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Giovanni abrazó fuertemente a la mujer contra él de forma protectora. La sentía temblar como si fuera una simple hoja y eso le hizo sentir más impotente de lo que hubiera imaginado. Se había esperado que ella se sintiera mal después de haber entrado en hacer lugar y más con el peligro de su familia primando, pero nunca se imagina que una mujer como Isabela pudiera parecer tan vulnerable y que reaccionara de aquella manera al salir. Apretó tanto sus dientes que estos chirriaron y fulminó con la mirada a las personas que salían por la puerta de forma tranquila. Como si nada hubiera ocurrido.

-¿Qué le hicieron?- dijo casi gruñendo.

Sus padres no dijeron nada.

-No entiendo la reacción de ella cuando no le hicimos absolutamente nada- Camila cruzó los brazos sobre su pecho.

-Deberías a controlar tu tono hacia tus padres Giovani- Oscar tenía el ceño fruncido.

-Ahora se hacen llamar padres- el azul de los ojos de él casi se había vuelto negro fundiéndose con sus pupilas de la furia que lo recorría.

-Por favor cálmense. De que a la señorita Lexon no le ocurrió nada puedo dar confirmación- el abogado que fue el último que salir y asintió con la cabeza- Su esposa está en perfecto estado a pesar del aspecto de su cuerpo- señalaba las marcas que de seguro ya habían visto después de la noche que habían tenido, sobre todo entre sus muslos que era muy notable lo irritada que estaba la piel.

Ante sus palabras Isabela apretó con fuerza la espalda de Giovanni como buscando su apoyo.

-Por favor sácame de aquí su voz- casi le estaba implorante y eso alteró aún más a Giovanni. Isabela no era de rogarle, por lo que grande debió haber sido por lo que pasó para que estuviera en ese estado

-No te preocupes te sacaré ahora-

-Quieto- la voz de Oscar fue gruesa y autoritaria, se notaba mortalmente molesta y Giovani supo por qué. Sus planes no estaban saliendo nada bien- No puedes irte así sin más.

-La verdad es que él no tiene por qué quedarse. La señorita Isabela es virgen. El resultado del examen lo arrojó por lo que la herencia aún forma parte del menor de la familia Lexon- la declaración del abogado fue un balde de agua fría para toda la familia sobre todo para su hermano que tenía rostro pálido.

-¿Cómo es posible eso? Acaso no viste el cuerpo de ella. Se nota que tuvo sexo con ella toda la noche toda la noche- Alexander soltó airado.

-Pero su cuerpo arroja que es virgen, tus padres lo pueden corroborar. Su himen está intacto y médicamente es un hecho. No se está incumpliendo ningún punto del testamento- el doctor fue esta vez el que habló.

-Eso es mentira- Alexander insistía una y otra vez. No había podido fallarle su plan- Seguro que tuvieron una reunión con Giovanni en secreto y él les pagó una suma grande dinero para que les dijera eso.

-Acaso nos está difamando- el médico dio un paso adelante ya molesto. Alexander cuadro los hombros y apretaba tan fuerte sus manos que sus nudillos se volvieron blancos.

-Sabe que por esto puedo denunciarlo, está difamando mi trabajo como abogado internacional-

Mientras ellos discutían Isabela se puso de puntilla y acercó sus labios a la oreja de Giovanni aprovechando la oportunidad.

-Confío en ti -fue lo último que le dijo ella antes que él sintiera que su cuerpo se derretía en sus brazos y la sostuvo antes que colapsara por completo en el suelo.

-¿Isabela?- la llamó al sentir su peso muerto contra él, y eso lo asustó aún más- Isabela- la voy a llamar con un poco más de apremio.

Los presentes miraron a la mujer desmayada en el suelo ni una pizca de preocupación, después de todo esa mujer era la que le estaba rompiendo todos sus planes. Sin embargo, Giovanni no tenía cabeza para eso ese momento ponerse a pensar en algo más. Su esposa había perdido el conocimiento y necesitaba sacarla de allí.

-La próxima revisión es en mi casa y cuando vaya a cumplirse el tiempo final del testamento- fulminó con la mirada a todos los presentes apretando a Isabela contra su pecho y cargándola en brazos de forma protectora- Me voy, no deseo estar un segundo más aquí.

-No puedes irte así- Camila intentó detenerlo, si él se iba había muy pocas posibilidades de hacerle perder el derecho a la herencia, pero la expresión que le dio Giovani por encima de su hombro era preferible no seguirlo provocando. Era la primera vez que se revelaba de tal forma y con una razón muy justa.

Giovanni caminó por el pasillo en dirección a la salida, apretando Isabela junto a él y le dio un beso a la frente.

-Aguanta un poco, ya saldremos de aquí- no miraba atrás, su prioridad era poner a salvo a Isabela.

Pasó para el lado de uno de los empleados de la casa y le dijo que recogiera todas sus cosas, aunque casi no había sacado nada de las maletas, pero no deseaba estar un segundo más ahí, después las mandaría a buscar. Sus celulares era lo único que en ese momento necesitaban y estaban junto con ellos.

Salió por la puerta casi chocando con sus otros dos hermanos que acababan de llegar y que ignoró las protestas de ellos, aunque pudo notar ciertas sonrisas en sus rostros. Ellos no sabían que serían los que estarían llorando después cuando se enteraran de la noticia. Se dirigió al estacionamiento en busca de su auto en eso sintió a Isabela removerse junto a él.

-Bueno, ya puedo dejar de actuar como la Bella Durmiente. Al menos funcionó la actuación- eso hizo que Giovani se detuviera en seco.

-¿Isabela? ¿No te no te desmayaste de verdad?- la preocupación que antes tenía se fue fumando poco a poco.

-Tenía mis razones para hacerlo, pero mejor era actuar. En ese momento no me gustaría quedar inconsciente en tu casa y saber que iba a pasar conmigo. Aún si estuviera contigo tu familia es de temer realmente.

Giovani soltó un sonoro suspiro y se sentó en el carpoch del auto con algo de alivio.

-Lo siento- la abrazó fuerte contra él pues aún sentía que ella seguía temblando a pesar de la forma que ella hablaba -No quería que pasaras por eso.

-No fue tan malo como creí- los brazos de ella apretaron con fuerza su cuello y se pegó más contra él- Pero fue realmente vergonzoso, más que lo que hicimos en la noche- su vos sonaba algo quebrada- No me hicieron nada más que revisar, pero tener las piernas abiertas delante de tantos hombres fue muy incómodo.

Y Giovanni se lo podía imaginar. Había visto muchas de las facetas de Isabela y en esa casa la había hecho pasar por varios momentos vergonzosos.

-Volvamos a casa. Estoy seguro que te sentirás mejor cuando veas a Allen de nuevo. Ese niño es el único capaz de sacarte una sonrisa y de ponerte de muy buen humor en cuestiones de segundos.

-Es mi hijo después de todo- ella se soltó un poco y le sonrió, aunque los temblores en su cuerpo no habían disminuido.

Giovani aprovechó y le dio un beso rápido en los labios antes de ayudarla a ingresar al auto

Isabela no protestó contra el beso como era costumbre. No era momento de pelear con él, estaba en el mismo barco y de este tenía que salir a flote. Y debido a su trabajo en equipo ambos sentían que ese pequeño viaje los había unido más de lo que pensaban.

Razón por la que Giovani notó que ella seguía incómoda aun cuando ya estaban a kilómetros de la casa. Isabela tenía el rostro hacia afuera y había bajado la ventanilla dejando que el aire fresco despeinara los mechones que enmarcaban su rostro. Su cabeza recostada en su mano y no le prestaba atención a él, pero se notaba tensa.

-¿Aun te sientes mal?- su mano dejó el timón del auto y la puso sobre el muslo de Isabela y lo apretó de forma reconfortante.

Eso hizo que Isabela se sobresaltase y girara su rostro hacia él con un notable sonrojo. Giovani tragó en seco. Por el brillo en los ojos de ella sipo que sus pensamientos no estaban en lo ocurrido junto a sus padres y el doctor sino mucho antes. Cuando ellos...

Sin pensarlo mucho detuvo el auto al borde de la carretera.

-¿Giovani?- ella se sorprendió por el cambio repentino de él y más cuando fue agarrada de la muñeca por él.

El Ceo tiró de ella y la sentó en su regazo y agarrando la nuca de ella tiró hacia abajo. Sus labios se posaron sobre los de ella con fuerza, como un depredador y le echó la culpa a que de seguro quedaba afrodisiaco en su interior.

Como estafar al Ceo siendo virgenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora