LII

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Barriendo la entrada de la tienda, Takemichi soltó un largo suspiro preocupado.

Era el día.

Primero de agosto.

—Una cara tan larga en un día tan bonito.—Shinichiro se burlo un poco, Takemichi bufo por lo bajo.

—Podría tener un ataque en cualquier momento...—Tomando su pecho respiro.—Aún así, feliz cumpleaños, Shinichiro-san.

—Gracias, Takemichi.—Revolviendole el cabello, Shinichiro detuvo abruptamente el gesto con las mejillas algo rosadas.—Ah, olvidé que eres mayor, lo siento.

—¿Hm?, No me molesta que lo hagas, siempre me lo hace Draken-kun, es algo reconfortante.—Con una pequeña sonrisa sincera, Shin apretó los ojos y boca, revolviendo el cabello de Takemichi con ambas manos.

—¡Takemichi-kun es tan lindo!—Con una sonrisa tonta y un mareado Takemichi por el gesto, el Hanagaki comenzaba a creer que a Shin le gustaban bastante los niños.

—Oí, Shinichiro, detente.—Con un pie en la espalda baja del primogénito Sano, esté volteo.

—Mikey, llevo trabajando aquí más de dos años y está es la primera vez que te veo tan seguido aquí.—Con una sonrisa burlona y mirada cómplice río.—¿Por qué será?

—Porque es tu maldito cumpleaños, idiota.—Con las mejillas rosadas saco su pie de la espalda de su hermano, Emma le extendió su regalo.

—¡Hoy te fuiste realmente temprano en la mañana!, ¡Ni siquiera pude darte tu desayuno!—Con una mueca Emma lo regaño, Shin trago saliva.

—Lo siento, estaba algo ocupado...—Desviandonla mirada, nervioso, Takemichi suspiro.

Nadie podría dormir sabiendo que todo ese mes correría peligro su vida.

—Esta bien, aprovechó en ver a Takemicchi-kun.—La rubia iba con toda la intención de abrazar al Hanagaki, siendo detenida por una mano en su cabeza.

—Oi, Emma, Takemicchi está trabajando, no lo molestes ahora.—La voz de Draken se hizo presente, siendo el dueño de esa mano.

—¡Draken-kun!—Takemicchi sonrió, sólo para ver detrás del dragón a Mitsuya, Pah, Kisaki y los más importantes;

Baji y Kazutora.

—Feliz cumpleaños, Shinichiro.—Elevando una mano, el grupo dió sus respetos al mayor, quien sonriente miro de reojo a Takemichi, sorprendido de la visita.

—No sabía que trabajabas aquí, Shinichiro-kun.—Baji rascando su mejilla mencionó.

—Si, ¿A qué es genial?—Con una gran sonrisa aclaro, Baji asintió con ojos brillantes.

—¡Ugh, Draken, no toques mi cabello!—Sonrojada apartó la mano del rubio, yendo dónde Takemichi para ponerse detrás de él, dándole una mala mirada al Ryuguji.

—¿Emma-chan?—Takemichi volteo dónde está, quien se mantenía firme en su espalda.

—Draken es un tonto.—Aquel murmullo con las mejillas rosadas hicieron al Hanagaki sonreír.

—Pff, supongo que lo es.—Cubriendo un poco su boca, la Sano se quejo de la burla, aunque Takemichi no podía parar de reír, el grupo apreciaba aquello con una sonrisa.

—Takemicchi se había visto preocupado, ahora parece mejor.—Mitsuya relajo los hombros al mencionar aquello.

—Siempre parece preocupado por algo.—Baji murmuró.—Pero nunca dice nada.

—Takemicchi es un tonto que habla de más por el resto, pero no para él mismo.—Kazutora viendo al rededor de la tienda mencionó.

—Pero esa es su gracia, ¿No?—Draken río, el grupo sólo pudo dar la razón.

Y por un momento todo estuvo bien.

—Bueno, tenemos que irnos, la Toman debe buscar pelea.—Mikey miro de reojo a Takemichi.—Por esta vez te dejamos a Takemicchi a tu cargo, Shin-nii.

—Claro, nos vemos, chicos.—Moviendo su mano junto a Takemichi, vieron al grupo irse.—Ahora...

Yendo dentro de la tienda, cerrando de golpe, fueron al mostrador donde un cuaderno algo viejo fue abierto por el Hanagaki.

—Baji-kun y Kazutora-kun ya saben que trabajas aquí, eso debería cambiar por completo el robo y tú muerte, Shinichiro-san.—Viendo sus apuntes, Shin parpadeo.

—¿Hace cuanto llevas haciendo estos apuntes, Takemichi?—Viendo como las hojas del cuaderno estaban llenas dudo.

—Pongo cada detalle para no olvidarlo, mi memoria podría jugarme en contra, y no puedo permitir eso.

—Y has cambiado varias cosas, ¿No?

—Supongo...—Takemichi tomó el cuaderno.—Pero aún falta mucho, Shinichiro-san.

—Haha...

—Shinichiro-san.

El azabache desvió la mirada sabiendo lo que se venía, Takemichi se mantuvo firme.

—Debes hablar con Izana.

Comienzo | MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora