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Giovani que se había acostado en la tumbona nuevamente y cerrando los ojos bajo las gafas escuchó primero un chillido, después el sonido del agua rompiéndose tras alguien cayendo, seguido de los gritos de Allen.

-Belaaaaaa, Belaaaaaaa.

El Ceo al momento se enderezó para no encontrar a Isabela donde por último la había visto, en cambio, el agua cerca de ella se movía de un lado a otro.

-Bela no sabe nadar- Allen gritó con desesperación moviéndose para nadar hacia ella a pesar del flotador. Kamil al momento se puso en posición para ir a donde había caído la mujer, mas se detuvo.

Giovani ya había reaccionado y ya se lanzaba al agua desapareciendo tras un chorro que mojó el borde. Kamil agarró una de las aletas del flotador en forma de dragón donde estaba el niño y nadando lo llevó hacia allí. A mitad de camino vieron a Giovani salir a la superficie con Isabela en sus brazos.

La mujer tosía agua con fuerza, aferrándose al cuello de Giovani con si fuera el lugar más seguro del mundo. Esa zona tenía al menos 3 metros y medio de profundidad y ella casi había llegado abajo. Aun temblaba del susto de no poder salir.

Giovani se agarró del borde para mantenerlos estables y la mantuvo pegada a él aferrándola por la cintura. La mujer estuvo tosiendo hasta que solo quedaron jadeos. Su rostro escondido en el cuello de él. Kamil se demoró a conciencia a pesar de que Allen lo alentaba a que fuera más rápido, pero él sabía que debía darle al menos unos segundos con la mujer.

-¿Bela, bela, estás bien?- Allen le preguntó asustado al estar justo al lado de ellos.

Isabela al escuchar la voz de su hijo alzó la cabeza del otro lado del cuello de Giovani con los ojos rojos y asintió levemente con la cabeza. No, no estaba bien, había tenido tremendo susto al intentar salir a la superficie y en vez de eso se hundía cada vez más. Sin embargo, eso no se lo diría a su hijo que ya parecía realmente asustando.

-Tu mamá está bien, solo tragó un poco de agua- Giovani no dejó que ella se alejara de él cuando ella quiso acercarse a su hijo, no era que no quisiese que ella estuviera con él, tenía sus razones- Kamil, ya todo está bien, lleva a Allen a tomar un helado.

El nombrado no lo pensó dos veces para jalar a Allen a la orilla y sacarlo a pesar de las protestas de este. Isabela pareció ansiosa cuando el niño se fue alejando.

-Primero cálmate, después ve con él- le dijo Giovani contra su mejilla para después besarla suavemente. Esto la hizo reaccionar y girar la cabeza hacia él- Estás temblando y lo vas a asustar más.

Isabela no se había dado cuenta de cuanto su cuerpo estaba temblando realmente y el calor del cuerpo de él se filtraba incluso entre el agua fría que los rodeaba.

-Respira y relájate un poco- le dijo él. Las pupilas de la mujer estaban dilatadas y él supo que estaba asustada, solo no se esperó que ella recostara su cabeza en el hombro de él de nuevo, escondiendo su rostro, y se abrazara más fuerte contra él.

Isabela era una mujer arisca por naturaleza, por lo que ella hiciera eso le indicaba que ella había tenido realmente miedo. Al menos tenerla así era como ser bendecido. Lo mejor que ella no se movió por largos minutos. Después de ese tiempo, donde él la aferró más contra él dejando que sus cuerpos casi se fundieran y besando el hombro y cuello de ella, por fin habló.

-¿Ya estás mejor?- sonó suave, apenas un susurró grave que solo ella podía oír. Era una imagen íntima, sobre todo para una piscina pública, pero a él no le importó.

Escuchó un sonido saliendo de la garganta de ella. La tensión y los temblores en el cuerpo de la mujer había disminuido bastante mas no el agarre de ella sobre él. En otro momento ella se hubiera notado renuente a su cercanía más no ahora.

-¿Quieres hablar de ello?- Giovani le besó cerca de la oreja- hablarlo ayuda a que puedas enfrentarlo más fácilmente. No te juzgaré- preguntaba, pero se imaginó que ella había tenido algún accidente en el pasado. Era normal que un adulto al menos supiera flotar en el agua, o eso creía él que su educación había sido realmente integral en varias actividades y deportes.

Pensó que ella, como la mayoría de las veces no le respondería, pero ella lo hizo acariciando la piel de él con su aliento caliente.

-Hace unos años... intentaron ahogarme-

Al soltar aquella bomba fue el cuerpo de Giovani el que se puso duro de la tensión. Tuvo que controlarse para no apretar el cuerpo de la mujer y quebrar su pequeña cintura con su agarre. Quizo cargarla, encerrarla en el cuarto para que nadie pusiese hacerle daño. ¿Quién quería hacerle daño a alguien como ella?

Acaso tenía que ver con la familia Market. Si era así...

-Bela- sonó suave- ¿Quiénes fueron?

La oyó tragar en seco.

-Fue un simple ataque- ella respondió rápido- Me habían confundido con otra persona.

-Mientes- él insistió y abrió la boca para mencionar el nombre de Market.

Cerró la boca sin pronunciarlo, no tenía tanta información y quizás tocaría terreno pantanoso y empeorar la poca relación entre ellos. Isabela de seguro se molestia si se enteraba que él los estaba investigando a su hijo y a ella. Tendría más información primero antes de hacer un movimiento.

Isabela no le respondió. Algo debía tenerla nerviosa y él sabía que algo le estaba pasando y que algo realmente grande escondía y él sabía que ella era una mujer muy inteligente. Si no le decía o no le pedía ayuda es porque conocía las consecuencias de sus actos y buenas no serían. Por lo que él haría bien la tarea y llegaría al fondo.

Al parecer este matrimonio no sería ni de lejos lo aburrido que él se esperaba. Isabela era como había dicho antes, una enorme caja de sorpresa.

Sin embargo, no pudo seguir pensando mucho sobre el tema. No se esperó que Isabela aflojara su agarre, le acunara las mejillas y... lo besara.

Isabela... lo estaba besando y por ella misma

Como estafar al Ceo siendo virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora