Comienzo | Mitake

XVII

Con dos semanas transcurridas todo iba con calma.

Seguía entrenando en el Dojo junto al resto, se había hecho cercano con Kisaki cada vez más al igual que con Mikey y Draken, pero...

—Baji-kun me odia...—Con ambas manos en sus mejillas mascullo. Keisuke era extrañamente distante aún.

A pesar de verse casa día, poco o nada le dirigía la palabra, a menos que Mikey lo irritado y para molestarlo decidiera alejar a Takemichi del Sano.

—Si no soy cercano a Baji-kun, entonces...—Su vista en Shinichiro, quien estaba junto a Emma hablando, le dio una punzada en el corazón.

Poniéndose de pie fue hacía el azabache con determinación, y terror.

Mucho terror.

—¡Ba-Baji-kun!—Sudando frío, con sus puños apretados, Keisuke volteo a verlo.

—¿Qué quieres, Hanagaki?—Con una ceja alzada gruñó descortés.

—Ah...—En su mente hubo un lío, debía buscar algo para acercarse a Baji.—¡Manga!—A su mente llegó el recuerdo de Chifuyu contando que Kei adoraba los mangas shonen.—Tengo muchos mangas en mi casa, ¿Por qué no vienes a verlos?

—¿Por qué leería manga?, Eso es para Otakus.—Con asco le dio la espalda, yéndose, dejando al Hanagaki solo.

—¿Eh...?—Confundido quiso llorar ante rechazo más directo. ¿Había fallado?

Chifuyu no podría haberle mentido, supuso que más adelante Baji le gustaría el manga, por ahora sólo le quedaba llorar.

Si quemaba un auto quizás podría tener algo en común con Baji.

—Hanagaki.—La clase termino, iba a su casa, pero fue llamado por Keisuke quien tenía el ceño fruncido, sus colmillos prominentes y las mejillas algo rosadas.

—¿S... Si, Baji-kun?

—Vamos.—Pasando a su lado, con pasos rápidos caminaba Baji.

Takemichi no comprendió, sólo parpadeo y corrió para alcanzarlo.

—¿Baji-kun de que hablas?

—Dijiste que fuera a tu casa, así que vamos.—Con obviedad soltó, Takemichi alzó una ceja.

—¿Pero no habías dicho-...?

—¡Si no quieres que vaya puedo irme!

—¡No, no, vamos!—Palido negó con brazos y cabeza, no comprendía ese cambio, pero sonrió abiertamente.

—Cambia esa estúpida cara, es molesto.—Avergonzado gruñó, El Hanagaki reía.

Llegando a su hogar.

—Bienvenido a casa, Takemichi.—En un parpadeo, Hanagaki Ame vio a la otra criatura frente a su hijo.—Es raro que no sea Mikey-kun, ¿Cómo te llamas?, Yo soy la mamá de Takemichi.—De cuclillas se posicionó a la altura de los menores, sonriendo dulcemente.

—Ba... Baji Keisuke...—Algo apenado y tímido respondió, Ame sonrió.

—Kei-chan, mucho gusto.—Con una sonrisa Baji enrojeció.

—¡S... Si!

—Bueno, haré un poco de jugo para ambos, les subiré luego, vayan a tu cuarto, Takemichi.

Los pequeños obedecieron con rapidez, sentados ambos en la pequeña mesita de Takemichi, viéndose frente a frente.

El ambiente era incómodo.

—Tu mamá... Es bonita.—Aquel comentario repentino lo sorprendió un poco.

—Ah, si, tienes razón, ella es muy amable.—Con una pequeña risa asintió.

—Mi mamá es una bruja que siempre está de mal humor, ojalá fuera más amable como la tuya.—Gruño por lo bajo, apoyando su mejilla en su palma.

Takemichi recordaba palabras de Chifuyu.

"Baji-san amaba a su madre más que a nadie en el mundo."

—No creo que pienses eso de tu mamá, Baji-kun.—Con una sonrisa algo nostálgica pensaba en su madre en el futuro.—Después de todo yo estoy seguro de que tu mamá te ama más de lo que jamás te van a amar nunca, igual que mi mamá.

—Hmp...—Inflando las mejillas frunció el ceño.—Claro que mi mamá me ama...

Takemichi sonrió ante la respuesta no ofensiva ni tajante.

—Entonces, Hanagaki.—El tono de Baji cambio.—¿Para qué te acercas a mi?

—¿Cómo...?

—¿No es suficiente que Mikey te adore que necesitas de mi atención también?

Takemichi estaba genuinamente confundido, Baji tenía las mejillas rosadas con el ceño fruncido.

—¡No finjas que no lo notas!—Apuntandolo de manera acusadora, el Hanagaki sólo podía sudar sin comprender a que se refería.—¡Desde que llegaste todos están al pendiente de ti!

—¿En serio...?—Takemichi difería de tal cosa, pero quería oír a Keisuke.

—Emma sólo tiene ojos para ti, siempre te halaga y dice lo mucho que le gustas, Shinichiro-kun cuando viene solo te mira a ti o a Mikey, ¡Y Mikey también!, Siempre corriendo detrás de ti, como si... ¡Como si...!

—¿Como si...?

—¡Se olvidara de mi!

En un parpadeo, Takemichi entendió. Él había cambiado muchas cosas. Muchas cosas que lo afectaron positivamente en general, pero...

Baji aún no tenía a Kazutora, ni a Chifuyu.

Y lo que tiene actualmente parece... Arrebatado por un desconocido.

—Ya veo...—En completo silenció sonrió sutilmente.—Baji-kun, ¿Me odias entonces?

—Odiarte...—Baji gruñó.—¡Quiero odiarte!, Pero eres... Estúpidamente amable, y tratas bien a Emma y el resto, no tengo motivos para odiarte además de que eres un llorón.

Con una risa pequeña, el Hanagaki lo seguía viendo.

—Baji-kun es el importante amigo de la infancia de Mikey-kun, créeme que Mikey-kun te aprecia mucho más de lo que piensas.—Keisuke hizo una mueca apenada.—Quizas se distancian por mi culpa... Puedo hacerme a un lado si Baji-kun...

—No.—Takemichi sudo al verlo levantarse.

¿Había fallado otra vez?

—Seamos amigos, Takemicchi.—Con la mano extendida, Baji rasco su cabello corto con las mejillas rosadas.—No es que me importé demasiado llevarme bien contigo, pero así podré estar con todos y...

—¿Y...?

—No es tan horrible estar contigo.

Con los ojos resplandecientes por esa expresión tosca y apenada de Baji, Takemichi tomó esa mano, jalando a Kei, tirándolo encima de él.

—¡¿Qué rayos haces?!

—¡Estoy feliz de que seamos amigos, Baji-kun!—En un abrazo demasiado efusivo, debido al impulso dentro del Hanagaki, Baji gruñó pero lo permitió unos segundos más.

Hasta que llegó la madre Hanagaki y todo se puso raro.