro que Tzuyu no dejaba de preguntar por él y YeonJun no dejaba de llorar. Sus hijos eran muy cercanos a él. 

Suspiró mirando la pluma en sus manos, que pesaba más que sus pensamientos, con lágrimas en los ojos comenzó a escribir, de igual manera no sería la primera vez que haría algo doloroso por el bien de Namjoon.

Estaba decidido a pedir a la mañana siguiente un té especial a Mark, el que le aseguraría de acabar con lo que estuviera en su interior, si es que había la posibilidad de un embarazo, no sería la primera vez que perdía un hijo. Aunque la primera no fue su elección, tembló al recordar el rostro de aquel hombre que le arruinó la vida, quien le arrebato su felicidad, esa noche no sólo perdió a Namjoon sino al bebé que llevaba en el vientre. Sonrió con melancolía, ese era su secreto, uno que se llevaría a la tumba. Sin esperar más para no poder pensar en el arrepentimiento escribió aquella verdad que causaría un derrumbe en la perfección del reino de Scarlanding.

















El Rey Del Recuerdo *Namjin* Where stories live. Discover now