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"¿Quieres qué?" Las cejas de Hoseok estaban mezcladas con la línea del cabello y sus mejillas estaban más rojas que nunca una vez que tu petición llegó a sus oídos. "Quiero chuparte los pezones".
"Te gusta chuparme las mias, entonces ¿por qué no puedo hacer lo mismo con los tuyos?" Él no respondió, tenía los ojos bajos, presumiblemente mirando su propio pecho.
"Quiero decir, supongo que podrías. ¿Vamos a hacer esto ahora o la próxima vez que tengamos relaciones?" Incluso sus orejas estaban enrojecidas por la vergüenza cuando volvió a mirarte, vio que tus ojos estaban llenos de lujuria y que esos mismos ojos no estaban mirando su rostro.
"No quiero esperar, pero como esto será nuevo para ti, podemos hacerlo cuando quieras". Hoseok lo pensó por unos segundos, flexionando sus pectorales y luego soltándolos, mirándolos debajo de su camisa. Parecía casi inseguro, que era lo último que debería sentir.Levantando la vista de su pecho, hizo contacto visual contigo, y aunque estabas mojada ante la idea de jugar con su pecho como él lo hacia con el tuyo, le ofreciste una suave sonrisa. Recibió el mensaje inconscientemente y asintió.
Él fue el primero en dar un paso hacia ti, pero tú no te quedaste atrás. Tus labios se encontraron primero y tus manos se posaron sobre su firme pecho, siempre las dejabas ahí cuando lo besabas pero esto parecía diferente.Normalmente, tus manos permanecerían planas sobre su pecho, pero esta vez apretaste y escuchaste el jadeo que escapó de su boca. Hizo que tus labios se desconectaran y te inclinaste hacia atrás para mirarlo. "¿Quieres seguir?" Esto era nuevo para él y no querías apresurar nada.
"Por favor, no pares". Simplemente sonreiste y comenzaste a caminar hacia atrás, fuera de la cocina y hacia la sala de estar. Hoseok te siguió inmediatamente, lo suficientemente cerca como para que tus manos extendieran la mano y agarraran el dobladillo de su camiseta sin mangas.Hoseok se acercó para volver a conectar tus labios, pero antes de que le permitieras hacer eso, le sacaste la camisa por la cabeza, revelando por qué has estado babeando desde que lo conociste. Sus pectorales. "Joder, Hoseok, me encantan". Viste el sonrojo que apareció en su rostro y luego te inclinaste para llevar tus labios al nivel en el que estaba su pezón derecho.
En lugar de envolver instantáneamente tus labios alrededor del pezón, lo usaste para trazar tus labios, sintiendo el ligero cosquilleo que provocaba la fricción. Podías sentir los ojos de Hoseok mirándote, casi con curiosidad. Pero todavía estaba consciente de sí mismo. "Oye, um, ¿podemos mover esto al sofá o al dormitorio para no estar parados en medio de la habitación y puedes quitarte la camisa también?"
Te reíste de su timidez, pero aun así lo llevaste al sofá. Empujándolo para que se sentara, te levantaste el tiempo suficiente para quitarte la camisa y luego te sentaste a horcajadas sobre su regazo. Jadeó una vez que el calor de tu entrepierna estuvo contra su miembro endurecido. Aunque llevabas shorts y Hoseok, un par de pantalones cortos de baloncesto holgados, todavía podían sentirse el uno al otro.
