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Con su vista fija en el chico de cabello negro y gafas, sintió escalofríos cuando chocaron miradas.

Otra vez...

¿Qué planeaba está vez?, Kisaki dijo no ser un viajero, pero...

—Hanagaki-kun, Kisaki-kun, harán estiramientos juntos ya que son nuevos, llevense bien.—El abuelo Sano les sonrió con amabilidad, indicándoles cómo hacerlo.

—¿Eh?—Takemichi sudo al saber que tendría que estar con Kisaki.

—¡Pero abuelo, yo quería ser con Takemicchi!—Mikey se acercó con el ceño fruncido y una mueca en la boca.

—¿Por qué querrías estar con un novato?, Ni siquiera Baji esta a tu nivel y siempre te quejas de que no quieres entrenar.—El abuelo suspiro ante los caprichos de su nieto.—Aunque es admirable que estés aquí formado, ve a calentar con Baji o Emma.

—¡Pero...!

El Hanagaki aprecio con una nerviosa sonrisa a Mikey discutir con su abuelo, sin percatarse el tirón de su uniforme.

—Hanagaki.—Sufrió un sobresalto en el corazón al oír esa voz.

—¿K-... Kisaki-kun, no?—Su incomodidad era notoria, Kisaki lo veía con una mirada indiferente e inexpresion.

—Si.

—¡E... Es un gusto conocerte!, Llevemonos bien.—Con su sonrisa brillante extendió su mano, el de gafas asintió.

—Supongo...

Ah, Takemichi estaba incómodo, realmente preferiría hacer equipo con Mikey...

Y cuando el abuelo Sano ganó la contienda contra su nieto el calentamiento comenzó.

Extendiendo sus brazos y piernas cómo le indicaron sin lastimarse, tocando la punta de sus pies, Takemichi notó que a esa edad era más flexible que en el futuro, lo que le facilitó hacer todos los movimientos.

Aunque Kisaki por otro lado...

El de ojos azules notaba lo mucho que le complicaba tocar la punta de sus pies sin flexionar las rodillas.

—Mantén el contacto entre talones y dedos gordos.—Takemichi puso su mano en la espalda del pequeño.—Debes mantener la espalda erguida, con los hombros hacia atrás, evitando cerrarlos hacia delante. Con las piernas estiradas, pero sin llegar a hiperextender ni bloquear las rodillas.

Concentrado en Kisaki y sus rodillas, lo lograron, aunque por supuesto, no consiguió este mantuviera esa posición más de 4 segundos, poniéndose recto con una mueca de dolor.

—¡Dolió un poco, pero lo conseguiste!—Con su gran sonrisa extendió la palma, Kisaki lo observó varios segundos, chocando despacio los cinco.

—Gracias, Hanagaki.—Frotando un poco sus piernas desvío la mirada, Takemichi se sorprendió.

Efectivamente ese Kisaki aún no era la basura del futuro que arruinó la vida de tantas personas.

Quizás podría...

—Salvarlo, ¿No?—Cubrió su boca con una mueca.

Debería dejar su complejo de héroe. Pero, realmente, quería ayudarlos a todos.

—¿Dijiste algo, Hanagaki?—El azabache de gafas alzó una ceja despacio, el mencionado negó.

—Nada, sólo que espero nos llevemos muy bien, Kisaki.

—...—Con los ojos algo abiertos, Kisaki Tetta rasco su cuello.—Si, eso... Espero.

—¡Si, tam-!—Takemichi fue tirado al piso en una tacleada.

—¡Es hora de descansar, ahora podemos jugar juntos, Takemicchi!—Sano Manjiro hizo una aparición especial.

—M-... Mikey me muero...—En el piso con casi espuma en la boca, el Hanagaki no podía respirar.

—¡Ah, cierto!—Manjiro se levantó de encima, dándole una mano.

—Gracias...—Con la mano en el pecho respiro nuevamente, viendo a Baji y Emma detrás de Mikey.—¿Entonces, jugar?

—¡Si, juguemos a las atrapadas!

Takemichi río al recordar con nostalgia ese juego que usualmente jugaba con Takuya y algunos vecinos.

—Claro, juguemos.—Viendo por inercia a su izquierda, recordó.—¿Puede jugar Kisaki, verdad?—Tomando del brazo al de gafas, este se sobresalto.

—Ah, y-yo...—Con nerviosismo no supo formular la frase, pero viendo a Takemichi, quien le brindaba una sonrisa, miro el piso y luego a Mikey, tomando un poco de valor.—Quiero jugar... También...

—Claro.—Manjiro sonrió, dándose un toque al Hanagaki.—¡Tu las traes, Takemicchi!

—¡¿Eh?!—El susodicho soltó a Kisaki por instinto, y todos comenzaron a correr.—¡Eso no es justo!

Con rapidez movió sus piernas, viendo a la mayoría reír mientras corrían sin problema.

Sus ojos azules brillaron al ver como Mikey, Emma, Baji y Kisaki tenían una sonrisa divertida.

Llena de vida.

Cosa que lo convenció aún más.

Una vez más.

Sólo una vez más.

Los salvaría a todos.

No importa si era imposible, se los debía a esas lindas sonrisas llenas de sincera diversión.









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Por navidad no hubo tiempo para escribir

Pero ya volvimos gente

Ya volvimos xddd

Baiii

Comienzo | MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora