XXIX

10.5K 1.8K 464
                                    

Cubriendo su boca se sobresalto, ¿Dijo eso en voz alta?

—¡No te metas en esto, Baji!—Draken gruñó aún irritado en voz alta, no parecía nadie haber oído lo que dijo, quizás por el ruido que Draken provocaba o los autos que pasaban, cosa que lo alivio, no siempre tendría una excusa para todo.—¡Takemicchi no me ignores, te golpeare!

—¡Ek, Draken-kun!—Siendo sostenido del cuello de su camisa tembló.

¿Por qué tenía que golpearlo cada semana al menos una vez...?

—Kencchin, tengo sueño.—Mikey hablo, ganándose la atención de los demás.—Llevame a casa.—Sin mucho que agregar se recostó en el piso y se durmió profundamente.

La tensión se disolvio, todos veían a un chico de secundaria acostado en el pavimento dormir profundamente como si fuera un gato.

—... Takemicchi, te perdonó si llevas a Mikey.

—¡¿Eh?!, ¡Pero tú tienes la moto!

—Buena suerte.—Elevando su pulgar subió a su moto.—Nos vemos, después hablamos, Baji.

En silencio, Baji le coloco el bolso de Mikey en el hombro.

—Suerte, Takemicchi.—Con una sonrisa el azabache se burló.—Yo llevaré la motoneta de Mikey, así puedes cargarlo a su casa.

Takemichi sintió una vena en su frente ante la risa poco disimulada de Baji.

—¿Ese es Mikey?—Kazutora al fin abrió la boca.—No se ve tan invencible.—En un susurro poco audible dió la espalda.

Sin mucho que agregar el par se fue, no sin antes;

—Mañana después de clases nos juntarenos en el restaurante de siempre con todos, tienes que venir, Takemicchi, Kisaki.—Con un gesto con la mano se retiró junto a Kazutora.

Con Mikey en el piso, en sus brazos el bolso de Mikey, Takemichi quiso llorar.

—Yo creo que me voy...—Kisaki habló nervioso, Takemichi lo miro, suplicante, con ojos llorosos y un puchero.—Yo llevo los bolsos.—Rendido extendió su mano, recibiendo el bolso de Mikey.

Y ahí estaba el par. Kisaki con tres bolsos no demasiado pesados, y Takemichi con Mikey en su espalda.

—¿Nos turnamos para llevar a Mikey?—Kisaki alzó una ceja, Takemichi negó.

—Tampoco es la primera vez, Mikey-kun no es pesado de todos modos, pesa un poco más que yo, y supongo que el entrenamiento funciona.

—Como siempre eres amable conmigo.—Kisaki río ligeramente.

—¿Huh?

—Sabes bien que no puedo ejercer mucha presión en mi cuerpo...

—Ah...—Takemichi sonrió.—Cierto.

—¡¿Lo habías olvidado?!

—¡Lo siento!—El Hanagaki río un poco.—Aveces lo olvido, cada vez que te veo siento que puedo apoyarme en ti, Kisaki.

—¡...!—Apretando los ojos, Kisaki gruñó.—Idiota.

—Pero somos amigos.

—No me lo recuerdes.

—¡Vamos, me adoras!

—¡No molestes!—Kisaki sonrojado gruñó, volteando a verlo para reclamarle, pero;

La mirada negra de Manjiro lo asustó, tomándolo por sorpresa.

Mikey despertó.

—¿Kisaki?

—Apresuremonos a la casa de Mikey...

Takemichi alzó una ceja, asintiendo, viendo a sus espaldas, el rostro de Manjiro estaba plácidamente dormido.

—Si, Kisaki, oye.—Avanzando varios pasos, nervioso hablo.—Sobre... Hina.

—¿Tachibana?, ¿Qué pasa con ella?, ¿Ya admitiras que te gusta?—Riendo por su broma, al voltear a ver al Hanagaki nuevamente recibió esa oscura mirada que le restaba años de vida sólo por verlo.

—No lo sé... Hina es linda y amable, una chica asombrosa, realmente hermosa, ¡Es perfecta!

Kisaki tembló, con nerviosismo miro con disimulo a Mikey, este mantenía los ojos entreabiertos con una mala expresión, algo pensativo, quizás triste, frunció el ceño un poco con una mueca, Kisaki rasco su cabeza.

—Hanagaki.

—Me sentiría muy estúpido al rechazar a alguien así, pero...—Recordando el futuro, negó con la cabeza.—No estoy seguro de nada ahora...

Mikey miraba a Takemichi de reojo, Kisaki estaba al pendiente de todo.

—¿Cuál es el problema con eso?—Kisaki hablo, Takemichi dudo.

—Pero...

—Si no lo sabes sólo pasa tiempo con ella, si te gusta, genial, salgan juntos, y si no es así al diablo, rechazala.

—¿No es muy cruel?

—¿Y eso que?, Es mucho más cruel salir con alguien solo porque si, respeta los sentimientos de los demás, y los tuyos van incluidos ahí, tonto.

El Hanagaki no evito soltar un suspiro por lo bajo. Quién pensaría que Kisaki Tetta le daría consejos de amor propio.

—Gracias, Kisaki.

—Mi trabajo es aclarar tu estupidez.

—Y eso es muy amable.—En una mueca irritada gruño, el de gafas río.

Entre risas siguieron su camino.

Mikey en la espalda de Takemichi dejo escapar un suspiro con algo de alivio.

"¿Entonces no saldrá con ella...?"

Comienzo | MitakeWhere stories live. Discover now