Oneshots Falice 🐍🖤

OTRA VEZ 3

JB había llevado hasta su casa de Toledo a su padre y no perdió el tiempo en darle su antigua motocicleta, que estaba cubierta de polvo después de pasar los últimos años en el garaje.

¿Estás segura de que no quieres venir conmigo?- preguntó FP, que se sentía culpable de volver a dejar a su hija, mientras limpiaba y ponía en funcionamiento su motocicleta.

Papá, si voy contigo no me dará tiempo a llegar al aeropuerto y tengo el vuelo de madrugada. Necesito estar mañana en París- respondió JB claramente. Le encantaría estar ahí para apoyar a su padre, pero la beca de arte, que había conseguido, era un sueño y no podía desperdiciarla.

¿Y si retraso mi vuelta a Riverdale? Así te llevo al aeropuerto y me despido de ti- propuso FP mirando a su hija indeciso.

JB puso los ojos en blanco. 

No tengo cinco años y ya retrasaste bastante tu regreso por mí, así que deja de preocuparte- determinó empujándolo hasta que se montó en la motocicleta.

¿Segura de qué estarás bien?- preguntó FP sólo para asegurarse de que esto era lo que realmente quería su hija.

Sí, vamos, si sales ahora llegarás al anochecer- declaró JB apresurándole. Se las había apañado muy bien por su cuenta estos últimos años sin nadie y seguiría haciéndolo. Siempre fue bastante independiente. 

Vale, vale, te quiero y contáctame cuando llegues- pidió FP acercándose para besar su frente y abrazarla.

Lo mismo te digo. No se te ocurra rajarte a último minuto o yo misma te mataré- susurró JB en su oído mientras lo apretaba fuerte. 

No te preocupes, cariño, no tengo intenciones de desviarme del camino. Sólo espero darte buenas noticias cuando volvamos a hablar- dijo FP colocándose el casco y las gafas.

Ya verás que sí, ¡buen viaje!- exclamó JB con una sonrisa tranquilizadora.

Buen viaje para ti también- respondió FP asintiendo y poniéndose en marcha.

Buena suerte- susurró JB al viento cuando notó la motocicleta de su padre desaparecer en el horizonte.

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La charla con su hija había tranquilizado a FP, pero ahora que estaba frente a la puerta roja, los nervios lo estaban comiendo vivo. ¿Cómo estaría Alice?, ¿lo gritaría?, ¿estaría enfadada con él?, ¿lo dejaría pasar?... Muchas preguntas se arremolinaban en su mente y sólo podría responderlas si llamaba a aquella puerta.

Así que, FP respiró hondo y tocó el timbre. Su respiración se detuvo cuando escuchó las llaves moverse en la cerradura.

¿Polly?- preguntó FP extrañado al ver a la hija mayor de Alice abrirle. La última cosa que sabía de Polly es que estaba encerrada en un centro psiquiátrico.

¿FP?, ¿qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas en Toledo- comentó Polly asombrada al ver al hombre enfrente de ella. Sabía que había estado en una relación con su madre en el pasado, pero, según lo que su madre le había contado, se había terminado cuando se había ido con su hija a Toledo y no tenía pensado regresar.

Es una historia bastante larga, ¿está tu madre?, ¿puedo pasar?- pidió FP tenso.

Claro, pero mi madre no está- respondió Polly dejándolo pasar y guiándolo al comedor.

FP observó la cantidad de peluches y juguetes que había en el sofá y por el suelo.

Perdona el desorden, no esperaba visitas y acabo de acostar a los niños- dijo Polly haciéndole hueco en el sofá para que se sentara.