XLI

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Con su madre tirando confeti al igual que su padre, vio a sus amigos ahí, todos y cada uno de ellos.

¿Hasta Hina?

—¡Feliz cumpleaños, Takemichi-kun!—Extendiendo de manera nerviosa y algo tensa un obsequio perfectamente envuelto, el rubio no tenía idea de como, almenos Hina, llegó allí.

—Gracias, Hina.—Nervioso, viendo alrededor en busca de respuesta, notó a Kisaki nervioso.—¡Kisaki!

Abrazándolo, fingiendo alegría de verlo, le hablo en voz baja;

—¿Qué hace Hina aquí?

—Descubrió tu fiesta sorpresa y pregunto si podía venir.—De manera rápida respondió, igual de tenso que el Hanagaki.

—¡¿Y aceptaste?!

—¿Te hubieras negado?—Seriamente, el par sabía que era difícil decirle que no a la preciosa cara de Tachibana Hinata.

Chasqueando la lengua bufo, había mantenido distancia con Hina en la escuela, así que verla ahí lo sorprendía e incomodaba un poco.

Ya que no sabía que sería de Hina y él en el futuro...

Debería estar feliz de tenerla ahí, pero...

—¡Takemicchi, ten mi gran regalo!—Baji extendió un sobre.

Temió que tuviera un explosivo dentro.

—¿Es seguro?

—¡¿Qué significa eso?!, ¡Claro que lo es!

Takemichi dudo, abriéndolo, encontrando así un cupón para que Baji haga lo que pida durante un día entero.

—... Olvidaste mi cumpleaños, ¿Verdad, Baji-kun?—Con sus ojos oscuros y opacos, Keisuke desvío la mirada.

—... Si.

—Takemicchi, Luna y Mana te envían esto.—Extendiendo un pedazo de papel donde el Hanagaki estaba dibujado, este no evitó llorar, conmovido ante cosa más linda.—Este es de mi parte.

Recibiendo su chaqueta de la toman, parpadeo, hace unos días Mitsuya había tomado las medidas, si, pero como era posible de que ya la tuviera list-...

—...—Takemichi vio el rostro cansado y ojeroso de Mitsuya que apenas podía mantener sus ojos abiertos.—Gracias, Mitsuya, me encanta...

Supuso que Takashi olvidó su cumpleaños también, y estuvo durante dos días acabando su chaqueta. No podía enojarse con él en lo absoluto, así que le mencionó que podía usar su cama para descansar un poco.

—Ten, Takemicchi.—Kazutora le extendió otro sobre, encontrando también cupones para hacer lo que él quisiera.

—Realmente ustedes son mejores amigos...—Riendo un poco, los guardo en su bolsillo, Draken le tocó el hombro.

—Estoy corto de dinero, así que espero te haga feliz esto, Takemicchi.—Ryuguji le extendió una bolsa de papas fritas.

Sin evitar sonreír, las tomo sin dudar.

—Gracias, Draken-kun.—Su gran sonrisa dejaba en claro que estaba contento, aunque claramente el dragón olvidó también su cumpleaños, sabía que en cuanto dinero, Ken tenía sus propios problemas.

—No sabía que darte, así que toma.—Pah le extendió un sobre, el Hanagaki ya suponía más cupones, pero no.

—¡¿50,000 yenes?!—Con los ojos abiertos a más no poder vio a Pah rascar su oído como si nada.

Aveces olvidaba que era un niño rico...

—¡Esto es demasiado, Pahchin-san!

—No es nada, tú siempre nos ayudas y apoyas, hasta cuando nadie lo pide, me sentí mal por olvidar tu cumpleaños, siempre nos das regalos geniales que nos gustan.

—Y apareces de la nada en el momento perfecto.—Baji río.

—Takemicchi no merecía que olvidaramos tu cumpleaños, lo sentimos mucho.—Draken rasco su cuello algo apenado.

Takemichi apretó los ojos con ganas de llorar.

—Take-chan tiene amigos espléndidos.—Con sus manos entrelazadas, la señora Hanagaki sonrió ampliamente.

—Feliz cumpleaños, Hanagaki.—Kisaki extendió una caja envuelta perfectamente al igual que la de Hina.

—Puedes abrirlo de inmediato si quieres, Takemichi-kun.—Algo nerviosa, con una linda sonrisa Hina aclaro, el grupo la miro unos segundos, como al fin siendo conscientes de su existencia.

—¿Es tu novia, Takemicchi?

—¡Ah, no, no, Hina es una amiga!—Sonrojado, tanto él como Hina, ambos negaron.

—¡Somos amigos aún!

—¿Aún?—Mikey alzó una ceja, Hina cubrió su boca.

—¡Sólo abre el regalo, Takemichi-kun!

Avergonzado, quito el moño de la caja, encontrando un lindo marco negro con letras doradas que decía 東京卍會, "Tokyo Manji".

—Esto...

—Kisaki-kun me dijo sobre su pandilla, y que se tomarían una fotografía cuando tuvieran sus uniformes... Por eso creí que un marco estaría bien...—Jugando con sus manos, algo tímida mencionó.

—¡Wah, yo quiero uno igual!—Baji con ojos brillantes lo vio.

—Yo también.—Draken sonriente lo miro.—¿Dónde lo compraste, Hina-chan?

—Ah... Yo lo hice.—Rascando su mejilla, la Toman sobresaltada la quedó viendo.—En mis tiempos libres hago carpintería, no es algo complicado, si quieren puedo hacerles uno también.

—¡Diosa!—La pandilla contenta claramente acepto, como si fuera un precioso angel la Tachibana.

—Hina.—Takemichi hablo por fin.—Muchas gracias.—Con su sonrisa honesta y gentil, el corazón de la Tachibana se sintió más ligero.

—Que bueno que te gustó, Takemichi-kun.

Con la entrega de regalos, el resto consistió en comer y comer. Hasta que la puerta fue tocada.

—¡Lamentamos el retraso!, Había mucho tráfico.—Sano Shinichiro rasco su cabello, asomándose dentro del hogar Hanagaki.

—¡Takemicchi-kun, feliz cumpleaños, perdón por llegar tarde!—En un abrazo la pequeña Emma le sonrió dulcemente.

—Emma-chan, Shinichiro-san, me alegra que vinieran.

—No me perdería tu cumpleaños ni muerto.—Sonriente le revolvió el cabello.—Hace tiempo no nos veíamos, tu cabello me gusta.

—Gracias.—Algo apenado, con calor en las mejillas aún le acariciaba la cabeza el sano mayor, y Emma no lo soltaba.

Luego de 5 minutos el gesto paso de ser lindo a algo incómodo.

—¿Emma-chan, Shinichiro-san?

—¡Hace tanto no estaba con Takemicchi-kun!—Emma no pensaba soltarlo.

—Por el trabajo en la tienda apenas veo a Mikey y Emma, claramente no podré ver a Takemichi y el resto...

El Hanagaki suspiro sonrojado, le hacía feliz saber que ese par lo quería. Aunque con Emma aún...

—Emma-chan, al menos come algo, por favor...—Podía sentir unas miradas extrañas sobre su persona que le hacían temer por su vida.

—Takemichi-kun.

Aquí comenzó.

—Hina...—Emma sin soltarlo volteo, chocando miradas con Hinata.

Oh no.

Comienzo | MitakeWhere stories live. Discover now