El Rey Del Recuerdo *Namjin*

97

El silencio sepulcral inundó aquel campo, SeokJin miró alrededor con los ojos ardiendo, quería salir corriendo, pero llevar a su hijo en brazos y tomar de la mano a Tzuyu, quien tenía sujeta a YeonJun se lo impidió. El nudo en su garganta rompía con cada lamento que lanzaba al cielo, se encontraba confundido y dolido, aún no podía procesar lo que había ocurrido.

El llanto de su pueblo, sus amigos en completa seriedad y el consejo muerto de la desesperación, todos sumidos en el dolor, mirando a sus seres queridos reducirse en cenizas.

Sintió que su pequeña le jalaba la mano, la miró, sus ojos parecidos a gemas preciosas brillaban por la tristeza

"¿Papá regresará?"

Trago en seco mordiendo su labio inferior, sin saber cómo decirle a esa pequeña princesa que nuevamente estaban solos. Así que se limitó a mirar al frente, manteniendo sus ojos fijos en las llamas.

Buscaron por horas, mientras la batalla se glorificaba en una victoria contra el enemigo, habían sido dos días de intensa búsqueda, pero nada, no habían podido encontrar el cuerpo de Namjoon, se había ido y ni siquiera tenía un cuerpo al cual llorarle. Todo aquello estaba siendo muy difícil, demasiado, sentía que su interior se estaba contrayendo en un dolor constante, uno que jamás podría parar, porque había perdido al amor de su vida.

—Trajimos algo para ti—dijo Yoongi adentrándose en la oficina, en donde se había escondido, escapando de las miradas llenas de lástima y las palabras de aliento, no las necesitaba.

Yoongi llevaba en sus manos una caja cuadrada color oro, Jungkook a su lado suspiró, había mantenido aquella máscara de seriedad, justo como hacía en los momentos de dolor, sólo con Taehyung podía ser él mismo. Se sentaron frente a él. SeokJin con el rostro acartonado, miró que se trataba de una urna. Negó.

—No la quiero.

—Sé que no está aquí, pero es algo simbólico—dijo Yoongi con un nudo en la garganta.

—Namjoon no está muerto—dijo con seriedad. Haciendo que la piel de sus amigos se erizara.

—Jin, sé que es difícil, no te juzgamos, estamos para ti, pero Namjoon, es imposible que haya sobrevivido, dijiste que fue herido antes de caer.

—Él pudo levantarse y defenderme, tenía la fuerza para hacerlo, Namjoon no está muerto, sin su cuerpo, yo sé que no murió.

—Jin...

—Tal vez esté en una isla, o alguien lo tiene, en un barco. Está vivo, lo siento en mi corazón, Namjoon no murió.

Jungkook soltó el aire. —Es difícil y doloroso dejar ir a quienes amamos, no puedo llegar a entenderte, pero sí comprendo el dolor de perder para siempre a las personas que amas, sabiendo que no serás capaz de verlas de nuevo, eso lo sé, pero Jin, esa esperanza que tienes. Es imposible.

SeokJin les miró con frialdad. —Si fuera Jimin—miró a Yoongi—. Si fuera Taehyung—desvió la mirada a Jungkook—. Dejarían de buscar.

Yoongi y Jungkook se quedaron en silencio por unos momentos, ellos mismos estaban sufriendo por la murte de su amigo, no se imaginaban lo que Jin estaba sintiendo, aunque querían hacerlo entrar en razón, una parte de ellos quisieran que sus conjeturas fueran reales, pero era imposible, pensaban que hasta que Jin no tuviese un cuerpo al cual llorar, no dejaría el tema.

—Nunca—dijo Yoongi.

—Jamás lo haría—siguió Jungkook.

—Entonces, entienden que no pararé de buscarlo, porque yo sé que Kim Namjoon está vivo.

—Te ayudaremos, si ese desgraciado está en algún lugar, nosotros lo encontraremos.

SeokJin sonrió con cariño y tristeza. —Gracias por estar aquí—sus ojos se llenaron de lágrimas—. Sin ustedes, yo no habría podido, no puedo, sin él no puedo—sus labios temblaron al tiempo que las lágrimas recorrían sus mejillas—. Jamás podré hacerlo sin él.

—Nos tienes a nosotros—dijo Yoongi levantándose e hincándose a su lado para tomar sus manos—. No te dejaremos solo Jin, se lo prometimos a él y te lo prometemos a ti.

—Gracias—asintió bajando la mirada, porque el dolor que estaba experimentando en ese momento era el peor, ni siquiera podía respirar, pero en su mente y corazón había algo que le gritaba que Namjoon estaba con vida y no pararía hasta encontrarlo.

Jungkook entró a la sala, mirando alrededor, sentado en una silla, con una botella a medio terminar estaba Hoseok, se acercó a él, se sentó cerca con un suspiro.

—Era tú hijo ¿Verdad? —preguntó con una mueca—. Antes de...todo, Namjoon nos platicó sobre el verdadero origen de Jaehyun.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó con voz ronca.

—Los vi, cuando era niño, nunca dije nada, pero ahora...Hoseok ¿Cómo te sietes?

—Tú también perdiste un hijo, uno que apenas nacía, Jae era eso para mí, no supe de su existencia, hasta que JiYong me lo dijo, lo conocí años atrás, cuando tenía cinco años, el rey le dio la orden a mi padre de buscarlo y llevarlo con él, nos dijo que era suyo, lo creí, porque Taeyeon me dijo que había nacido muerto, no sé por qué lo ocultó, JiYong dijo que era para protegerme y protegerlo, no puedo dejar de pensar que lo dejé con él, era un niño inquieto, en todo el viaje sólo preguntaba cosas, yo era muy joven para saber lo que era ser padre, ni siquiera supe que era ser un padre.

—Lo siento mucho Hoseok—dijo con total empatía, porque él sabía lo que se sentía perder a un hijo que aún no se conocía.

—Le dije que se quedara—dijo con las lágrimas recorriendo sus mejillas—. No hizo caso, pero luchó, lo iba a entrenar, no hubo tiempo, tal vez, si lo hubiera entrenado las cosas serían diferente, no lo sé. Pero él luchó. Estoy orgulloso de mi hijo Jung Jaehyun.

—Era valiente, decidido y tenaz, justo como su padre, era como tú y murió con honor.

—Estoy maldito, todo lo que llego a amar muere—susurró bebiendo de la botella—. Jamás volveré a amar.

—Hoseok...eso no es verdad.

—Lo es Jungkook, pero no importa, la soledad nunca fue un problema—rio por lo bajo a pesar de las lágrimas—. Vamos a beber.

—Vamos a beber. 

💚