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"No sé exactamente como pasó. Primero quería informarte que Wonwoo estaba en camino ¡Además es tu culpa! ¡Porque fuiste tú quien se sacó los auriculares!"

Jeonghan dijo todo esto rápidamente mientras Mingyu miraba casi con demasiada atención hacia arriba. Observando el aire como si Jeonghan estuviera justo frente a él.

El hombre volvió a levantar la voz:

"Oh, y hay algo que quiero agregar. Cuando mires a Wonwoo, coloca tu mejor cara de inocente, ponte de rodillas y suplica por tu perdón ¿Entendido? Te deseo lo mejor y te bendigo. Voy a estar rezando por ti."

Pensando en los comentarios tan extraños de Jeonghan, Mingyu de pronto se siente como una persona condenada a morir.

"¿¡¡¡Por qué de repente vas a estar orando!!!?"

"Lo repito... Que Dios te bendiga, amor mío."

"Entonces, ¿Estás diciendo que estoy en peligro? ¿Peligro de verdad? ¡Jeonghan! ¡¡Oye, Jeonghan!!"

Y de un momento para otro, la casa pareció hundirse en un aire bastante aterrador y helado... Sin embargo y muy desafortunadamente, las palabras de Mingyu continuaron hasta el final. Jeonghan cortó el contacto primero así que no importaba cuanto gritara o llorara, la respuesta que quería nunca iba a llegar. El hombre tuvo que tragarse todas sus quejas y apagar el aparato.

"¿Qué pasó, jefe?"

"Nada. Él... Soltó algunas amenazas extrañas y luego cortó el contacto. Un verdadero bastardo."

Su cabeza está mareada así que no nota lo temblorosa que está su voz. Mucho menos que ahora parece un niño asustado y desprotegido.

Mingyu sigue caminando en medio de las escaleras, luego se detiene. Respira salvajemente hasta el punto de sacudir su pecho y luego termina sosteniéndose de la barandilla como si temiera que fuera a caer. Estaba tan inquieto que aunque pensó que tenía que calmarse, una y otra vez mientras miraba hacía el suelo, no lo conseguía ni aunque diera lo mejor de si ¿Por qué no podía?

Ahogando un grito, Mingyu se tocó la frente grasienta y luego se rascó... Pero pronto levantó los ojos.

No sabe lo que le espera, solo entiende que Wonwoo viene para acá y ¡Maldición! ¿Jeonghan había querido decirle que quería matarlo? ¡Hubiera sido maravilloso si le hubiera informado si volvió a tener sus recuerdos o no! Jeonghan dejó de hablar con él sin siquiera decirle nada sobre ello y además estaba ese "Que Dios te bendiga"

"Maldita sea, ¿Qué diablos...?"

Murmuró, bastante insatisfecho consigo mismo y con el corazón trabajando con todo su poder ¿Qué hizo mal? ¿Cometió algún otro error? ¿Había algo que ya había recordado? Y como no podía saber a ciencia cierta lo que era, su ansiedad creció y creció fuera de control hasta que se tornó incontrolable... Y, como hacía siempre que estaba nervioso, llevó su dedo a la boca y comenzó a masticar.

De repente, sin embargo, se apartó de su mano y comenzó a mirar con atención a los guardias que todavía lo observaban como si no supieran que hacer para animarlo.

"¿Qué están haciendo? ¡Váyanse ahora mismo! ¡Rápido!"

La orden de Mingyu fue bastante simple y directa pero, con todas las palabras que lanzó, sus expresiones, su dedo y su cara palida, Lucca, Heechul, y los otros chicos que estabas tras de él, hicieron una expresión bastante estúpida.

¿El jefe estaba bien?

Heechul dió un paso al frente: "¿Está seguro?"

Solo entonces, Mingyu abrió todavía más sus impresionantes ojos azules y gritó:

"¿Están los agujeros de tus oídos bloqueados? ¡Dije que todo termina aquí! Terminaron con el trabajo, ahora vayan todos juntos a la salida."

"No hemos limpiado nada así que, los cadáveres aún..."

"¿Y desde cuándo un par de cadáveres son un problema? No van a irse a ningún lado
¡Háganlo después! Wonwoo viene para aquí ahora mismo, ¿Qué acaso no escuchaste? ¡Así que muévete rápido y vete!"

"Señor..."

"... ¿Sabes qué? Mejor quédate tú y yo me voy. Cuando Wonwoo entre al edificio, dile que me fui a las Vegas y que nunca volveré. No, si Wonwoo no es Wonwoo te volverá un colador primero antes de que puedas decir algo. Tienes razón, sigamos con el plan de huir."

"¿Huir?"

"Es ingenioso, ¿Verdad?"

No supo que decir, ni él ni los otros hombres... Es decir ¿Era ese hombre realmente Kim Mingyu? Hace poco, entró sin dudarlo y tomó el control del edificio en apenas un segundo. Era increíble que la persona que había matado a todos tuviera... Tanto miedo. Un traficante de armas espeluznante, sombrío y cruel. Un hombre que es un funcionario de la mafia, pierde la razón cuando se trata de su Omega y se transforma en un idiota incoherente que corre para todos lados y grita "Huyan,
¡Huyan! ¡¡Wonwoo viene!!"
Heechul y Lucca lo miran con los ojos entrecerrados

"No se tú, pero yo ya no lo quiero seguir."

