III

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Takemichi detuvo sus pies en un parque familiar para él, debía pensar, ¡Debía pensar!

No sabía cómo llegó esta vez al pasado, no sabía a quien le pudo dar la mano durante el accidente para viajar 20 años al pasado, o quizás igual a la vez en el tren tuvo otra oportunidad.

En cualquier caso debía pensar.

Tenía mucha más información que antes. No tenía oportunidad de volver al futuro para buscar ayuda.

—¿Ayuda...?—Un sollozante Chifuyu estuvo en su mente.—Otra vez...

No quería que eso se repitiera. No lo toleraría otra vez.

—¿Quizás sí sólo me alejo...?—Tomó su rostro desesperado, sus ojos azules opacos mostraban cansancio y terror.

Si se mantenía distante a todos quizás podría...

—Shinichiro.—Con la imagen del Sano mayor recordó como ese acontecimiento no tenía nada que ver con él, y había desencadenado el comienzo del fin.—Baji-kun y Kazutora-kun me explicaron que pasó... Pero eso...

Takemichi notó como aún faltaban algunos años para ese suceso, ya que infería tener unos 8 o 9 años apenas.

Sería difícil cambiar ese acontecimiento si mantenía distancia con todos.

¿Si sólo le advertía a Shin lograría algo?

Era riesgoso, lo sabía, no habían más oportunidades.

—¡Mi cerebro es demasiado estúpido para esto...!—Revolviendo su cabello negro apretó el ceño, nuevamente las lágrimas querían salir de sus ojos, y golpeando sus mejillas se negó.

—¿No eres muy malo contigo mismo?—Volteando, a sus espaldas, vio a un niño sonreírle al decir eso.—Aunque yo tengo el mismo problema, deberías ver tus cualidades, ¡Si eres estúpido busca algo en que seas bueno!

—Mi-...—Con los ojos más abiertos, vio a un pequeño niño rubio con una paleta en la boca sonreírle con unos profundos ojos negros más brillante que nunca.

Hace mucho no veía esa expresión honesta...

—¿Mi?—Con la paleta en la boca se acercó, Sano Manjiro tenía su vista en él.—Soy Mikey, ¿Tú quién eres?

Todo volvía otra vez. Mikey siempre volvía a él una y otra vez.

—Ah...—Dudo, mordió su lengua, debía mantener distancia hasta tener un plan al menos.—¡M-Me tengo que ir!

Comenzó a correr, en vano, su capa fue atrapada por Mikey.

—Pregunte, quién eres.—La mirada era honesta, no había alternativa, iba a responder. Y Takemichi de 27 años estaba aterrorizado del pequeño Sano.

—Ha... Hanagaki Takemichi...—Su capa fue soltada y él cayó al suelo asustado, Mikey pareció meditar su nombre.

—Hanagaki... Takemicchi.

Esos ojos azules volvieron a abrirse. Algunas cosas no cambian, ¿Cierto?

Su carcajada no se hizo esperar, sobresaltado a Manjiro, quien lo veía confundido.

—Después de todo eres Mikey-kun.—Su risa triste le dolía en el corazón, Manjiro frunció el ceño confundido de esa risa, se sintió avergonzado ante esa sonrisa tan honesta y risa contagiosa.

—Si te burlas de mí te golpeare.—Lo amenazo por la vergüenza, pero el Hanagaki no se inmutó, esta vez viéndo al niño como algo precioso e invaluable.—¡R... Realmente te golpeare!

Y esa mirada era demasiado para el pequeño Manjiro que no entendía nada.

—¡Ah, lo siento, Mikey-kun!—Reaccionando, volviendo al presente, o el pasado, sonrió de manera boba.

Era visto de manera rara por el niño, seguramente estaba confundido por su comportamiento, lo cual tenía sentido.

—Takemicchi.—Tomando al azabache del brazo puso ojos serios.—A partir de ahora somos amigos.

—¿Eh?—Eso le era algo familiar.

—No fue una pregunta.—Su mirada seria y rubor en las mejillas le hizo entender que el pequeño estaba algo apenado de lo que le decía.

"En éste entonces Mikey-kun era más tímido... Quizás"

Recordaba que cuando le pidió ser su... Amigo, perra en diferentes palabras. Tenía una confiada sonrisa sin temor al rechazo. Pero esté pequeño parecía esperar su afirmación con la boca y ceño fruncido.

—Mikey-kun...—Con una sonrisa le extendió la mano, pero como un golpe directo lo recordó, toda su vida, entre ella a Manjiro.

Su mano extendida la alejo, apretando el puño, miro sus pies.

Quizás lo mejor era no ser amigo de Mikey.

Ni ahora, ni nunca.

—¿Eh?—El rubio parpadeo ante el repentino rechazo del chico con capa.

—¡Lo siento!—Volvió a correr, y está vez consiguió huir, ya que Mikey estaba en shock.

Takemichi negó con la cabeza, debía pensar bien su plan para salvar a Shinichiro, Baji, Emma, Draken...

Y Manjiro.

Pero sobretodo.

Guardar distancia con Mikey.

Comienzo | MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora