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Era un dia como cualquier otro, excepto que no lo era, en tu hora de almuerzo del trabajo te topaste con personas de tu pasado, uno que no ha sido bastante bueno ni te sentirías orgullosa, después de gritarte cada una de las tonterías que hiciste en aquellos años, y que se rieran en tu cara una vez que trataste de disculparte, solo te quedaba continuar con tu vida e intentar de perdonarte a ti misma por tus acciones pasadas.
"Dios, esta semana fue tan larga", dijo mientras se sentaba en el sofá a tu lado.
"Sí, lo fue", dijiste con un tono sarcástico que casi sonaba enojado al mismo tiempo.
Él no pareció darse cuenta y continuó: "Sí, me alegro de que haya terminado, ¡finalmente puedo pasar el rato contigo!".
"Genial", te encogiste de hombros. No querías parecer grosero, pero en realidad no te sentías bien en absoluto
"¿Oye, Amor?"
"¿Qué?" murmuraste tratando de no mirarlo a la cara mientras sentías lágrimas brotar de tus ojos al recordar lo que las chicas te gritaron nuevamente.
"¿Ocurre algo? Siempre puedes decirme-" fue interrumpido cuando abruptamente te levantaste y corriste al baño. "Amor!" llamó cuando escuchó que la puerta del baño se cerraba.
Seungcheol, Wonwoo, Mingyu, Vernon, Chan:
Tan pronto como cerraste la puerta del baño de un golpe supo que algo andaba mal. Normalmente no te marchas así. Se sentó en el sofá por un momento y suspiró. ¿Estabas enojada con él?
"¿Accidentalmente dije algo estúpido? Dios, soy un idiota", pensó antes de levantarse y caminar hacia la puerta del baño.
Estaba a punto de tocar pero se detuvo cuando escuchó tu llanto silencioso. Sintió que se le rompía el corazón cuando te escuchó esforzarte tanto por ocultar tus lágrimas. Realmente esperaba que no estuvieras llorando por su culpa.
"¿Amor?" preguntó con calma: "¿Estás bien?"
El llanto al otro lado de la puerta se detuvo abruptamente con el sonido de la voz de tu novio, "Sí, estoy bien".
Sabía que era claramente una mentira. No le gustó que trataras de evitarlo porque, como tu novio, su trabajo es cuidarte. "Si estás bien, ¿me dirás lo que pasó?" preguntó.
"Nada", murmuraste.
"Amor por favor dime! ¿Hice algo mal?" suplicaba.
El hecho de que pensara que él era el motivo de tu enojo y tristeza te rompió el corazón. Era perfecto a tus ojos y nunca te ha hecho daño de ninguna manera. Te sentiste culpable y no pudiste evitar llorar más. Te sentiste absolutamente débil. Primero eras una horrible persona y segundo tu novio no lo sabia y se culpaba a sí mismo.
Al escuchar más sollozos tuyos, decidió tomar el asunto en sus propias manos.
"Amor, voy a entrar", dijo. Antes de que tuvieras la oportunidad de reaccionar, irrumpió de alguna manera y te encontró sentada en el suelo ahogándote en tus propias lágrimas. Esta vista rompió su corazón de una vez más y antes de darse cuenta te estaba abrazando fuertemente en sus brazos.
