LXXXI

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Caminando con la blanca nieve debajo de ambos, Takemichi sonreía plácidamente, disfrutando el clima.

Mikey por otro lado no estaba tan interesado en la nieve, bostezando y queriendo dormir.

—Mikey-kun, ¿Por qué no vamos a tomar algo caliente?—Apuntando un café cercano, Manjiro asintió queriendo algo de calor.

Moviéndose con prisa, olvidó que el piso estaba algo más resbaladizo por la nieve, haciéndolo tropezar, pero logró sostenerse, Takemichi le tomó la mano.

—¿Estas bien, Mikey-kun?, Caminar en la nieve es difícil después de todo.—Sin soltarlo explicó que tuviera cuidado, Mikey bufo ante casi caer.

—Si, si, sólo vamos.

Quería un chocolate caliente con malvaviscos, lo necesitaba en su sistema.

Avanzado, Mikey notó cierto detalle mientras más pasos daban...

Caminaban de la mano.

Takemichi y él caminaban de la mano.

—Takemicchi, ¿No me vas a soltar?—Calmado cuestionó, el rubio volteo hacia él sin soltarlo.

—Pero estamos cerca y podrías caerte otra vez.

Era una genuina preocupación, sin otras intenciones, amable y atento.

—Bueno.—Rodando los ojos, Takemichi siguió el camino, Manjiro dejó escapar algo de aire de su boca.

Eso era malo para su corazón.

Llegando al café, Takemichi lo soltó un poco antes de entrar, Mikey de reojo miraba su mano, abriéndo y cerrandola bufo, tirándole algo de aire para calentarlas.

—Buen día, ¿Qué van a pedir?—Una linda camarera los atendió con una sonrisa gentil cuando llegaron a su mesa.

—Ah, Mikey-kun, ¿Quieres un chocolate caliente, verdad?—Takemichi lo miro, el rubio quien se sacaba sus guantes sólo logró asentir.—Dos chocolates calientes, y uno con malvaviscos, por favor.

Manjiro frunció el ceño, con una fulminante mirada, la camarera ya se había marchado, y Takemichi no podía evitar preguntar;

—¿Pasa algo, Mikey-kun...?

—¿Como sabías que quería chocolate con malvaviscos?, No siempre quiero malvaviscos.—Su expresión molesta era para poder calmar sus nervios, el Hanagaki rasco su cabello.

—Pedí uno con malvaviscos y otro sin ellos por si querías o no, aveces tienes ganas y otras no, podías elegir el que más te gustará.—Simple explicó, Mikey alzó una ceja.

—¿Me ibas a dejar elegir independiente de cual quieras tú?

—Yo estoy bien con cualquiera, me gustan los malvaviscos si no los quieres, y me gusta el chocolate caliente solo también.—El Hanagaki sonrió, le parecía algo simple, Mikey miro por la ventana, había empezado a nevar.

—Si sabes que eso es muy considerado de tu parte.

—Ah... Supongo.—Halagado río con las mejillas rosadas, un halo de luz lo rodeaba, Mikey empezaba a alucinar, volviendo su vista en la nieve caer.

Mikey con su dedo incide dio golpecitos en la mesa, con su mirada fija en el reflejo de Takemichi de la ventana apretó los dientes.

—¿Harás algo en navidad, Takemicchi?

—Uh...—Viendo hacía arriba pensó.—Creo que estaré con mi familia en casa.

Mikey abrió la boca y la cerró sin formular palabra, aún mirando la nieve al caer.

Comienzo | MitakeWhere stories live. Discover now