XXIII

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Sacudiendo manos y piernas, Takemichi respiro profundamente.

—¿Es la hora, Takemicchi?—Baji le sonrió con sus prominentes colmillos.

—Baji-kun, si...—Palido sonrió, Keisuke hizo una mueca preocupada.

—¿Seguro estás bien...?, Te ves peor que siempre.

—Ha...—Takemichi estaba tan nervioso que tenía náuseas.

—¡Takemicchi, muestrales la patada que te enseñe!—Manjiro con voz relajada y animada palmeó los hombros del hanagaki.—Recuerda que pudiste darme un golpe a mi, esto será fácil.

Los ojos negros de Mikey lo hicieron relajarse, era como un agujero negro que succionaba todos sus problemas.

Era acogedor...

—Mikey-kun.—Apoyando su frente en el hombro de Manjiro, cerró sus ojos y tomo aire.

—¿T... Takemicchi?—Exaltado, el joven Sano no se movió.

—Gracias.—Esas cortas palabras relajaron a Mikey, quien perdió su vergüenza, sonriendo como siempre.

—Ánimo, Takemicchi.

Parado en medio del dojo, el abuelo Sano sentado a una distancia para ver los combates del examen, se percató de varias personas más, algunos mayores con cinturones de mayor nivel, y...

—¿Kisaki-kun?—Alzo ambas cejas al verlo.—Creí que no harías el examen.

—Alguien dijo... Que no perdía nada con hacerlo, aunque fallara.—Murmuro, quitándose sus gafas.—Tambien quiero dar lo mejor de mi.

Takemichi vio voluntad, haciéndolo sonreír un poco.

—¿Qué pasa?—La mirada del Hanagaki sobre su persona lo ponía algo incómodo, Takemichi negó.

—Me gusta que seas así.—Con la mirada al frente, su ceño era serio.—Eres un digno rival, Kisaki.

El joven abrió la boca, con sorpresa, logrando soltar un nervioso;

—También tú, T... Hanagaki.

—¡Demos lo mejor!—Extendiendole el puño, Kisaki nervioso lo chocó.

Iniciando al fin.

—Asignare las parejas de combate, cuando sean llamados se colocan en la zona, el resto saldrá para no estorbar.—Algo brusco el abuelo inicio con los más avanzados.

Takemichi veía asombrado el nivel, esos golpes debían doler, apretó sus puños, estaba emocionado.

—Hanagaki Takemichi.

Se levantó al oír su nombre. Poniéndose en medio, su contrincante era un cinturón amarillo.

En posición, Takemichi apenas reaccionó al primer golpe de mano abierta, logrando pararlo con sus antebrazos, el chico era más alto que él y más fuerte claramente.

Tomo aire antes de propinarle un golpe en el estómago, siguiendo las posiciones que había leído y estudiado en todo ese tiempo, no podía solo golpear a lo loco.

El contrincante sin aire bajo la guardia un segundo, Takemichi con los puños lo golpeó velozmente en el mismo lugar, retrocediendo de algún contrataque, decidió que era hora de usar la patada, pero...

—Suficiente, Takemichi.—El abuelo Sano detuvo la pelea.

—¿Eh?—Dudo de si había cometido alguna falta, el abuelo Sano apunto al contrincante.

—No creo que él aguante una patada ahora.

Viendo al contrincante en el piso sin poder levantarse, retorciéndose, el Hanagaki olvido que ese no era Mikey.

—Ah... ¿Lo siento?—Nervioso hizo reír al abuelo, mencionando que Takemicchi aún no bajaba su pierna del aire.

—Buen trabajo, Takemichi, tu postura es muy hermosa, me recuerda mucho a mi nieto.

Con esas amables palabras, Takemichi lo entendió.

¿Lo había logrado?

Había subido de nivel.

Había logrado ser fuerte...

—¡Muchas gracias!—En una pronunciada reverencia sus lágrimas cayeron al piso.

Su pequeño corazón estaba abrumado por la felicidad.

—¡Bien hecho, Takemicchi!

Volteando hacia su izquierda, Baji, Mikey y Emma gritaban a todo pulmón, Kisaki le dio una sonrisa y una seña con la mano.

El Hanagaki aún con lágrimas entrecerró sus ojos.

Los protegería.

Si lo haría.

Comienzo | MitakeWhere stories live. Discover now