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Cuando se acercó lo suficiente como para quedar de frente a las rodillas de Mingyu, levantó la mano y le apartó el cabello de la cara...

Fue un hombre débil. Temiendo hacerlo enojar y como si se tratara todavía de un niño pequeño, se puso a si mismo en esa extraña situación mientras arrojaba un montón de feromonas por los alrededores como si fueran migajas de pan. Wonwoo no tiene más remedio que dejarse llevar, aunque conoce al hombre mejor que nadie y entiende que este es solamente un truco estúpido.

Wonwoo no soltó el arma que sostenía en la mano, solo lo mira. Era como si no lo conociera, igual a si fuera un completo extraño... Porque lo tocaba en todas direcciones mientras que Mingyu, todavía aparentando mucho dolor, se queda sentado en silencio y respira lento...

Wonwoo, que seguía mirando al hombre de arriba para abajo, extendió los dedos y envolvió su brillante cabello rubio entre ellos... Abrió los labios, despegó la lengua del paladar y lo enfrentó:

"¿Me estuviste esperado?"

Cuando se lo preguntó, en una voz realmente baja, Mingyu cerró los ojos un momento y dijo:

"No tengo más remedio que hacer eso. Estoy atado".

"¿Y los otros?"

"No necesito a otros, vine por mi cuenta". Él respondió con una voz realmente perezosa, volvió la cabeza y puso su boca sobre la muñeca de Wonwoo, que seguía bajando los dedos por su cara como si quisiera grabarse la forma de sus pómulos, el calor de su piel... Por eso, cuando sus labios tocaron su mano, una sensación de hormigueo se extendió terriblemente hasta hacer que temblara. "Porque estaba confiando en que vendrías a salvarme. Desde el principio hasta ahora, he creído completamente en ti"

"Puede que haya venido a matarte".

"¿Tú? Por favor." Con el ridículo sonido de una risa, Mingyu fingió estar absolutamente tranquilo y convencido de sus palabras... Aunque la verdad es que se estaba muriendo de miedo hace solo unos minutos. "No eres capaz."

Le lamió la muñeca... Y debido a que se trataba de un espacio cerrado sin sonido, se pudo escuchar perfectamente la forma en la que hacía danzar su saliva.

"En realidad quería dispararte". Wonwoo suspira ante la emoción que siente cada vez que su lengua sube y baja por su su mano... "Tal vez, en una pierna."

"¿A mí? ¿Ibas a disparar?"

"Si... Porque pusiste tu pene frente a ese, Omega bastante lindo. ¿Tu pene siempre fue tan fácil de levantar?"

Wonwoo preguntó con bastante frialdad, mirando a Mingyu con los ojos ligeramente cerrados, tal vez debido a la nueva intensidad de las feromonas. La diferencia entre la temperatura de sus manos y la temperatura de su voz es tan notoria que es imposible saber cual es la real así que, el hombre atado abre mucho sus hermosos ojos azules y mira a Wonwoo. Era una cara vaga, como la de una persona que no puede creer en lo que escucha. Quizá, realmente le había sorprendido...

Lo observa, parpadeando y parpadeando hasta que al momento siguiente curva los labios. Parecía no poder soportarlo más, así que lo abrazó.

"¿Qué estás haciendo? ¿No estabas atado?

"Fingía estar atado... Para atraparte cuando fuera el momento correcto".

"Eso es malvado."

"Siempre soy malvado. No eres nuevo enfrentándote a mi".

Entonces Mingyu empujó la cintura de Wonwoo con fuerza entre sus brazos y lo sujetó hasta lograr que terminara sentado en su regazo, con las piernas abiertas a cada lado y su pequeña cara de frente a la suya. Luego, la pistola se le resbaló de las yemas de los dedos y cayó al suelo con un sonido fuerte y seco.

"Ah, ¿Ya dejaste caer el arma? ¿Significa que gané?"

"¿No crees que pueda ganarte porque no tengo un arma?"

"No, no lo creo".

Mingyu negó suavemente con la cabeza y luego le acaricio con lentitud la espalda, como si fuera esta
parte lo que más había extrañado en todo este tiempo. Lo abrazó con fuerza y luego lo besó en el mentón... Wonwoo es un gatito obediente en el regazo de Mingyu, con las piernas temblorosas y los brazos sobre sus hombros.

Desde el momento en que entró en la habitación y cerró la puerta, el calor fue aumentando gradualmente hasta que se volvió en algo que ya no soportó.

"Tu memoria... Has vuelto perfectamente".

Meanie 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora