LVII

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Viendo la hora, eran ya las 7 de la tarde, y viendo su teléfono no tenía ni un mensaje de Shinichiro.

A pesar de que le pidió que le comunicara si ya le dijo y como resultó.

Desde lo de Chifuyu y Baji había transcurrido más de una hora de soledad dónde sobrepensaba la situación una y otra vez.

Y no fue bueno.

—Tengo un mal presentimiento...—Con su corazón latiendo con prisa decidió ir al hogar Sano.

Corriendo, sin dejar de mover las piernas, su mente de preguntaba, ¿Qué día exactamente moría Sano Shinichiro?

Antes del cumpleaños de Mikey. ¿Pero que tanto tiempo fue eso?, Baji le contó la historia, y aún así...

Sus recuerdos eran confusos y mezclados, debía olvidar los recuerdos de los otros futuros, su cabeza daba vueltas, debía dejar de correr y tomarse un momento.

Para cuando considero eso, se vio a su mismo cruzando la calle, y un gran camión llegó a su lado.

Estaba en rojo y el en medio de la calle.

Por un segundo pensó; "Ah, podría morir aquí..."

—¡¿Qué rayos haces, Takemicchi?!

Sintió un gran choque con algo duro, en el piso, viendo el cielo oscurecido, sobre él estaba Mikey, jalandolo de la camisa con una enojada expresión.

—¿Mikey-kun?—Tomando asiento en el piso, notó algunas personas a su alrededor.—¿Qué pasó...?

—¡Casi mueres, eso paso!

Siendo consciente de todo, se sobresalto un poco.

—Oh, cierto, eso estuvo muy cerca.—A pesar de casi morir y estar un poco impactado, estaba demasiado tranquilo, y eso hacia enojar a Mikey.

—¡Se que eres distraído, pero vamos, ¿No podré dejarte solo nunca más?!

Takemichi guardo silencio ante el regaño de Mikey quien lo soltó, y lo abrazo.

—Si yo no me hubiera movido, si hubiera tardado un solo segundo más...—Manjiro se alejo del Hanagaki de golpe.—¡La próxima vez muere, idiota!

—¡¿Eh?, Mikey-kun!—Viendo a Mikey ir lejos corrió detrás del chico, ignorado las miradas del resto, bajo la velocidad para caminar junto a Manjiro.—Mikey-kun.

—Cállate.

—Lo siento, yo estaba... Me sentí mareado de repente.—Rascando su cabeza intento disculparse.

—¿Crees que estoy enojado porque te distraíste de repente?, A todos les puede pasar, Takemicchi.

—¿Entonces...?—Nervioso miraba la expresión menos enfadada de Mikey, pero más angustiada, con el ceño fruncido muy ligeramente, apretaba la boca.

—Pudiste morir, o salir muy herido, y tú única reacción fue "Eso estuvo cerca", ¿Tan poco te importa tu vida?—El Hanagaki mantuvo silencio.—¡Responde, Takemicchi!

—No.—Con su sonrisa usual el Hanagaki negó.—No voy a responder eso ahora, Mikey-kun.

—¿Eh?—Sin comprender aquella respuesta, Takemichi sonrió.

—Iba camino a tu casa, ¿Nos vamos juntos?

Manjiro sentía eso extraño, Takemichi estaba extraño.

—Takemicchi.—Volteando a ver a Mikey, esté fruncía el ceño.—No puedes morir.

—...—Con esos ojos azules sobre Manjiro, sonrió.—Es una promesa.

Takemichi siguió caminando junto al Sano, en silencio, la sensación en su corazón había cesado, pero se sentía algo extraño aún.

Quizás casi morir.

Aunque no sería la primera vez.

Y sentía que no sería la última.

Comienzo | MitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora