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Habían olvidado cómo eran las mañanas de entrenamiento en Scarlanding, una oleada de recuerdos llegaron a sus mentes, donde todo comenzó, donde pudieron crecer y hacerse hombres, Hoseok seguía siendo el mismo, o tal vez aún más brutal. Era un espectáculo, los reyes junto a sus esposos, y sus hombres, los cuales lucían mucho más emocionados, algunos de ellos aprendían en silencio otras nuevas técnicas de combate, sin duda, para Jungkook y Yoongi, Hoseok lejos de quedarse atrás, avanzaba a paso veloz.

Hoseok miró con una sonrisa ladina al soldado de RyuMoon quien se había ofrecido a pelear contra uno de sus hombres. Ken le observó apacible, antes de comenzar a pelear.

—Es un buen soldado el que tienes ahí—dijo Jungkook con una sonrisa divertida.

—Lo es—asintió SeokJin, haciendo rodar los ojos a Namjoon, aún no le caía bien Ken, pero este demostraba ser un buen hombre y excelente guerrero.

Taehyung estaba mirando asombrado a aquellos guerreros, con los ojos brillantes, y las manos hormigueando, desde niño siempre le gustó observar los entrenamientos, soñaba con poder tomar una espada y pelear, igual o mejor de lo que ellos lo hacían, pero a pesar del entrenamiento de Jungkook, aún le quedaba mucho por aprender.

El soldado de RyuMoon cayó al piso, Ken le sonrió con suficiencia, antes de hacer una reverencia a los reyes. Yoongi negó.

—Unos buenos azotes estaría bien—chasqueo Yoongi.

Jimin le miró con una mueca. —Estuvieron al nivel, no seas así con nuestros hombres. Hasta nosotros debemos entender cuando perder.

—Yo nunca pierdo—bufó.

—Entonces pelea tú.

—No hay soldados que estén a mi nivel.

—Con el general Jung—soltó con una sonrisa ladina.

—Ya no dejaré que te juntes con Jin.

Jimin le guiñó un ojo con coquetería, Yoongi tomó su mano con fuerza y miró al frente. Hoseok ya se encontraba de pie buscando un nuevo espectáculo, miró a Jungkook quien estaba serio observando a sus hombres.

—Elige—dijo Hoseok—. A uno de tus mejores guerreros.

—Bien—asintió con una ligera mueca, miró de soslayo y sonrió—. Ve Taehyung.

Al escucharlo, todos se quedaron en profundo silencio, los soldados del Norte miraron a su rey con reproche, ellos mismos habían visto la manera en la que los soldados de Scarlanding habían derrotado a los mejores hombres de RyuMoon. Taehyung se volvió hacia Jungkook con miedo, sus ojos parecían suplicar que se retractara, pero Jungkook tenía el semblante más frío que el mismo hielo.

—Ve Taehyung—dijo con seriedad—. Es una orden real.

SeokJin entrecerró los ojos, ni siquiera a él Namjoon sería capaz de darle una orden así. —Jungkook...

—Taehyung lo hará—sentenció a pesar de las miradas de desaprobación.

—Bueno, al menos no soy el peor esposo—rio por lo bajo Yoongi.

Jungkook se volvió hacia Taehyung. —Ahora.

Hoseok elevó una ceja, se acercó con una sonrisa burlesca, quería ver hasta donde Jungkook estaba dispuesto a llegar, así que, tomó su espada y se puso en medio del campo de batalla. Namjoon negó, no comprendía lo que estaba sucediendo, pero, dejó que las cosas avanzaran.

Taehyung dio un paso al frente para sorpresa de todos, Jungkook hizo una señal con la mano para que uno de sus hombres le entregara a su esposo su espada, Taehyung siguió avanzando, sentía la mirada de todos puesta sobre su cuerpo, quería negarse, pero, no lo hizo, porque aquello sería una vergüenza y tenía que demostrar que aunque era un doncel, tenía el coraje para enfrentarse ante cualquiera, aún sabiendo que no ganaría.

El Rey Del Recuerdo *Namjin* Where stories live. Discover now