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El zumbido de emoción llenó el aire cuando Jackson Wang pisó la alfombra roja, las cámaras parpadearon y los fanáticos gritaron su nombre. Vestido con un elegante traje negro, irradiaba confianza y cada paso rezumaba carisma. Pero en medio del caos de las luces intermitentes y el clamor de la multitud, hubo algo que lo dejó completamente sin aliento.
Tú.
Allí de pie, radiante y resplandeciente, eras una visión de belleza que le dejaba sin aliento. Tu vestido abrazaba tus curvas en todos los lugares correctos y el color complementaba perfectamente tu tono de piel. Tu cabello caía en cascada sobre tus hombros en elegantes ondas, enmarcando tu rostro como una obra de arte. Y esos ojos, brillando con una mezcla de nervios y emoción, contenían una profundidad en la que Jackson se encontró ahogándose.Por un momento, el tiempo pareció detenerse mientras Jackson contemplaba la vista que tenía ante él. No podía apartar la mirada, su corazón latía con fuerza en su pecho como si intentara liberarse. Era como si el mundo se hubiera desvanecido, dejándolos solo a ustedes dos en una burbuja de realidad suspendida.
Llamaste su atención y una sonrisa tímida apareció en tus labios mientras te acercabas a él. La intensidad de su mirada envió un escalofrío por tu columna, encendiendo un fuego dentro de ti que no podías explicar. La mano de Jackson se movió instintivamente hacia su pecho, como si intentara estabilizar el errático latido de su corazón.
"Wow", finalmente logró susurrar, su voz apenas por encima de un suspiro mientras luchaba por encontrar las palabras. "Tú... te ves... increíble."Las palabras salieron de su boca rápidamente, una mezcla de asombro y adoración coloreando su tono. Se sentía como un tonto, tropezando con sus palabras como un adolescente enamorado, pero no pudo evitarlo. Lo habías dejado sin palabras, dejándolo sin saber nada coherente que decir.
Un sonrojo subió por tus mejillas ante su cumplido, una sonrisa tímida tirando de las comisuras de tus labios. Su reacción te tomó por sorpresa, pero de la mejor manera posible. Tener tal efecto en alguien tan confiado y sereno como Jackson era un sentimiento como ningún otro."Gracias", respondiste, tu voz suave y llena de calidez. "Tú tampoco te ves tan mal".Una risa escapó de los labios de Jackson ante tus palabras, la tensión disminuyó de sus hombros mientras se relajaba ante tu presencia. A pesar de su sorpresa inicial, había un consuelo en la forma en que estabas frente a él, una familiaridad que no podía identificar pero que anhelaba explorar.
A medida que avanzaba la noche, ustedes dos se encontraron perdidos en la conversación, el mundo a su alrededor se desvanecía en un segundo plano mientras reían y compartían historias. Jackson no podía recordar la última vez que se sintió tan a gusto en compañía de alguien, tan completamente él mismo.
Y a medida que la noche llegaba a su fin, con las estrellas titilando en lo alto y la promesa del mañana flotando en el aire, Jackson sabía una cosa con certeza.Estaba total, irremediablemente e irrevocablemente cautivado por ti.
