LIII

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Saliendo del salón, viendo de reojo la salida de la escuela, Takemichi volvió con Kisaki a la entrada de su salón de clases.

—Si, ahí está, Kisaki.

—Ese bastardo...—Acomodando sus gafas exageradamente, Kisaki maldijo por lo bajo.—No se cómo descubrió dónde vivo y me acompaño hasta aquí, maldito acosador.

—Eso es...—Takemichi pensó que Mikey hizo eso cuando eran más pequeños.

—Y ahora me espera para irnos juntos, voy a vomitar...—Cubriendo su boca hizo una gran mueca, Takemichi sólo pudo rezar por él.—Hanagaki, dile que ya me fui.

—Preferiría omitir mi interacción con Hanma por lo que me resta de vida.—Nervioso, la mirada suplicante de Kisaki logró hacerlo asentir y caminar hacía Shuji.

—Ah, Takemicchi, ¿Dónde está Kisaki?—Sonriente, como perro esperando a su dueño mostró sus prominentes colmillos.

—Kisaki ya se fue.

—¿Eh?, Eso es imposible.—Takemicchi alzó una ceja.—He estado aquí desde que lo deje al inicio de clases.

El Hanagaki parpadeo, eso no eran como... ¿Muchísimas horas?

—... Dame un minuto.—Takemichi volvió con Kisaki.—Toma, y cualquier cosa, corre.—Extendiendole un gas pimienta, el Hanagaki huyó.

—¡¿Y por qué rayos llevas un gas pimienta contigo?!—Kisaki cubrió su rostro exhausto, sobando su brazo por encima de la ropa mordió su labio inferior, camino a la salida.

—¡Kisaki!

Sus ojos no veían nada más que un perro muy grande y fuerte capaz de hablar.

—No me esperes en la salida de la escuela, y no vayas a mi casa, eres ruidoso, y molestas a mi Madre.

—¿Ehhhhh?, Pero quiero estar contigo.

—¡Si no eres capaz de seguir una mínima orden de tu capi-!—Al sentir los brazos de Hanma por su cintura y el rostro de este a una corta distancia se calló.—... Te asesinare.

—Vamos, vamos, Kisaki~♥—Su tono era tan meloso que podía ver los corazones saliendo de él, asqueandolo.

—¿Kisaki-kun?—Y un dulce tono hizo que el de gafas empujará al de mechon rubio.

—Tachibana.—Sacudiéndose, le sonrió a la chica algo nervioso por la posición de antes.

—Ah, Adiós, ¿Nos vemos mañana...?—Hina tembló al ver cómo su compañero era abrazado por la espalda por un gigantesco muchacho mayor.

—Tachibana, ¿Eh?—La sonrisa de Hanma con los ojos entrecerrados le dieron escalofríos a Hina.—Es tan linda, ¿Tu novia, Kisaki?

—¡Claro que no, suéltame!

Kisaki había volteado el rostro al tenerlo a sus espaldas, Hanma con su mano libre tomó sus mejillas, acercándose a una corta distancia,, chocando narices.

—¿Entonces tengo oportunidad...?

Hinata enrojeció ante la cercanía de ese par y el ronroneo de Hanma para decir esa frase de manera tan sutil, Kisaki dejo de batallar ante su instinto de supervivencia, algo le decía que no se moviera.

—Manten en secreto ésto, Hina-chan.—Soltando a Kisaki, Hanma elevó su dedo a su boca. Hina asintió con el rostro muy rojo.

—Tachibana, ésto...—Kisaki no sabía cómo explicar eso de manera no extraña, Hina negó.

—¡Está bien, Kisaki-kun, yo apoyó, mucha suerte!

¿Eh...?

Kisaki se sacudió luego de verla partir, volteo hacía Hanma, y le jaló la corbata.

—Tú y yo vamos a hablar, bastardo repugnante.—Con notable ira, Hanma sonrió abiertamente con las mejillas rosadas.

—¡Este es el Kisaki que más me gusta!

—¡Ya deja de decir eso, se puede malinterpretar!

Jalandolo de la corbata mientras caminaban, Hanma alzó una ceja.

—¿Cómo pueden malinterpretar que me gustas?

—Pensarán que te gustó cómo las parejas, imbécil.—Kisaki casi cae cuando Hanma detuvo sus pies de golpe.—¡En serio me tienes harto!

—Oi, Kisaki, puede ser que...—Hanma parecía genuinamente asombrado, Kisaki alzó una ceja.—¿En serio...?

La carcajada de Hanma provocaba a Kisaki tiritar un ojo, era tan irritante, Hanma al detener su risa sólo sonrió.

—Bueno, podría jugar así un poco más.

—¡¿Ah?!

Comienzo | MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora