XXVI

10.6K 1.7K 593
                                    

Sus ojos azules al verla no evitaron sentirse asombrados.

Esa Hina algo más joven era adorable. Con su lunar donde siempre, su cabello atado en una coleta alta, era un poco más largo que a los 14 años.

Tachibana Hinata.

—¿Hanagaki-kun...?

—¡Ah, si!—Reaccionando, recordó que aún abrazaba a Kisaki, quien tenía una expresión burlona.

—No hagas esperar a Tachibana, Hanagaki.—Sacando el brazo de Takemichi de su hombro comenzó a caminar, haciéndole un gesto a Hina antes de retirarse.

—Kisaki.—Viendo al de gafas irse, dudo, no estaba seguro de que iba a salir de esta situación, Hina no se supone que se le declarará ahora.

—¿Interrumpí algo?—Algo tímida con sus manos en su pecho preguntó.

—¡Ah, no, no!, Sólo que...—Rascando su cabeza negó.—¿De qué querías hablar conmigo?

—¡Cierto!—Con los ojos abiertos y mejillas rosadas parpadeo. Takemichi creía que ella era muy linda.—¿Podemos hablar en privado?, Se que ya comenzarán las clases, y que te aleje de Kisaki-kun, pero, si puedes después de clases...

—Claro.—Takemichi con su amable mirada mostró sus dientes.—Escuchare lo que quieres decir, Hina.

—¿Eh?, ¿Hina?

—¿Ah?—Takemichi notó su error movió mucho sus brazos, avergonzado.—¡Lo siento, lo siento!

—¡Ah, no, no importa, Hanagaki-kun!—Hina replicó el gesto nerviosa, con las orejas y nariz rojas.

—Llamame Takemichi y así estaremos iguales, ¿No?—Con su dedo índice creyó que eso tenía más sentido, haciendo reír a la chica.

—Suena bien, Takemichi-kun.

Cómodamente se miraron antes de ir a sus respectivos salones.

Viendo al frente, pensó qué responder a la declaración de Hina. Y más que nada, al ver a Kisaki apoyado en la pared esperándolo, sintió miedo.

—¿Se te declaró?—Tenía una sonrisa sutil, Takemichi tomó aire.

—Me dijo que habláramos después de clases.

—Como siempre que popular, Hanagaki.—Dandole un pequeño golpecito en el pecho retomo el camino, Takemichi apretó su uniforme, deteniendo a Kisaki tomándolo del antebrazo.

—Kisaki, dime, de Tachibana Hinata... ¿Qué piensas?

—¿Ah?

—Ella te gusta, ¿Verdad?—Su angustiada expresión era algo evidente, Kisaki recto, aún siendo sostenido por el Hanagaki, le dio un golpe en la frente con un dedo.—¡Maldito, eso duele!

—Por estúpido.—Con una cansada expresión rasco su cabello.—Claro que ella me gustaba, era de las pocas personas amables conmigo.

—¿Gustaba?

—Tachibana me agrada mucho, es una buena persona, pero no he hablado mucho con ella desde hace años, no puede gustarme alguien con quien apenas he hablado.

Takemichi dudo aquello un poco recordando un futuro poco satisfactorio.

—Admito que me obsesione un poco con ella de niños, e hice cosas sólo para ser merecedor de ella, pero...—Con las mejillas algo rosadas desvío la mirada.—Me di cuenta que sólo quería ser querido por alguien, quien sea, no sentía nada de amor propio por mi mismo en ese entonces.

Takemichi lo vio avanzar hacía él, Kisaki colocó su puño en su pecho, justo en su corazón.

—Pero alguien me hizo darme cuenta de que debía arriesgarme más, y pensar un poco más en mi mismo.—Con sus dientes sonrió.—Así me di cuenta que no estaba enamorado, que no debía demostrarle a nadie quien soy además de mi mismo.

—Kisaki...

—Así que, Tachibana es muy hermosa, no lo niego, pero creo que estoy bien soltero, el amor es demasiado complicado.—Dandole una palmada en el hombro río.—Suerte con eso, Hanagaki.

—¡Kisaki-kun!—Con lágrimas lo abrazo, el de gafas palideció.

—¡No te me pegues, idiota, alguien nos va a ver!

—¡Pero soy muy feliz de que seas de esta manera!—Apretando el ceño sus lágrimas no pararon, Tetta bufo, acariciando el cabello de Takemichi.

—Creo que en parte es gracias a ti, que puedo decir que también soy muy feliz de ser de esta manera.

El momento lindo fue arruinado por Takemichi;

—¿Entonces no te gusta Hina?

—No.—Con una vena notoria aclaró.—Enamorarte de alguien que es un poco amable contigo no fue muy bueno de mi parte, lo descubrí con el tiempo.

—¡Eso es genial!—Felizmente sonreía.

¡Entonces podría aceptar los sentimientos de Hina!

Si...

Porque le gustaba Hina.

¿Cierto?

Comienzo | MitakeWhere stories live. Discover now