Capitulo 40.

8 2 0
                                    

He de hablarle a un chico que se encuentra muy cerca de donde estoy, tiene una motocicleta, se que cuento con poco dinero ahora, pero podría decirle que me llevase a casa de regreso.

–Hola, perdón, se que no has de conocerme, ¿Pero podría pedirte un favor?– le he dicho aquel chico desconocido. Se que corro el riesgo de que me haga algo malo, pero no ha de notarse que sea mala persona. –Ehh hola, si claro, dime– responde. –¿Será que podrías llevarme de regreso a casa? Vivo muy cerca de aquí, pero tengo poco dinero, y el chico que venía por mi, aún no llega, tengo mucho miedo– digo con un tono de voz penoso. Se que no debería estar haciendo este tipo de cosas, pero no tengo otra elección. –Si claro, te llevo a tu casa, no te preocupes– ha dicho aquel chico. –Te lo agradecería, muchas gracias– digo.

Se que no he de conocer aquel chico, pero tiene un rostro noble, se ha de notar que es un buen chico.

Me subo aquella motocicleta y el chico ha de arrancar. Por el camino he de pensar que debí contarle a mi novio que no tenía suficiente dinero para regresarme a casa, pero la pena me ha ganado, me da muchísima vergüenza pedir dinero a mi pareja, tenemos muchísimo tiempo desde que estamos juntos, pero aún me dan pena ciertas cosas.

Al llegar a casa le doy las gracias a aquel chico por haberme regresado a casa y sigo mi camino. Mi tía Manu se encuentra esperándome en casa para que le haga unas trenzas en su cabello. Me quitó la ropa que traigo puesta para ponerme una más cómoda y comenzar a hacerle aquel peinado que me ha dicho que le haga.

Le he de contar a mi madre mientras le hago las trenzas a mi tía Manu, que Aron está muy cambiado físicamente, que me ha de tratar muy bien. Le he comentado que ahí se encontraban los tíos de el y que le han mandado saludes a ella y a mi padre.

Al terminar de hacerle aquellas trenzas a mi tía, tomo mi móvil y me voy a mi dormitorio despidiendome de ellas. Al ver el mensaje que me ha puesto mi novio, recuerdo que se me ha olvidado por completo enviarle el recado de que ya había llegado a casa.

Aron:

Amor, ¿Has llegado a tu casa?

Yo:

Si amor, hace una hora llegué aquí.
Perdona por no enviarte aquel mensaje, se me ha de olvidar hacerlo.

Aron:

Está bien.

Hiciste muchas pataletas cuando te ibas, no quise prestar atención a ello, pero la próxima vez te haré más fuerte cuando te esté follando, para que dejes de hacerlas, todas me las pagarás.

Yo:

Amor me cogiste muy rico hoy, que rico miembro tienes, me gusta mucho cuando me penetras. Tus orales me hacen derretirme.

Por favor no me hagas tan fuerte amor, me duele a veces, tienes un pene muy grande.

Aron:

Te haré más fuerte cada vez que hagas berrinchitos.

A mí también me gustó muchísimo como me hiciste llegar, después de todo olvidé lo que sucedió la primera vez.

Yo:

Que rico ha sido todo.

Amor iré a dormir ahora, ¿Está bien?

Aron:

Está bien cariño.

He de recordar aquella primera vez que tuvimos sexo y Aron no se llegó, que vergüenza. Además de ello me he de dar cuenta que demora muchísimo para llegarse cuando no le provocó una excitación duradera. Ya todo paso, meses atrás Aron me hacía recordar en cada momento que no lo había hecho que se llegase, me sentía tan mal cada vez que me lo recordaba, alguna vez me dijo que yo no lo provocaba al máximo y era por ello que era muy difícil que lo hiciste llegar.

En ese momento me sentí tan incomoda conmigo misma, que decidí dejar de hablarle en ese momento. Por otro lado es un chico realmente diferente a quien estuvo hablando conmigo todo este tiempo por chat, no era amoroso y mucho menos expresivo, pero ahora que regresó después de nueve meses separados, noto que es el mismo chico que conocí a comienzos de nuestra relación.

