ONE SHOTS II

𝘞𝘰𝘯 𝘏𝘰 𝘏𝘰 𝘏𝘰

"Bebé"Sentiste que algo te pinchaba el brazo y tus ojos se abrieron lentamente. Wonho te miró con una sonrisa suave y un poco de cabello cayendo sobre sus ojos."¡Es Navidad!"Gemiste y rodaste, lejos de él. Anoche te quedaste despierta hasta muy tarde, terminando de envolver los regalos y preparando la comida para la fiesta a la que asistirían más tarde, y no podías creer que tu novio te estuviera despertando como un niño emocionado. Envolvió sus brazos alrededor de ti por detrás, acariciando su rostro entre tu cuello y tu hombro, tratando de despertarte."¿No quieres abrir regalos?" Preguntó, y volviste a gemir."Ah", dijo, como si se le hubiera ocurrido una idea, luego se separó de ti y dejó la cama.

Echabas de menos su calidez y sentías curiosidad por lo que estaba haciendo, pero estabas demasiado cansada para levantarte y preguntar. Escuchaste un crujido en la cocina y, después de unos 15 minutos, te sentaste contra la cabecera, con el edredón sobre el regazo. Wonho apareció en la puerta del dormitorio un momento después, cargando dos tazas navideñas de colores brillantes que contenían algo caliente.Te entregó uno y tú sonríes a medias.

"¿Realmente hiciste café?" Preguntaste, él ni siquiera era de los que iban a la cocina, y mucho menos usaban algo allí."Puedo hacer algunas cosas" dijo Wonho, metiéndose en la cama a tu lado. Te sentaste y bebiste en silencio el dulce líquido, cerrando los ojos un momento para saborearlo.

Cuando abriste los ojos, había una pequeña caja blanca con una cinta roja atada en tu regazo, y miraste a Wonho con curiosidad."¿Pensé que dijimos que no nos íbamos a regalar nada este año?" Tu preguntaste. Con todo lo que ustedes dos tenían, estuvieron de acuerdo en que no necesitaban el estrés adicional de comprar un regalo el uno para el otro. Además, tenían muchos de amigos y familiares."Solo ábrela" instó, ofreciéndose a tomar tu taza y dejandolas en la mesa de noche, mirándote ansiosamente.Tiraste de la cinta y se deshizo, liberando la tapa. En el interior, sobre una cama de algodón blanco, había un hermoso broche en forma de muérdago. Tenía tallos de oro con hojas verdes con piedras preciosas y dos bayas de piedra rojas. Jadeaste mientras brillaba bajo el sol de la mañana."Pensé que podrías usarlo para la fiesta esta noche"Lo miraste asombrada y sus ojos brillaban felices.

"Te odio" dijiste, con la voz quebrada, y él se rió."No es la reacción que esperaba" bromeó.

Tus ojos se llenaron de lágrimas, pero te contuviste, sacando el broche para estudiar sus relucientes accesorios."Te odio porque lo amo mucho y yo no te compré nada", casi hiciste un puchero cuando lo volviste a poner. "Es tan hermoso, gracias"

"Oh, hay algo que todavía puedes darme", sonrió y luego señaló el broche. "Puede que no sea un muérdago real, pero creo que tiene el mismo significado"Sonreiste y entendiste el punto, ahuecando tu mano debajo de su mandíbula e inclinándote para besarlo con fuerza en los labios. Fuiste unas cuantas veces más, lo besaste una y otra vez y él se rió contra tu boca, una mano agarrando tu cintura para jalarte y asegurándote de que te quedaras allí esta vez. Te reíste, pero se desvaneció lentamente cuando él te atrajo a un abrazo más apasionado. Se sentaron en la cama tiernamente abrazados en los brazos y los labios durante un rato, hasta que tuvieron que salir a tomar aire.

Su sonrisa era amplia y complacida. "Feliz Navidad"

Las amo besties

Inviten recalentado