Comienzo | Mitake

XXII

Jadeante, secando su sudor mientras su respiración se hacía más y más pesada lo miraba.

Sano Manjiro de pie frente a él con el uniforme, parado de puntitas sin mayor problema, con una sonrisa divertida que dejaba más que claro que el cansancio no estaba en su cuerpo.

—¿Tomamos un descanso, Takemicchi?—Con las manos a sus espaldas, sosteniéndose con un pie sin perder el equilibrio, miro al Hanagaki quien estaba exhausto.

—Una... Una vez más, M... Mikey-kun.—Arrastrando un poco su nombre, por la falta de aire, Manjiro negó.

—Necesitas tomarte un descanso, Takemicchi, llevamos horas practicando.—Frunciendo un poco el ceño dejo en claro su negativa.

Takemichi se puso en posición, con su pierna izquierda adelantada, Mikey suspiro ante la terquedad del muchacho. Viéndolo correr hacía él, esquivo su patada, débil, sin mucha fuerza, menos de la anterior debido al cansancio. Pero las posiciones eran perfectas.

Sonrió un poco, el Hanagaki lo había logrado, pero debía descansar.

—Lo siento, Takemicchi.—Sosteniendo sin problema la pantorrilla del azabache lo hizo caer al suelo boca arriba.

—No... No logré tocar a Mikey-kun... Ni una... Sola vez.—Con su pecho subiendo y bajando, Mikey se sentó a su lado.

—Empezaste hace 3 meses, y ya eres capaz de hacer todos los movimientos, si lo llevas a los combates con gente de tu nivel sé que ganarás, no puedes compararte con un genio como yo.—Algo burlón soltó, Takemicchi río a carcajadas en el piso, descolocando a Mikey un poco.

—Definitivamente Mikey-kun es asombroso.—Honesto, con su sonrisa amplia, Manjiro se percató que el Hanagaki no estaba deprimido por no conseguir tocarlo en su entrenamiento.

Quizás solo, al fin alguien no envidiaba a Manjiro.

—Creo que Takemicchi es el asombroso...—Murmurando un poco, apoyando su codo en sus piernas cruzadas y su mejilla en su palma lo miraba con los ojos entrecerrados.—Descansa un poco y hagamos el último encuentro, mañana es el día.

—¡Si, cuento contigo!—Tomando asiento, agachó la cabeza como reverencia.

—¡Takemicchi-kun!—Emma se asomó, con dos vasos grandes de limonada.—Supuse que estarías cansado, bebe un poco, yo y el abuelo lo hicimos.

—Oh, Emma-chan, muchas gracias.—Felizmente lo tomó, de un trago, notó que la limonada era abruptamente dulce.

—¡Bebé también, Mikey!—Extendiendole al Sano, este dudo, conocía la limonada de su hermana.

—No quiero morir aún, Emma.

—¿Qué se supone que eso significa?—Con una mueca la jovencita arrugó el ceño, Takemicchi devolvió el vaso vacío.

—Delicioso, Emma-chan.—Sonriente, los hermanos Sano le quedaron mirando.

—¿Eh?—Mikey curioso dio un sorbo, confirmando sus sospechas, era demasiado empalagoso.—¡¿Cómo puedes beber esto, Takemicchi?!

—A mí me gustan los dulces, supongo.—Rascando su mejilla río un poco, Emma con las mejillas rosadas le extendió el vaso que Mikey rechazo.

—¡Puedo traerte más, Takemicchi-kun, bebé todo lo que quieras!—Con ojos brillantes el Hanagaki estaba demasiado sediento para negarse, tomando la limonada, haciendo a Emma muy feliz.

—Emma, Takemicchi y yo haremos un último entrenamiento, ya debes irte.—En un bufido se levantó el joven Sano, Emma asintió sin más que animar al azabache y ponerse en una esquina para poder ver el enfrentamiento.

—Takemicchi, está vez atacare también, preparate.—Dando unos pequeños saltos para calentar su cuerpo, se adelantó de golpe.

El Hanagaki podía detener los golpes de Mikey con su antebrazo, aunque la patada que le propinaba lo hicieron caer al suelo.

—Eso es un punto para mí.

Viéndolo desde abajo, apretando los puños, de pie, nuevamente en posición, Mikey lo atacó.

Llevando enérgicamente la base de su mano hacía Manjiro, este esquivo por poco un golpe directo, lo había notado antes, pero Takemichi era veloz.

Su cuerpo delgado le ayudaba en la velocidad, era bastante elástico y su fuerza no estaba mal, lo sabía al ver moretones cerca de sus muñecas al detener sus golpes.

Se distrajo un segundo, no se percató de Takemicchi corriendo hacia él, y de una patada, Mikey se protegió con ambos brazos.

Pero cayó.

Recibiendo un muy satisfactorio;

—Y este punto es para mí, Mikey-kun.

Emma en la esquina cubrió su boca sorprendida, sin creer que su hermano estaba en el suelo. Manjiro frunció el ceño, con una sonrisa bufo.

—No te hagas un presumido, Takemicchi.

—¡Pero!—El Hanagaki apretó sus puños.—¡Logré darle un golpe a Mikey-kun!, Soy muy feliz.

Manjiro parpadeo, Takemichi dejó caer un par de lágrimas.

—Realmente lo logré...

Su corazón estaba orgulloso. Hanagaki Takemichi miro sus manos y brazos, estaban algo lastimados por el entrenamiento, pero su sonrisa no se quitaba.

—¡Eso fue asombroso, Takemicchi-kun!—Emma por la espalda abrazo al Hanagaki.

—¡Emma-chan, ¿Viste lo que hice?!, Fue genial.

Mikey veía la emoción ajena, a pesar de estar mucho más herido que él, Takemichi estaba absurdamente feliz de su logro.

"Que extraño."

Mikey sonrió, esperando que le fuera bien en el examen.

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El karate es tan complicado, porque me hice esto al agregarlo ◉‿◉

Después de leer y ver combates de karate, me tomaré licencias creativas para cambiar varias cosas porque los combates de karate son- muy aburridos

Karate kid no cuenta, pero busquen un combate de karate real e intenten no morir de aburrimiento

Además tiene miles de reglas sobre que no pueden golpear literalmente en ningún lado xdddd

No no, haré lo que me sea más entretenido

Me basare en *.✧Kogoro Ran*.✧

Así será más divertido, en fin, gracias por leer y llegar hasta aquí !

Bai