Zorella.

Capitulo 11

He de escuchar una voz muy conocida ¡Es Maximiliano! Debí pensarlo dos veces antes de venir aquí ¡No puede ser! No ahora. Mi prima lo ha invitado a pasar a su casa, le da un enorme abrazo y le extiende su hermosa sonrisa. Se acercado a mí y me estrecha su mano educadamente, yo accedo y lo hacemos mutuamente. Un completo silencio se mantiene entre nosotros, mi prima ha de dejarnos a solas por un momento, ha dicho que irá a comprar algunas cosas, ¿Pero ¿cómo nos deja a solas? Digo mentalmente.

Estoy sumamente nerviosa en estos momentos, no sé cómo reaccionar, por primera vez en mi vida no sé qué decisión tomar, si marcharme de allí o quedarme.

Maximiliano se de acercar mucho más a mí, dejando atrás la distancia que teníamos. –Te encuentras bien– dice. Como putas voy a estar bien, estás muy cerca, aléjate me pones muy nerviosa y no sé cómo reaccionar, añade mi subconsciente. Quisiera haberlo dicho en voz alta y que me escuchase, pero no puedo ser tan mal educada. Hago un silencio después de aquella respuesta que le he dado mentalmente. Ha volteado mi silla y he quedado frente a el, estoy mucho más nerviosa que nunca. –¿Cómo has estado? – Pregunta nuevamente Maximiliano. Me he enterado que tienes una nueva relación con Aron, es un buen chico, le felicito. –Si, Aron es un buen chico– respondo y evado completamente su pregunta de cómo estoy. –Me tocas aquí– dice Maximiliano señalando su enorme barba, con una sonrisa llena de petulancia. –No lo hare déjame en paz, por favor– digo.

Maximiliano se acerca mucho más y me ha de dar un fuerte abrazo, el cual también devuelvo cortésmente. Nuestros labios se acercan y termino acariciando aquellos que provocaban excitación en mí, ¡Le he besado! ¡Qué he hecho por dios! ¡Que me sucede! Aron no le va a gustar nada de lo que está sucediendo ahora, esto no está bien, no debí venir aquí.

Maximiliano levanta mi cuerpo y me dirige a la cocina de la casa, me niego a ir pero jala mi cuerpo hacia a él, me pone de pie en un espacio de ella, rápidamente baja un poco el short que traigo puesto, se agacha un poco y comienza a lamer lentamente mi clítoris haciendo que arda de placer. –Mmm– gimo. Me ha penetrado lentamente y comienza a hacer movimientos muy sensuales, los cuales causan muchísimo placer en mí, me folla muy fuerte, pero me gusta muchísimo cómo lo hace.

–Que rica estas, desearía follarte siempre, te deseo como la primera vez que lo hicimos– Dice Maximiliano. Solo ignoro lo que pronuncia de su boca y sigo disfrutando aquel momento lleno de placer.

Siento que alguien se acerca lentamente, dejo de sentir dentro el pene de Maximiliano, siento como sube mi short en un santiamén, al voltear es la madre de mi prima, ¡Madre mía! Ojalá no nos haya visto, que vergüenza.

Sigo a Maximiliano hasta la puerta y hago como si nada pasó, Maximiliano me espera al salir de la casa, –¿Y Aron? – dice, Has disfrutado muchísimo como te he follado, pude escuchar tus gemidos. –Le terminaré, no merece que le haga esto, es un chico bueno, tal vez demasiado para mí, solo me he dejado llevar por el momento, no debí hacerle esto Aron– respondo.

Me marcho a casa muy triste por lo que ha ocurrido, quiero a Aron, pero no lo suficientemente para respetarle. Todo ha sido una confusión, tengo los sentimientos muy encontrados, no sé qué hacer al respecto. Llegó a casa y no me apetece comer la cena que ha preparado mi madre, tengo que pensar en que debo hacer, no quiero que Aron sufra por mí, lo quiero demasiado, es un buen chico, me hace sentir muy segura de mí, estoy segura que él también me quiere, quisiera haber podido evitar ese momento que ahora causa confusión en mí.

