Comienzo | Mitake

XLVII

Sano Shinichiro suspiro, con Takemichi en sus brazos completamente dormido por el fuerte llanto, y posiblemente estrés acumulado, y con Manjiro frente a él bastante irritado, logró que guardara silencio.

—¿Qué le hiciste a Takemicchi?—Su tono de voz no era muy amigable, y luego de toda la información que había recibido se sentía algo cansado mentalmente.

—Takemichi no se sentía bien, por eso guarda silencio y déjalo dormir.

—¿Y por qué diablos debe dormir sobre ti?—Esos ojos negros enojados eran fijos en su persona, Shin suspiro profundamente.

—Mikey, tengo que hablar contigo.

—¿Hmm?—El hermano menor parpadeo aún con el ceño fruncido, el azabache tomando entre sus brazos a Takemichi hablo directamente.

—Eres muy fuerte, Mikey.—Viendo el dormido rostro de Takemichi, dándole una pequeña caricia a sus mejillas calientes por las lágrimas, volvió su vista en Manjiro.—Por eso-...

Ah, otra vez, Mikey hacía una mueca por su cercanía a Takemichi.

—No sabes disimular en lo absoluto, ¿Verdad?

—No se de qué hablas.

—Creí que Takemichi era tonto, pero tú no te quedas atrás.—Con genuino asombro río, Mikey quizo golpearlo.—Quieres mucho a Takemichi, ¿Cierto?

—Claro que si.

—¿Te gusta?

—¡…!—Abriendo sus ojos negros de repente, la sonrisa tranquila de Shin fue directa.

—Hablo de amor, Manjiro.

—Tch...—Con las mejillas rosadas, desviando la mirada, apretó sus puños abriendo la boca, pero nada salió.

—Hmm... Entonces no estás seguro, ¿El primer amor será?

—¡¿Y eso qué importa ahora?!

—Importa, importa mucho.—Con Takemichi en brazos se levantó, cargándolo, caminando hacía su hermano.—Hay cosas que no entenderás, y no deberías, pero este es mi consejo de hermano mayor... Dile lo que sientes a las personas que te gusten.

—Que lo digas tú es...

—A Takemichi le importas mucho, pero puede que él no sepa en lo absoluto lo mucho que él te importa a tí, y si no lo dices pronto podría desaparecer para siempre.

—¿Shinichiro?

—Ten, necesito un cigarro, o 2, quizás la caja entera.—Con una mala expresión dejo al pequeño Hanagaki sobre Mikey para retirarse a fumar fuera.

Mikey no comprendió nada de la conversación con su hermano, sólo tenía claro que Hanagaki Takemichi estaba en sus brazos dormido plácidamente y su corazón no se detenía.

—Mierda, Shin...—Apretando dientes y ojos, bajo la vista en Takemichi.

Con los ojos algo rojos por debajo podía suponer que se puso a llorar, no sabía porque, sólo sabía que esperaba que estuviera mejor.

Tenía unas lindas pestañas negras y su respiración era baja y pausada.

Mikey con las mejillas río un poco.

—Takemicchi es demasiado lindo.—Como si fuera un bebé apretó esas preciosas mejillas, acariciándole el rostro felizmente como si fuera un dango o un pan dulce.

"Dile lo que sientes a las personas que te gusten."

Había estado mucho tiempo pensando en eso, desde el cumpleaños de Takemichi y antes.

Se puso a ver las películas de Emma sólo para poder estudiar el tema.

Y lo podía aceptar ya.

—A mí me gusta Takemichi.—En voz alta, su rostro se volvió completamente rojo, a pesar de que Takemichi dormía, la vergüenza lo dominó por completo, haciéndolo reír.—Hah...

Viendo la boca del Hanagaki, recordó la broma de Kazutora hace ya un tiempo y como sus amigos elegían a Takemichi para el beso indirecto.

Nego con la cabeza, levantando al Hanagaki en brazos para ver dónde podía colocarlo antes de volverse loco.

Viendo que Shin tenía un pequeño lugar por dentro dónde descansaba recurrentemente, acostando al pequeño rubio ahí, con delicadeza, despacio, cuando sus brazos fueron libres pudo respirar otra vez.

Y con Takemichi dormido aún.

Beso sus labios.

Se levantó, y salió de allí.