Se me ha de hacer muy raro el hecho de que sea así, siento un extraño presentimiento de todo lo que está ocurriendo, se que me dejará, se irá nuevamente de mi y está vez será para siempre. No quiero que eso suceda, yo moriría si eso ocurriese. Además nuevamente he de comenzar con mis terapias psicológicas, las cuales decidí dejar porque seguramente había pensando que estaba bien y que ya no las necesitaba, todo está mal en mi, pero no quiero preocupar a Aron con ello. He vuelto a tomar mis pastillas antidepresivas y aquellas que son para dormir, porque no he de poder hacerlo por mi propia cuenta. Quería platicarle todo a Aron hoy cuando le he visto, pero realmente sus tíos se encontraban allí y me dió muchísima pena hablar de esos temas cuando ellos se encontraban presentes.

Estoy muy preocupada por lo que pueda pasar con nuestra relación, aunque el se encuentra cómodo conmigo y no me ha dicho nada al respecto de algo malo que este sucediendo, aquella mala energía no desaparece de mi. El se encuentra en su mejor momento de su vida a diferencia de mí. Quisiera pensar que me apoyará con todo esto como al principio y que no dejará que mi depresión me consuma lentamente.

Todo lo que he de pensar hasta ahora no me deja consolar mi sueño. He de encender nuevamente mi móvil para hablar con mi novio, en el inicio de mi perfil me he encontrado una publicación en la que quisiese mencionarle, pero con todo lo que ha pasado últimamente, no me creo que sea posible hacerlo, pero.... Si realmente dice que me ama no le molestará en lo absoluto que yo le etiquete cosas de amor, así que compartiré aquella publicación y lo mencionaré, así me daré cuenta si aún me sigue queriendo.

Al momento me llega una notificación que dice que Aron me ha de responder en lo que le he mencionado, lo cual me pone muy feliz, eso solo significa que todo está bien entre nosotros, y que además de ello me sigue queriendo como al principio de nuestra relación. Noto que ha de enviar un mensaje, ojalá no se vaya a enojar por la mención que he hecho a su nombre.

Aron:

¿Amor que sucede? Habías dicho que irías a dormir.

Por fortuna no es nada malo, mi respiración vuelve a su circulación normal y mis nervios desaparecen.

Yo:

No he de poder hacerlo aún, ¿Que haces tú despierto aún?

Aron:

Aún pienso en todo lo que hicimos hoy, ya casi termina el día, pero sigo recordando como mi pene entraba dentro de tu hermosa vagina.

Que vulva tan rica y tan grande tienes, desearía chuparla a cada instante, estoy muy excitado aún amor, muy excitado.

He de comenzar a meter mis dedos dentro de mi vagina con todo lo que me dice sentir mejor novio. Me excita completamente, desearía que en este momento estuviese dándome dedo, amo cuando toca mi clítoris haciéndome gemir sin parar. Gimo muy suave para que Deat no me escuche. Estoy muy cachonda y este momento mi novio no está conmigo, lamo mis dedos que se encuentran cubiertos de mi flujo vaginal. Siento nuevamente esa sensación de querer orinarme, aún no logro saber en qué consiste esto, pero es muy rico cuando ese líquido sale de mi cuerpo, siento como se libera y vuelve a su normalidad.

Yo:

Desearía que estuvieses aquí, si vieras como meto mis dedos una y otra vez, rogando con gemidos que fueses tú quien lo hiciese. Amo como lo haces, amo como me haces sentir cada instante cuando estamos juntos, quiero volver a hacerlo.

Aron:

Ya me he venido, llevo muchísimo tiempo haciendo la paja mientras miro tus fotos, que rica te ves cuando abres las piernas amor, quiero volver a estar contigo.

¿Podrías venir mañana? ¿Si? Estaremos solitos, está vez podrás gritar mientras mi polla está dentro de tí.

Yo:

Si amor, iré a tu casa mañana, te lo prometo.

Por lo pronto iré a dormir, te amo.

Aron:

Yo a ti amor.

Zorella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora