XCIX

8.9K 1.5K 1.3K
                                    

Sus pasos firmes fueron escuchados por el templo.

Muchos voltearon para saber de quién se trataba, con bastante sorpresa Takemichi se acercaba, su expresión era clara;

Estaba enojado.

Los miembros de los escuadrones decidieron guardar silencio mientras lo veían avanzar.

—Takemicchi, ¿Qué traes con esa cara?, Estás espantando a todos.—Chifuyu se asomó a su lado, el Hanagaki suspiro profundamente.—¿Algo malo paso?

—Un poco.—Recordando los sucesos de apenas una hora quizás, estaba decidido a decir algo.

—Ya que estás aquí, Sanzu y Rindou no dejan de molestar, diles algo, o déjame golpearlos, aunque lo haré aunque digas que no.

No tuvo tiempo de responder, en su vista Hanma apareció, hablando con Kisaki de manera usual, dónde Shuji sonreía y se movía bastante, y Kisaki apenas le respondía.

Chifuyu lo vio avanzar, ignorando su petición, le sorprendió ver esa escena tan repentina y antinatural.

Hanagaki Takemichi acababa de golpear en la cara a Hanma Shuji.

Un golpe a puño cerrado directo a su mejilla.

—¡¿Takemichi?!—Kisaki al estar justo al lado no evito sobresaltarse por el repentino gesto.

—¡Estás loco, maldito bastardo, ¿Qué tienes en la cabeza?!—Siendo sostenido por Baji, Hanma en el piso parpadeo sobando su mejilla.

—Aunque posiblemente lo merezco, ¿Qué rayos hice ahora?—Frunciendo ligeramente el ceño mantenía su actitud juguetona.

—¡Maldito insensible...!—Takemichi apretó los dientes, uno de sus brazos sostenido por Baji y el otro por Kazutora le impedían darle otro golpe.

—¡Takemicchi, ¿Qué te pasa ahora?!—Baji intento calmarlo, sin soltarlo, su agarre era firme, pero el rubio no dejaba de aumentar la fuerza para salir del agarre.

—Takemichi...—Kisaki no evito mirar a Hanma.—¿Qué fue lo que hiciste?

—¿Por qué el malo siempre soy yo?, Él me golpeó.—El más alto bufo de brazos cruzados.—No he hecho nada que recuerde.

—¡Tú...!—Takemichi sintió su vista borrosa, era frustrante no poder gritarle frente a todos la basura que creía que era.—Eres repugnante, Hanma...

El silencio fue un golpe bajo, Shuji mantuvo su vista en Takemichi sin decir nada.

—No tengo nada más que decirte frente a todos.—Por la calma de sus movimientos fue soltado, Takemichi dió una última mirada antes de irse.

En silencio, las miradas acabaron en Hanma, quien con una sonrisa miro a Kisaki.

—Creo que ya nos hicimos más amigos.—Jugueton, Kisaki calló sin saber que pensar, Takemichi no era de esa manera.

Los demás capitanes apenas pudieron decir algo, Hanma empezo a avanzar sin dar tiempo al público de procesar que sucedió.

—Nos vemos después, Kisaki, tengo cosas que hacer tal parece.

En completa confusión, la Toman quedó allí, en espera de la llegada del resto que se había perdido el evento más extraño hasta el momento de la Tokyo Manji.

—Oi, oi, Takemicchi, ¿A qué vino el golpe?, Y esas palabras, Kisaki quedo preocupado, y tristemente no por mi.—Lo seguía de cerca, Takemichi detuvo sus pies en medio del bosque del templo Musashi aún dándole la espalda.

—Eres escoria, Hanma.

—Vaya, suenas cómo mi padre.—Risueño, con ambas manos en los bolsillos sonrió ampliamente, Takemichi lo volteó a ver con unos ojos furiosos.—Ya en serio, ¿Qué pasó?

Comienzo | MitakeWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu