91

5.6K 845 250
                                    

Entró a la habitación como todas las noches, en los últimos días, el castillo se había vuelto más silencioso y tenso, todos estaban esperando la gran celebración de la mascarada. Ellos se encontraban nerviosos, los días eran largos y las noches demasiado cortas para poder descansar, parecía estar corriendo en círculos, se sentía de esa manera, desesperado por no ser capaz de salir de aquel laberinto, día con día crecía la anguatia, no quería a sus hermanos cerca.

Sin embargo, aunque la fiesta estaba a días de susitarse, esa noche tenía algo muy diferente preparado, se acercó a la chimenea, en donde SeokJin estaba alimentando a Soobin, con lástima podía decir que sus pendientes no le dejaban estar cerca de sus hijos, Tzuyu, Yeonjun, Mina, JiEun y Soobin crecían día con día y él se lo estaba perdiendo, pero, de salir las cosas bien, se aseguraría de pasar tiempo con ellos.

—Hola—dijo con un suspiro.

SeokJin le miró con una media sonrisa. —Hola ¿Terminaste?

—No, pero hoy quería llegar a la cama antes—se acercó para acariciar los cabellos de su hijo—. ¿Casi duerme?

—Le falta poco ¿Por qué?

—Llama a su nodriza—dijo con una sonrisa picarona—. Nosotros tenemos cosas qué hacer.

—¿Qué cosas? —elevó una ceja.

—Es una sorpresa.

SeokJin se encogió de hombros, miró como Namjoon se ponía el pijama, sonrió ligeramente, esos días no había descanso, pero intentaba estar despierto para cuando Namjoon regresara, así podría verlo, hablar un poco y dormir en sus brazos.

—¿Cómo está Yoongi? —preguntó meciendo al bebé.

—Malhumorado, está bebiendo más de lo normal y entrenando como una bestia. ¿Cómo está Jimin?

—Se ha mantenido al margen de las conversaciones, la mayor parte del tiempo se la pasa en su habitación atendiendo a sus bebés, han pasado sólo dos días, pero la distancia parece mucha ¿Crees que lo resuelvan?

—Sí, pero no por el momento, mucho menos estando aquí, cuando ellos regresen a su hogar las cosas serán diferente, porque lo que creen una amenaza estará lejos. Yoongi está peor que el día que Mark lo dejó, me atrevo a decir que no ama a Jimin como lo amó a él, parece que Jimin es lo que lo mantiene cuerdo, lo ama demasiado.

—Jimin también lo ama, pero es joven—suspiró—. Espero que Yoongi no se comporte como un idiota, merecen ser felices.

—Igual que nosotros. Estoy ansioso porque todo acabe, quiero descansar.

SeokJin se levantó con cuidado poniendo a su pequeño en su cuna, suspiró y asintió sin mirar a Namjoon. —¿A dónde vamos?

—Le diré al guardia que llame a la nana. Espera aquí.

Le dejo confundido, pero entusiasmado, no pasó mucho tiempo para que regresara junto a Irene, quien hizo una reverencia.

—Cuida de él.

—Sí mi señor—dijo respondiendo al rey.

Namjoon lo tomó a la mano y lo llevo fuera de la habitación, pasaron al lado de los guardias quienes no les miraron, el pasillo estaba iluminado, nunca se quedaba completamente a oscuras, SeokJin lo pedía así, por si sucedía algo con los niños, que dormían en las habitaciones cercanas. Por el recorrido, supo bien a dónde se dirigían, aquel camino se había quedado marcado en su mente para siempre, llegaron al fondo de un pequeño pasillo, Namjoon soltó su mano para tomar una de las antorchas que había alrededor y puso su palma sobre una de las piedras, esta se fue hundiendo poco a poco, con un sonido sordo, una parte de la pared, comenzó a deslizarse a un lado, dejando ver un pequeño pasadizo, oscuro y húmedo.

El Rey Del Recuerdo *Namjin* Where stories live. Discover now