No obstante, cuando la voz de Mingyu sonó escaleras arriba, los hombres que habían estado en el primer asalto y observaron las cosas de las que Wonwoo era capaz, lloraron y gritaron y decidieron entregarse al pánico total. Tuvieron que correr. El nombre de Wonwoo da mucho, mucho miedo, por lo que la gente deja de hablar y obedecen al Alfa.

¡Jeonghan había dicho que iba a rezar! ¡¡Y él nunca rezaba!!

Mingyu, que estaba ansioso y preocupado como un joven que atraviesa un período de exámenes finales, llega con Heechul y lo toma de las manos.

"Heechul... Jeonghan me asustó."

"... Okay "

"¿Significa esto que Wonwoo está lo suficientemente enojado conmigo como para lanzarse de una ventana solo para venir por mi?"

Definitivamente esto era culpa de Jeonghan. Si su advertencia es sincera, entonces hay que hacer algo, ¿Pero qué debe hacer? ¿¡QUÉ!?

***


Poco después de que todas las personas salieran del edificio como si estuvieran escapando de un fantasma, alguien entró.

El hombre miró a su alrededor con bastante asombro. Había polvo gris sobre el espacio apenas iluminado con la luz solar del final de la tarde. Aparte de eso, solo había un extraño silencio. Manchas de sangre en el suelo, muebles rotos y armas desechadas. Daba miedo porque no era un escenario que hubiera esperado. No tenía ninguna idea clara sobre como había sido la brutal batalla de poder entre la mafia, pero parece que fue definitiva y cruel.
Mientras miraba a su alrededor en el primer piso, lentamente sacó una pistola semiautomática de su cintura ...

Hay muertos.

Con muchos nervios, volvió a cruzar la habitación. Las botas negras que llevaba encima parecían pesadas a primera vista. Sin embargo, sorprendentemente, no había ningún sonido en sus pasos. Aunque el hombre no es bajo en estatura ni en físico, miró por todos lados en la habitación sin siquiera darse cuenta de un notario. Sin embargo, cuando no pudo encontrar lo que buscaba, fue directamente a las escaleras que conducían al segundo piso.

Fue cuando pisó el primer escalón que un olor increíble, algo que de repente irritó ligeramente la punta de su nariz, le llegó de golpe hasta meterse incluso en sus pulmones. Como se dio cuenta, levantó sus ojos y se puso en guardia en un instante. Es, un olor que se puede distinguir aunque sea tenue . Un aroma que hace que su cuerpo reaccione por reflejo porque le resulta familiar. Es dulce y estimulante ... Fluye desde el segundo piso por encima de las escaleras, como si lo guiara.

Entonces, cada vez que subía las escaleras una a una, el olor lo envolvía cada vez con más y más fuerza. Dulce, muy dulce . Un aroma que provocaba la necesidad de inhalar más, pero que si lo hace, entonces definitivamente lo va a hacer perder la cabeza.

Caminó por el pasillo del segundo piso, presionando suavemente la punta de su nariz para no obsesionarse con el aroma ... El segundo piso tampoco era muy diferente del primer piso. Hay aire lleno del olor a sangre. Cadáveres, armas y fragmentos de muebles rotos esparcidos en una forma terrible y desorganizada. Pero no parece reparar tanto en esas cosas. Solo, camina y camina, siguiendo el olor que lo tira casi hacia adelante. Como una cuerda invisible.
Entonces, casi al final del pasillo, finalmente se detuvo en una pequeña puertecita de metal. Estaba cerrado, pero es deslumbrante lo espeso que huele ahora y lo intenso que fluye esa fragancia a través de cada hueco. Esta es una difícil situación para él.

Mientras chasqueaba su lengua, no dudó en agarrar la manija de la puerta y girarla hasta provocar un chirrido terrible. Lo que apareció frente a él fue una pequeña habitación. El entorno estaba desordenado, pero no tanto como lo estaba afuera. Parecía un almacén. Las herramientas de limpieza y otros artículos diversos están apilados al azar en una pared. Y en medio de eso, estaba la persona que tanto había estado buscando ...El hombre, sentado en una silla de madera, atado, sin moverse y sin hablar, miró lentamente hacia arriba mientras la puerta se abría casi por completo. La habitación se llenó de un olor oscuro que lo mareó y lo hizo preocuparse casi hasta la locura. Es la única feromona que puede meterse en su garganta, rondar por su nariz y hacerlo también incluso dentro de su boca. Huele más dulce que cualquier otra cosa en el mundo entero.

Inhalando profundamente, entró.

El sonido de la puerta cerrándose a sus espaldas, se escuchaba muy lejano aunque estaba a unos centímetros de él. El hombre, todavía sentado en la silla, fijamente como entraba en la habitación, lo analizó con cuidado y luego tragó saliva. Parecía herido.

Escuchó.

"¿... Wonwoo?"

Por fin, la voz quebrada, esa que lo llamaba por su nombre, le hizo sentir un intenso escalofrío subiendo por su espalda. Evidentemente se debía a su feromona ... Su cuerpo, el que ya se ha derretido, reacciona a él como lo ha hecho desde el instante mismo en que lo conoció.
Wonwoo caminó en su dirección.

Meanie 2Where stories live. Discover now