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Seungcheol
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Te empujan contra la pared de tu entrada con un grito ahogado casi tan pronto como pones un pie en la casa. Seungcheol te enjaula, con los brazos junto a tu cabeza mientras su cuerpo se presiona contra el tuyo. La puerta se cierra con su pie cuando sus labios comienzan a atacar tu cuello.
Inclinas tu cabeza hacia atrás contra la pared con un golpe, dándole más acceso a tu cuello y mandíbula sonrojadas. Puedes sentir la sonrisa en sus labios por la forma en que gimes cuando levanta la pierna para presionar su muslo contra tu entrepierna.
Tu vestido se ha subido hasta tu cadera por lo mucho que te retorcías en el camino aquí.Él puede sentir lo necesitada que estás, siendo esa la razón por la que llegaron temprano a casa de la fiesta en la que ambos estaban hace solo veinte minutos. Lo habías estado molestando toda la noche, con tu vestido diminuto y tu baile provocativo."¿Te gusta burlarte de mí delante de todos?" Lo escuchas respirar, apartándose de tu cuello para mirarte.
Cuando te niegas a mirarlo a los ojos, te agarra la barbilla y tira de tu cabeza para mirarlo. Tiene esa sonrisa diabólica en sus labios. En una fracción de segundo, te quita el vestido, lo tira al suelo y te deja solo con las bragas.
"¿Sin sostén?" Él hace una mueca, su mano subiendo para tocar tus pechos expuestos. Él mantiene sus ojos fijos en tu cara mientras sus dedo juegan, frotando y jugando solo para ver tu reacción.
Él observa la forma en que te muerdes el labio, conteniendo tus gemidos y moviendo la cabeza hacia atrás para exponer las nuevas marcas en tu cuello. Solo ver esas marcas lo tiene endurecido en sus pantalones. Su mano se pasea desde tu pecho hasta tu cuello, las yemas de los dedos rozan las marcas rojas que ensucian el área.
Él observa la forma en que te estremeces bajo su toque, el cuerpo se pone rígido contra él mientras su mano se envuelve alrededor de tu cuello.
"¿Te gusta eso bebé? ¿Te gusta mi mano envuelta alrededor de tu garganta?" Bromea, apretando los dedos alrededor de tu cuello cuando dejas escapar un gemido y asientes lo mejor que puedes.
Él sonríe cuando ve que comienzas a frotarte contra su muslo, la ropa interior gotea con tu humedad mientras intentas obtener algún tipo de estimulación.
Él uega con la cinturilla de tus bragas antes de que sus dedos se deslicen por debajo de la tela y se deslicen entre tus pliegues."Tan húmeda para mí bebé". Él arrulla, sintiendo lo empapada que estás solo con su mano alrededor de tu cuello.
Las yemas de sus dedos rozan la piel de tu cuello mientras hace que vuelvas a encontrarte con sus ojos oscuros. Él no puede evitar apretar su agarre en tu cuello muy levemente, teniendo cuidado de no lastimarte, pero lo suficiente para que tus ojos se pongan en blanco de placer. Su pulgar frota tu clítoris, sus ojos observan cómo comienzas a retorcerte ante la tan buscada sensación de placer.Desliza su dedo índice en ti, sin encontrar resistencia con lo empapada que estás en este punto. Tu mano sube para agarrar sus hombros, clavando las uñas en ellos cuando agrega su dedo medio.
"Joder Cheol", te quejas, el ruido se desvanece en un gemido agudo mientras él bombea dentro y fuera de ti, curvándolos hacia arriba.Él tiene que contenerse para no correrse cuando tu boca se abre y los gemidos más vulgares salen de tus labios.
"Seungcheol". Te quejas, rogándole más. No puede decir que no, demasiado desesperado por estar dentro de ti.
"Joder", maldice, sacando los dedos y quitando la mano de tu cuello para quitarse rápidamente la camisa, los jeans y la ropa interior. Son arrojados al otro lado de la habitación, descartados en algún lugar mientras él se apresura a presionarse contra ti nuevamente. Él tira tu ropa interior y la une a la pila de ropa alrededor de la habitación.
"¿Lista bebé?" Murmura, sin esperar tu respuesta antes de alinear su punta con tu entrada y empujarse hacia adentro. No puede evitar golpear sus labios contra los tuyos en un beso desordenado y descuidado mientras espera con impaciencia que te adaptes.Tan pronto como le das un asentimiento, él está tirando hacia afuera antes de golpear sus caderas contra ti. Su mano agarra tu cadera, los dedos se clavan en la carne allí para hacer palanca mientras levanta una de tus piernas y la envuelve alrededor de él para que pueda tener un mejor acceso.
Sus embestidas son rápidas y ásperas, golpeando tu punto G cada vez. El sonido de la piel chocando es fuerte y resuena en la habitación solo eclipsado por tus gemidos y tu respiración agitada.
Sintiendote cada vez más cerca de tu propio orgasmo, bajas la mano para jugar con tu clítoris. "¿Vas a correrte para mí bebé?" Él gime, su mano libre sube para envolver tu cuello otra vez.
Él empuje comienza a volverse más descuidado pero mucho más rápido, golpeándote."Córrete para mí", y con eso, el nudo en tu estómago se libera. Dejas escapar un fuerte gemido, tu orgasmo te inunda mientras tu cuerpo se relaja contra él. Su mano se aprieta alrededor de tu garganta, sus caderas tartamudean mientras deja escapar una serie de maldiciones antes de llenarte.
Él sigue moviéndose con empujones suaves y superficiales antes de sacarte y colocarte suavemente de nuevo en el suelo. "Nunca hubiera imaginado que te guste que te ahorquen". Menciona con una sonrisa mientras recupera el aliento. Lo miras, sonrojada porque tú tampoco tenías idea.
"Nunca vuelvas a hablar de esto". Le adviertes, pero por la sonrisa en su rostro, se burlará de ti durante mucho tiempo.
