Zorella.

Capitulo 67.

He encontrado a Silvia por el camino, me he de despedir de ella, me voy a casa después de largos días aquí. Me ha dado un beso y ha seguido caminando.

Hemos tomado el autobús Deat y yo, mucho antes nos despedimos de mis abuelos. Duraremos algún tiempo sin verles nuevamente, les extrañaremos.

Aunque en mayor parte mis días en este pequeño pueblo fueron tristes, también hubieron días felices y agradezco por todo, se que no sucedió lo que planeaba, pero me voy con muchos aprendizajes, desde hoy empieza un largo camino por recorrer y un largo proceso para olvidar todo lo que ha pasado con Aron.

Este año dejaré la escuela y entraré a la universidad, el tiempo ha pasado tan rápido que no me he dado cuenta cuando ocurrió. El proyecto de vida que he creado, sigue en pie, estudiaré para juez, seré una gran juez, aún sigo confiando en la inteligencia que tengo, al final es lo que me ha quedado después de todo este sufrimiento.

Añoro ver a mis compañeros de curso, tengo un pequeño grupo de amigos ahí que he de extrañar, hace un año no les veo por la pandemia, ojalá les haya ido bien todo este tiempo.

No fue el mejor año y al parecer no he comenzado de buena forma este que ha llegado, lo he recibido con lágrimas, con respiración corta y mucha tristeza.

Nunca creí que lo que tenía con Aron acabaría de tan mala forma, nunca creí que seria tan mala persona conmigo. Todos hablamos de la primera impresión y que está debe ser la mejor, porqué contribuirá con la construcción de cualquier vínculo afectivo, pero nunca se habla de la última, esa que te deja un sin sabor y con tantas dudas sobre quienes eran las personas en realidad.

Ahora solo puedo decir que.... Solo conocemos a las personas cuando terminamos los vínculos que tenemos con ellas, aquellas que llegan a tener actitudes, que nunca tuvieron cuando se sostuvo el vínculo. Pero al deshacerse la unión que se tenía, se convierten en monstruos, la mayor parte de las veces. Se convierten en personas que no conocimos jamás, se vuelven irreconocibles ante nosostros y malas.

Que mala actitud tomo Aron después de que terminamos el vínculo que nos unía, aún lo sigo desconociendo, se de qué es capaz de hacer cualquier cosa en mi contra, pero desconozco la persona que es ahora, no se de quién se trata, no se quién es el hombre que ahora está dentro de el.

Ante todo lo que ha sucedido, solo puedo dar gracias a Dios por todo, aunque se que no estoy en el mejor momento y aún extraño la persona que era Aron que conocí antes de que pasara todo esto, se que lo mejor que ha ocurrido, es que ya no estamos juntos. Así me duela toda la vida que ya no esté, debo aceptarlo, debo aceptar que ya no me quiere. Mi mente sabe que el Aron ya no me quiere en su vida, pero mi corazón sigue insistiendo en arreglar algo que no dañó, algo que estaba destinado a acabar. Solo necesito tiempo para aceptar lo que mi mente ya sabe con certeza y exactitud.

Odio las despedidas, estás nunca son felices y menos si la persona no te avisa que se irá de tu vida para siempre. Yo no sabía que después de aquella última vez dónde ví a Aron, no le volvería a ver, no lo sabía. Si tal vez me lo hubiese dicho, yo lo hubiese besado hasta cansarme, debí darle más besos esa última vez, debí contarle lo mucho que estaba sintiendo su amor, debí.... ¿Y eso importa ahora? ¿Esos "debí" importan? Aron se ha ido sin dar un previo aviso de ello. Aunque debo reconocer que mi intuición siempre me señaló que esto acabaría, y aunque mantuve la esperanzas en mi relación, me duele que está no se haya equivocado con aquel presentimiento, quisiera que esto solo fuese un sueño y que al despertar el este, solo quise que esto fuese algo diferente pero no fue distinto, ha sido como lo presentí una vez.

Las despedidas siempre son tristes, podríamos estar despidiendo a personas de nuestras vidas sin saberlo, y aunque estás se despidan para volver luego, será triste dejar de ver sus personas.

Lo imprevisto que fue la despedida de Aron, se ha sentido como muerte repentina de una persona que no estaba enferma, la cual pudo haber muerto de un paro respiratorio o en un accidente no previsto por nadie. Los seres queridos de la persona fallecida nunca se imaginaron que está no volvería, puesto que esta no se había despedido de ellos. Yo crei que Aron volvería y aunque él no ha muerto aún, yo si he muerto en su alma, el ya no siente amor por mí.

De lo mucho que he pensando montada en el autobús, no me di cuenta cuando esté llegó a su lugar, me he bajado y he de coger una motocicleta junto a Deat, y en un santiamén llegamos a nuestra casa.

Lo primero que ha preguntado mi madre, es si estoy bien, no creo que deba decirle que todo fue desastre y que debí quedarme aquí en casa, antes de querer ir a las fiestas de año. Pero ya que, ha sucedido, pude evitarlo antes, pero hay cosas que deben pasar porque son necesarias para dejar enseñanzas a quien las vivirá. Ahora solo retomaré mis terapias psicológicas, debo empezar de cero, me he quedado sin nada, he quedado sin nada.... Y tengo miedo, tengo miedo de empezar de nuevo y volverme una persona mala, tengo miedo de convertirme en el sufrimiento de alguien más, de alguien que no lo merece.

A Kelly le agradará verme, lo sé. Nunca debí retirarme del espacio donde sentía que estaba en el cielo, porqué ahí el caos no existía, ahí mis problemas desaparecían. Era bueno tener con quien hablar de lo que sentía y que ese alguien por fin me entendiera sin juzgarme. Se bien que debería estar disfrutando de mi etapa de la adolescencia, salir a fiestas, enamorarme, conocer buenas personas y en fin, pero no todos somos iguales, a mí me ha tocado experimentar lo que no es amor, para poder saber cuál es el verdadero amor. Se que muchos ven casi imposible el hecho de que alguien con tan poca edad tenga tantos problemas a la vez y que estos no la dejen vivir en paz, me presento, soy Zorella, no es imposible que alguien a tan poco tiempo esté sufriendo.

Los adultos siempre piensan que tienen la razón o que una persona tan joven no podría vivir tantas experiencias dolorosas a su corta edad, lo cual considero patético por sus partes. Mirenme a mi.... A mis catorce años de edad conocí a Maximiliano, ese mismo año cumpliría mis quince años, pero le conocí con catorce, el es mayor que yo por tres años más. Fue el primer hombre que tuve en mi vida, con quién experimente muchísimas cosas, pero un día despertó y ya no sentía nada por mi, bueno, no creo que haya sentido algo, solo fui blanco fácil de su propia inmadurez y en cuanto consiguió lo que quería de mi, decidió dejarme. Conocí a Aron y de el ni hablar, porqué mi historia lo contará por si sola, no hay necesidad de dar detalles de ello.

¿Que sigue después de todo esto? ¿Morir?