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Tú y Soobin habían estado juntos por un tiempo y la relación era más fuerte que nunca. Sin embargo, eso no significaba que nunca tuvieran desacuerdos.Un día, ambos estaban sentados en el sofá, discutiendo acaloradamente. La discusión había comenzado pequeña, pero rápidamente se había convertido en algo más grande. Ambos estaban frustrados y molestos, y las lágrimas amenazaban con derramarse de sus ojos.
"Si tú lloras, yo lloraré ─ y eso no será divertido para nadie", dijo Soobin, tratando de disipar la tensión entre ustedes.
No pudiste evitar soltar una pequeña risa ante sus palabras. Soobin siempre tenía una forma de hacerte sentir mejor, incluso en medio de una discusión. "Lo siento, Soobin. Me siento muy triste por esto", dijiste, tratando de contener las lágrimas.
Soobin se acercó y tomó tu mano, dándole un apretón tranquilizador. "Sé que lo haces, cariño. Y entiendo de dónde viene. Pero, ¿podemos tratar de hablar de esto con calma?" dijo, su voz suave.
Asentiste, sintiéndote agradecida por la comprensión de Soobin. Los dos pasaron la siguiente hora hablando sobre su desacuerdo, escuchando las perspectivas del otro y encontrando puntos en común. Al final de la conversación, ambos se sintieron mucho mejor.
Mientras se abrazaban, se dieron cuenta de lo afortunados que eran de tener a Soobin a su lado. Siempre sabia cómo hacerte sentir mejor, incluso en las situaciones más difíciles. Y sabías que mientras los dos se tuvieran el uno al otro, podrían superar cualquier cosa.
"Si lloras, lloraré", susurraste, sintiendo una sensación de consuelo en su abrazo.
"Pero no tendremos que hacerlo solo ", respondió Soobin, su voz llena de amor. "Porque nos tenemos el uno al otro".
