En medio del desayuno, Shinichiro, Emma y el abuelo tenían una rara expresión.
Izana comía sin decir nada, además de alzar una ceja por la expresión asustada del resto. Takemichi también se preguntaba que pasaba.
—¿Emma-chan?, ¿Shinichiro-san?—Takemichi hablo, los hermano no evitaron reír un poco.
—Creo que es la primera vez que Mikey desayuna con ropa y no en su pijama.—Murmuro Emma sin callar su risa.
—Es gracioso y aterrador.—Shin apoyó su rostro en su palma.—Pero supongo que tendremos que hacer que Takemichi se quede más veces en casa.
—Te asesinare.—Mikey con ojos enojados le dió escalofríos a su hermano.
—¿Hm?—Takemichi alzó una ceja, restándole importancia a la divertida discusión, oyó la puerta abrirse de repente.
—Buenos días, vengo a despertar a Mikey.—Como si ya fuera usual, Draken fue directo al cuarto, sólo pasando.
La familia lo miro, en espera de que notará algo un poco diferente.
—No quiero asustarlos, pero Mikey desapareció.—Asomando su cabeza, puso una clara expresión preocupada, guiando sus ojos en la mesa y Manjiro.—¡¿Mikey?!
—¡Si, estoy despierto, ¿Cuál es el maldito problema?!—Ya irritado, con una clara venita en su frente miro a Draken y el resto, solo quería comer.
—Pero-...—Ken guío su vista en Takemichi, lo que lo hizo suspirar aliviado.—Ah, por eso...
—¿Qué demonios significa eso, Kencchin...?
Takemichi podía notar el enojo ajeno, sólo pudiendo sonreír, genuinamente eso lo hacía muy, muy feliz.
Había extrañado las discusiones de ese par.
—¿Los desayunos siempre son así...?—Izana miro a Shin, quién sonrió ampliamente, con las mejillas algo rosadas y colmillos prominentes.
—Espero que se mantengan por siempre de esta manera, y que siempre estés en ellos también, Izana.—Con gentileza, el moreno desvió la mirada.
—Ya deja... De decir cosas así.—Shin elevó ambas cejas.—Es vergonzoso, ya lo sé.—Viendo esas mejillas sonrojadas, Shin brillo, sin evitar reír.—¡No te rías, idiota!
—Mis hermanos son los más lindos del mundo.
—¡Oigan, ya es suficiente, hay que comer!, ¡Draken, siéntate ahora y come, tu lugar está listo!—Emma firme apuntó un asiento a su lado, el Ryuguji sólo pudo sonreír.
—Ya quería probar tu comida, Emma.
—Tch, cállate, sólo lo hago porque eres el mejor amigo de Mikey.—Con el rostro sonrojado le dió arroz, Ken sólo pudo reír.
—Claro, claro, a todo esto.—Con los palillos en la boca, viendo al resto en la mesa, pregunto;—¿Quién es él, por qué parece que quiera arrancarme la cabeza y por qué creo qué podría hacerlo?
Dirigiéndose a Izana, este tenía una mala mirada hacía Draken desde hace unos minutos.
—Ah, Izana-niichan es mi hermano mayor, Draken.—Dicho con una preciosa sonrisa, el rubio sudo.
—Ah... Bueno, alguno de los hermanos tenía que ser un problema.—Con una nerviosa risa miro a Izana.—No te preocupes, prometo cuidar bien de Emma.
—¿Eh?—Emma algo sonrojada parpadeo, viendo a Draken y a Izana.
—¡Bastardo...!—Apretando los puños, un sonido de Emma lo distrajo.
—¿Puede ser que Izana-niichan este celoso...?—Con las mejillas rojas y ojos brillantes, Emma parecía muy feliz de aquel hecho, el albino enrojeció.
—¡No es eso!
—¡Izana-niichan siempre será mi querido hermano mayor, tranquilo!—La alegría de Emma al decir tales palabras sólo enrojecian más el rostro del moreno, quien bajo la cabeza, ardiendo.—Además no estoy interesada en Draken.—Algo apenada negó abruptamente, apuntando así a Takemichi.—¡Takemicchi es el único para mí!
El Hanagaki poniendo atención de repente fue visto de manera violenta por Izana.
—Emma-chan, ¿Por qué...?—Takemicchi podía sentir el odio del moreno, sin mencionar que tenía muy claro que Emma ya tenía sentimientos por Draken...
Quizás debería ver eso luego.
Ahora debía sobrevivir el desayuno.
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