Comienzo | Mitake

LIX

El Hanagaki camino con pasos firmes hacía Shinichiro quien tenía el rostro bastante lastimado y con algo de sangre.

—¿Takemichi?, ¿Estás bien?—A pesar de sus propias heridas, el rostro de Takemichi lo preocupaba aún más.

Abrazando al primogénito, rompió en un silencioso llanto sobre él.

—Tenías... Que avisarme...—Apretando sus ropas, Shin acaricio su cabello, culpable.

—Lo siento, lo siento, pasaron muchas cosas...—Gentil y cálido, sonrió ampliamente.—Pero lo lograste, Takemichi, buen trabajo.

—¿Uh?—Takemichi no comprendió, hasta que vio a un lastimado Izana poner mala cara por su abrazo con Shin.

—¡Izana-kun!—Con sorpresa lo miro, este mantenía su mala expresión.

—¿Niichan?—Emma con sorpresa lo vio, aunque.—Esperen, ¿Por qué están tan golpeados?

Shin rio, Izana desvió la mirada. Emma suspiro en busca del botiquín.

Con Emma curando a Izana y Takemicchi a Shinichiro, Manjiro se preguntó al salir de la ducha que sucedió.

—Entonces...—Shin sonriente miro a sus hermanos.—¿A que sería divertido tener otro hermano mayor aquí, no?

—¿Eh?—Emma miró a Shin, sus ojos brillantes la hicieron sonreír, saltando sobre Izana.—¡¿Izana-niichan volverá a vivir conmigo entonces?!

—Ah...—Sin saber que responder a esos honestos ojos miró a Shin quien asiente, pero al ver a Manjiro levantarse e irse duda de que decir.

—Mikey-kun.—El Hanagaki murmura por lo bajo ante está acción, preocupado, con la intención de ir hacía él.

Pero no hace falta.

Mikey vuelve con el abuelo Sano.

—Hmp.—Aclarando su garganta, el anciano desvía la mirada.—Siempre habrá una habitación libre para mis nietos.

—Pero yo no soy su nieto.—Izana réplica, Mikey suelta un quejido irritante para los oídos del albino.

—Uggghhh... Ya eres nuestro hermano, así que cállate y sólo asiente, Onii-chan.—Con una burlona sonrisa, Izana frunció el ceño.

—No me molesta tener... Otro nieto más.—El abuelo rascando su cuello, algo apenado sonrió gentilmente.—Siempre eres bienvenido, Izana.

—¡Si, prometiste volver, Izana-niichan!—Emma mantenía su abrazo y mirada brillante.

—Ya no puedes huir de aquí, Izana, gane la pelea, ¿Lo olvidas?—Shin le revolvió el cabello sin quitar su sonrisa.

—Pero...—Con sus lágrimas cayendo, cubriéndose, sin saber cómo detener esa sensación en su corazón.—Pero no nos une nada...

—¡¿Cómo que no?!—Emma frunce el ceño.—¡Mis días con Izana-niichan fueron los mejores!, ¡Eres mi hermano mayor!—Con ojos frágiles Emma hizo una mueca.—Y sobretodo tu prometiste... Volver, ¿No?

—Emma...

—Vamos, bebé llorón, sólo acepta a tus nuevos hermanos.—Con una expresión burlona Mikey le dió toques en la cabeza a Izana.

—¡No me fastidies, enano!

—¡¿Ah?, Sólo eres unos centímetros más alto que yo!

—El punto es que soy más alto.

—¡Pues yo estoy en crecimiento aún!

Takemichi sonrió, negando tal hecho.

Emma, Shin y el abuelo no podían evitar reír alegremente por la discusión fraternal.

El Hanagaki sintió cálido su pecho, con un gran y profundo respiró se sintió ligero.

Izana era... ¿Parte de la familia Sano?, Shinichiro lo logró...

—Gracias, Takemichi.—En voz baja Shin le sonrió, confundiendolo.—Hiciste un gran trabajo.—Revolviendole el cabello con gran ánimo y ternura, Takemichi duda, pero se siente feliz.

—¡Shinichiro!—Izana y Mikey al unisono reclamó esa cercanía particular de mala gana.

—Ah.—Shin por algún motivo elevó ambas manos como si fuera apuntado por un arma, pero sólo eran sus hermanitos.—Vamos, Takemichi también es parte de la familia.

—Ah, yo... ¡Es un placer, Izana-kun!—En una reverencia sudo, en todo ese conmovedor momento no se había presentado.

—Usualmente la gente dice su nombre, idiota.—Despectivo le tiró una venenosa mirada, Takemichi tembló, Mikey jaló de la ropa de Izana, tirándolo al suelo.

—No le hables así a Takemicchi, maldito.—Esos ojos negros eran serios, Izana en el piso iba a destruirlo.—Pero es cierto, Takemicchi, tienes que decir tu nombre o esté tonto no sabrá cómo hablarte.

—Si, Izana-kun, soy Hanagaki Takemichi, bienvenido.—Con una sonrisa gentil, el moreno tomó nuevamente asiento, con una mala mirada a Mikey, rasco su cabello con su vista en el Hanagaki.

—Hmp... El bienvenido estuvo de más, Hanagaki.—Abochornado gruño, Emma felizmente sonrió al igual que Shin y el abuelo Sano.

—Después de todo eres un chico tímido, Onii-chan.—Manjiro no perdió oportunidad para molestarlo.

Pero a los ojos de Takemichi.

La sonrisa de todos y el rostro avergonzado de Izana era precioso.

El corazón de Takemichi podía estar tranquilo.

Al menos eso le gustaba creer.

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Yaya, acabamos por hoy uwu

Esto sería el extra especial (?) No fueron mucho, pero al menos un poco más largos, algunos (人*´∀｀)｡*ﾟ+

Gracias por leer y comentar!

Baibai tkm