Mañana iré a clases, tendré tiempo de pensar claramente toda la tarde, lo que haré al respecto.

He pensado que podría decirle la verdad a Aron, después de todo lo merece, merece que sea sincera con él. Le diré únicamente la verdad, no puedo ocultarle lo que ha sucedido la noche de ayer.

He revisado mi móvil, encontré un mensaje de mi novio, me siento muy culpable por lo que he hecho, es un acto imperdonable, ¿Cómo pude hacerlo?

Aron:

Amor te extrañado muchísimo, te amo con mi vida mi negrita.

Yo:

Te he extrañado a ti igual, mi querido Aron.

Aron:

¿Cómo has estado amor?

Yo:

No me siento tan bien, espero que tú si lo estés amor.
Tengo que contarte algo que he hecho.

Aron:

¿Que quieres contarme?
Yo estoy bien cariño.

Yo:

Se que me has brindado tu confianza, te he decepcionado, tengo mis sentimientos encontrados, he visto a Maximiliano después de tanto tiempo, creo sentir cosas por el aún, no estoy segura de seguir con este noviazgo, lo siento, no quiero causarte daños.

Aron:

¿Cómo me has hecho esto? Esto ha sido tan ilusorio, no debiste…. ¿Tratas de decir que no me quieres? ¿Todo este tiempo que haz dicho sentir algo por mi, son mentiras?

Yo:

Se que no debí, ahora dejo tu camino libre, sé que podrás encontrar a alguien más, te quiero, en verdad lo siento. He llorado muchísimo por todo esto, lo lamento.

Aron:

No lo sientas, ¿Estás bien? ¿Has comido algo hoy? No quiero que llores....

Yo:

Si, un poco, gracias por preguntar.

Aron:

Estaré pendiente a ti siempre, te quiero, ya no llores más.

Yo:

Aron …. Perdóname….

Cómo es que acabo de decepcionar al chico de mis sueños, le acabo de mentir diciéndole que aún quiero a Maximiliano, cuando no se ni siquiera lo que siento, le he herido y aun así se ha comportado como un caballero, aun así, está más preocupado por mí, y no por el daño que he causado en el, en este momento es tan bueno…. ¿Cómo he podido? No debí hacerle daño, él no me volverá a quererme como antes, no volverá a sentir ese amor limpio y puro que sentía hacia a mí, he cambiado el pensamiento que tenía sobre mi persona, no debí decirle tales cosas, debí guardarme lo que sentía ¿Con que objetivo lo he hecho?

Después de decirle todo a Aron, bueno casi todo, lagrimas caen de mi con más frecuencia cada vez, no pude contener mi llanto, estoy verdaderamente muy triste con todo lo ocurrido, no merecía eso de mi parte, no me perdonaré esto jamás.

Bernardo me ha de enviar un mensaje, el cual leo detenidamente.

Bernardo:
Zor, busca la restauración espiritual que necesitas, te mando muchas fuerzas, te quiero.

Solo he de leer aquel mensaje, ni siquiera tengo fuerzas para responderlo.

Al día siguiente mantengo una conversación con mi amiga Susu. Ha dicho que no debí decirle tales cosas a Aron, pero en realidad era lo que sentía que debía hacer, sé que esto cambiará el amor que hacía a mi siente, pero quería seguir siendo sincera con él. Debo confesar que sinceramente no sentía que nada por Maximiliano hasta que hemos estado tan cerca nuevamente, tal vez no debí tener una relación tan pronto, debí abrazar mi soledad mientras llegaba alguien más, más sin embargo llegó Aron quien es un chico inigualable, quien me ha de tratar bien y su amor es completamente sano. Quisiera cambiar todo lo que ahora está sucediendo, pero no puedo devolver el tiempo, sé que he sido muy dura con él, no me hizo nada, su único pecado ha sido estar conmigo, quererme y respetarme.